Análisis de Dragon Quest VIII: El Periplo del Rey Maldito (Nintendo 3DS)
Dragon Quest VIII: El Periplo del Rey Maldito no fue solo uno de los mejores juegos de rol de PlayStation 2 (lo que no es decir poco), sino que también marcó el desembarco de esta icónica saga en Europa para disfrute y alegría de todos los jugadores del Viejo Continente. Quizá no fuese el éxito superventas que Square Enix esperaba, pero sí que sirvió para que muchos nos quedáramos prendados de la serie gracias a todas sus bondades jugables, narrativas y audiovisuales.
Una larguísima aventura con un inconfundible aroma clásico, con mucha personalidad y con un encanto irresistible que ahora gracias a su relanzamiento en Nintendo 3DS vamos a tener la oportunidad de rejugar (o descubrir por primera vez) en su mejor versión posible.
Sí, en Square Enix podrían haberse contentado con trasladar el juego a la portátil y poco más, pero se ha aprovechado la ocasión para implementar una buena cantidad de cambios, ajustes y novedades que hacen de este viaje una experiencia más equilibrada, dinámica y completa.
Actualizando a un clásico
Ante todo, destacar que seguimos encontrándonos con el mismo juego que pudimos disfrutar hace una década. Es decir, la historia es exactamente la misma (simple y algo típica, pero muy buena), al igual que los personajes (bastante carismáticos), los vídeos, el clásico sistema de combate por turnos se ha mantenido prácticamente inalterado y el mundo por el que nos moveremos no ha sufrido prácticamente cambios respecto a PlayStation 2.
Sin embargo, no necesitaremos jugar demasiado para empezar a detectar un buen puñado de cambios que se han realizado de cara a hacer que el título sea mucho más ágil y dinámico de jugar. El más evidente de todos lo tenemos en la eliminación de los combates aleatorios en favor de un sistema que nos permitirá ver a los enemigos por el mapa, pudiendo de este modo esquivarlos y decidir contra quiénes queremos luchar.
Gracias a esto se ha conseguido que la exploración de los escenarios sea mucho más placentera, ya que en el original el índice de encuentros podía llegar a resultar desesperante ante su insistente presencia, especialmente cuando lo que queríamos era recorrer un área de nivel bajo y las batallas no nos reportaban ningún tipo de beneficio.
Otra consecuencia de este cambio es que se ha facilitado y aligerado el proceso de subida de nivel a límites insospechados, ya que "farmear" limos metálicos (o sus versiones superiores, como los burbujilimos metálicos o los reyes limos metálicos) es facilísimo al poder decidir batallar solo contra ellos, lo que nos reportará gigantescas cantidades de experiencia y nos hará subir de nivel casi sin darnos cuenta.
Continuando con las novedades tenemos que señalar la implementación de una nueva opción para duplicar la velocidad de las animaciones de las batallas, haciendo de los combates algo mucho más rápido, una opción que nos ha parecido perfecta para las rondas de "farmeo" y para las peleas más intrascendentales que tengamos que librar, ya que en el original acababan pecando de ser demasiado largas y lentas en ocasiones.
Hablando de luchas, decir que se han realizado varios ajustes en los personajes y en el número de puntos de habilidad que cada uno recibe, algo que ha sido, por lo general, beneficioso para todos, ya que ahora se ha conseguido que sean más versátiles y útiles, algo que resulta muy evidente en casos como el de Angelo, quien ahora cuenta con muchos puntos más que invertir en sus diferentes destrezas.
Ya que hemos mencionado al grupo de protagonistas, decir que esta vez se han añadido dos nuevos personajes jugables: Morrie y Rubí. El primero solo podremos obtenerlo al superar la Arena de los monstruos, una misión secundaria que sin una guía puede llegar a resultar muy complicada de completar y que casi hasta el final del juego no podremos afrontar con garantías (al menos los rangos más elevados).
Esta decisión limita muchísimo su acceso y probablemente no serán pocos los jugadores que se acaben completando la aventura sin llegar a reclutar a este héroe, aunque os podemos asegurar que el esfuerzo merece la pena, ya que se trata, en nuestra opinión, del mejor combatiente de todo el título. Cuenta con garras como arma exclusiva y gracias a ella puede llegar a quitar unas cantidades de vida enorme, además de servir como personaje de apoyo si la situación lo requiriese.
Por su parte, Rubí se unirá a nuestro grupo en un momento determinado de la historia, por lo que no hay forma de "saltársela". Se trata de un personaje con habilidades de robo, con buenas habilidades de apoyo si usamos abanicos y muy devastadora en ataque. Cumple un rol similar al de Yangus, aunque en nuestra opinión es mucho mejor en el campo de batalla que este entrañable ladrón (más rápida, dañina y versátil).
Entre los nuevos contenidos también nos encontramos con la implementación de una cámara de fotos y de una extensa misión secundaria repleta de retos que nos llevarán a explorar todo el mundo para fotografiar lo que nos pidan. Si los completamos recibiremos sellos con los que iremos llenando diferentes cartillas, las cuales nos recompensarán con nuevos objetos al completarlas.
Se trata de una inclusión muy entretenida y que, además, nos servirá como guía para encontrar muchos secretos y lugares que, de otro modo, probablemente se nos habrían pasado por alto. Tal y como podréis suponer, las fotos las podremos guardar y personalizar de múltiples maneras, como añadiendo personajes, decidiendo sus poses, modificando el ángulo, etcétera.
Por otro lado, tenemos que destacar la inclusión de dos nuevas mazmorras. La primera de ellas tiene un mínimo de historia y concluye la trama de uno de los personajes secundarios más importantes. Su diseño no es ninguna maravilla y los puzles que encontraremos en ella no están especialmente elaborados, y el nuevo jefe final al que tendremos que hacer frente en su interior nos ha parecido muy fácil y básico, con unos patrones de ataque muy predecibles y contrarrestables.
Aunque este calabozo se desbloquea al final del juego, no requiere mucho más nivel del que necesitaréis para acabar con el último jefe de la historia, por lo que deberíais de poderla superar sin demasiados problemas (a nosotros apenas nos duró una hora).
En cambio, la otra mazmorra opcional nos presenta el mayor desafío de todo el juego al presentarnos un pasillo en el que tendremos que hacer frente nuevamente a todos los jefes del juego, aunque en versiones infinitas veces más poderosas, concluyendo con una sorprendente y extremadamente difícil batalla final contra un viejo enemigo habitual de la saga. Para que os hagáis una idea de la dificultad que entraña, no os recomendaríamos hacer su último cuarto con menos de nivel 80 o 90, ya que incluso así y con el mejor equipo de todo el juego lo pasaréis bastante mal para avanzar sin que os destrocen al más mínimo error.
A nivel argumental se han añadido un par de escenas de vídeo nuevas, pero son muy breves, por lo que no llegan a aportar demasiado a lo que ya sabíamos. Lo que sí que es más destacable es la inclusión de un nuevo final, aunque nos ha parecido muy forzado y un ejercicio de puro fan service para contentar a algunos aficionados, pero tal y como decimos, no nos ha convencido.
Por desgracia, la peor parte se la ha llevado el apartado gráfico, el cual ha sufrido un considerable "downgrade" respecto a lo visto en PlayStation 2. Colores demasiado saturados, distancia de dibujado reducidísima y que provoca un popping considerable en el mapamundi, pérdida de multitud de elementos en pantalla (como hierba y árboles), texturas con muy poca resolución y unos fondos y escenarios que dejan mucho que desear.
Lo bueno es que los modelados de los personajes siguen siendo muy resultones y el diseño artístico vuelve a ser intachable, destacando el diseño de los monstruos y criaturas a los que nos tendremos que enfrentar, así como sus animaciones, totalmente fluidas y muy elaboradas (no tanto las de nuestros protagonistas). Señalar también que el título carece de efecto 3D.
Finalmente, decir que la banda sonora vuelve a ser de primer nivel, aunque hay que señalar que se ha perdido la orquestación de sus temas, por lo que solo la escucharemos en MIDI. Los efectos son variados y muy reconocibles, y el doblaje nos llega únicamente en inglés, aunque con una calidad de audio muy mejorables. Los textos, como no podía ser de otro modo, nos llegan en español, aunque os recomendamos prestar atención a las voces, ya que detectaréis en ellas multitud de acentos y modismos que los subtítulos no suelen reflejar.
Conclusiones
Dragon Quest VIII: El Periplo del Rey Maldito nos ofrece la mejor versión a nivel jugable y de contenidos de esta fantástica aventura de rol japonés, aunque también es cierto que las nuevas inclusiones no nos parecen suficientes como para justificar su compra si ya lo jugasteis en su momento, a menos que tengáis pensado volvéroslo a pasar.
A pesar de ello y de su empeorado apartado gráfico, seguimos estando ante un imprescindible del género y ante un juego de mucha calidad repleto de decenas de horas de diversión que ningún aficionado se debería perder, de modo que si nunca tuvisteis la ocasión de vivir el periplo del Rey Trode, aquí tenéis la excusa perfecta para que descubráis uno de los mejores exponentes de Dragon Quest. Y eso es mucho decir.
Hemos realizado estas impresiones con un código de descarga de la versión final que nos ha facilitado Nintendo.