Análisis de BOXBOXBOY! eShop (Nintendo 3DS)
Hal Laboratory, los creadores originales de Kirby, dieron rienda suelta a su creatividad a la hora de realizar sus producciones en una de las producciones digitales más originales que jamás se han realizado para Nintendo 3DS: BOXBOY!
Efectivamente, la tienda eShop fue la encargada de albergar uno de esos títulos que pasan desapercibidos para la inmensa mayoría de los jugadores pero que, aquellos que se animaron a probarlo, descubrieron un título único y divertido.
Pienso, luego avanzo
En esta ocasión los desarrolladores no han querido meterse en demasiadas complicaciones y, para crear esta continuación, han apostado por aprovechar la base jugable dispensada en el título original. Y nos parece correcto.
De esta forma estamos ante un título protagonizado por Qbby, un cubo dotado de piernecitas (que son palitos) y poco más que tiene la capacidad de crear cubos similares a su cuerpo. Y dichos elementos deben ser empleados con sabiduría para ir superando los diferentes niveles que se agrupan en diez mundos principales.
Más simple, imposible, tal y como ya sucedió con el título original. Pero claro, cada fase viene a ser una continua sucesión de pequeños puzles que nos animan a emplear hasta la última de nuestras neuronas para conseguir avanzar, dado que si bien al principio todo es muy sencillo y apenas supone reto alguno para nuestra inteligencia, cuando llegamos a los niveles finales y "a lo que viene después" (por decirlo de manera críptica para evitar posibles spoilers), las cosas se van complicando progresivamente hasta límites insospechados.
¿Pero qué es exactamente lo que debemos hacer? Pues eso depende de cada nivel y, más concretamente, de cada uno de los puzles. De esta manera hay veces que debemos alcanzar una zona muy elevada del escenario con la ayuda de dichas cajas, en otras tenemos que utilizarlas como ganchos para poder adherirnos a ellos, en otras ocasiones debemos usar los cubos como si fueran palancas para activar interruptores, llevarlos a cuestas para emplearlos como escudos contra rayos láser… En fin, una amplia gama de rompecabezas que están esperando a desafiar nuestra mente.
Además, también existen varios factores que añaden todavía más interés al asunto. Y el más destacado son las coronas, objetos diseminados por los escenarios (y de cuantía variable) que tras ser alcanzados aumentan nuestra puntuación y nos reportan puntos que podemos invertir posteriormente en una pequeña tienda para adquirir temas musicales, apariencias para el protagonista o incluso breves "cómics", por definirlos de alguna forma. Un aliciente para los jugadores más pacientes y coleccionistas.
¿Y qué pasa con el sistema de control? Pues que éste no puede ser más sencillo. Basta un botón y la cruceta digital (o el stick) para ir creando los bloques que sean pertinentes y cuyo número queda delimitado por cada fase en sí. Y poco más, la verdad. En este sentido, se trata de un juego que puede ser disfrutado por casi cualquier persona y no sólo por jugadores o gamers tradicionales como suele ser habitual.
Una vez explicado todo esto, seguro que muchos de vosotros os estáis preguntando qué pasa con las novedades. A fin de cuentas, todo lo explicado hasta el momento ya se encontraba en la aventura original.
Bien, pues lo cierto es que más allá de los nuevos niveles creados para la ocasión, la única innovación relevante que ha sido integrada en esta continuación es la posibilidad de poder crear dos sets diferentes de cajas. ¿Y ya está? Pues sí… pero también es verdad que a pesar de que pueda parecer un mero detalle o característica menor, lo cierto es que este cambio abre nuevas posibilidades a la hora de resolver cada uno de los puzles que nos esperan, los cuales ya os avisamos que han ganado en complejidad en comparación con los aparecidos en el título original.
Como ya os hemos comentado, desde luego esta aventura es de todo menos sencilla y debido a la inclusión de esta innovación es posible darnos de bruces con rompecabezas tremendamente complejos, que requieren de nosotros de toda la concentración y, en ocasiones, mucha imaginación para poder resolverlos. Por fortuna el título sigue incorporando la posibilidad de poder echar un vistazo a la función de pistas, opción que ya os avisamos que en más de una ocasión utilizaréis ante la imposibilidad de poder avanzar y superar el puzle de rigor en el que os hayáis quedado estancados.
Igual pero más desafiante. Eso es lo que Hal Laboratory ha confeccionado en esta secuela de Box Boy!, una obra que desde luego no puede presumir de resultar ni la mitad de innovadora ni original que el título primigenio por razones evidentes pero que, a pesar de eso, se trata de un título tremendamente recomendable y que ofrece una jugabilidad pausada y sesuda que viene que ni pintada para desengrasar de tanto tiro y acción frenética. Es cierto que puede resultar algo monótona en sesiones extensas de juego, pero por lo demás nos parece un título muy notable.
Sencillez en blanco y negro
Esta línea de continuidad en el planteamiento se ha visto también mantenida en todo lo relacionado con su apariencia estética. Box Box Boy! es uno de los juegos más simples que jamás hemos visto en una 3DS. El diseño del propio protagonista es un cuadrado con pata y ojos, los fondos son blancos y el resto de los escasos elementos que aparecen en los fondos como puertas, interruptores o rayos láser son meros trazos negros.
Está claro que se trata de un juego que presenta un acabado minimalista de esos que no pasan desapercibidos, una apuesta que puede gustar o no a los usuarios (eso es una cuestión de gustos) pero que sin duda aporta una gran personalidad al título. Y el sonido sigue un camino similar. Los efectos son casi inexistentes pero los que se dejan escuchar cumplen su cometido, mientras que la banda sonora se encarga únicamente de ambientar cada partida sin molestar.
Conclusiones
Esta continuación de la aventura de puzles creada por Hal Laboratory es muy continuista y apenas aporta una novedad de peso al desarrollo del juego. Lo que pasa es que dicha innovación tiene bastante trascendencia y nos invita a superar rompecabezas y situaciones nuevos, haciendo de este título una experiencia de juego mucho menos original que la anterior pero más compleja en el buen sentido. Es cierto que puede llegar a ser un título algo repetitivo por su naturaleza, pero los seguidores de los juegos de puzles seguro que son incapaces de dejar de jugar hasta llegar al final.
Este análisis ha sido elaborado mediante un código enviado por Nintendo.