Análisis de Adventure Time: Hey Ice King! Why’d you steal our garbage?! eShop (Nintendo 3DS)

Casi prácticamente por sorpresa, Namco Bandai lanzó la semana pasada en Europa Adventure Time: Hey Ice King! Why'd You Steal Our Garbage?!, el primer videojuego para consolas basado en esta genial serie de animación. Originalmente su lanzamiento tuvo lugar en Estados Unidos en el 2012 y con todo el tiempo que ha pasado desde entonces, muchos ya no contábamos con verlo por aquí, aunque por suerte para todos, esto no ha sido así. Ahora bien, ¿ha merecido la pena la espera?

¡Matemático!

Solo con ver el título del juego (uno de los mejores que recordamos haber visto nunca), ya queda claro que Pendleton Ward, el creador de la serie, ha estado implicado en su desarrollo.

De hecho esto es algo que se nota desde el primer minuto, tanto en su disparatada historia como en sus geniales diálogos, consiguiendo captar toda la esencia y el sentido del humor de Hora de Aventuras, un punto muy a su favor y que conseguirá que siempre tengamos una sonrisa en la boca mientras jugamos.

Todo comienza cuando Finn y Jake descubren que su basura ha desaparecido. Como no podía ser de otro modo, todo es obra del Rey Hielo, quien vuelve a aburrirse más de la cuenta y no se le ocurre otra cosa que robar el cubo de la basura de nuestros protagonistas para crear unas princesas con sus contenidos. Así pues, tendremos que embarcarnos en una ¿épica? aventura para recuperar nuestras sobras mientras superamos los "acertijos" y desafíos que nos ha preparado el enloquecido rey.

Esto no es más que el punto de partida de una odisea repleta de situaciones de lo más disparatadas y llena de constantes guiños a las tres primeras temporadas de la serie en la que se basa, algo que de un modo u otro hará que nos sintamos como en casa a poco que nos guste Hora de Aventuras.

Entrando ya en lo que es su jugabilidad, comentar que nos encontramos ante un juego de rol, acción y plataformas que sigue paso por paso la fórmula de The Legend of Zelda II: The Adventure of Link. Lejos de ser una pega, esto es algo que nos ha gustado bastante, ya que tras las múltiples críticas que recibió el título de Nintendo (considerado como el patito feo de la saga), no se ha vuelto a lanzar ningún juego parecido.

De esta forma, el mundo principal lo exploraremos moviéndonos en un mapa con una cámara cenital, mientras que en los pueblos, mazmorras y combates esta cambiará a una lateral, más propia de un juego de plataformas 2D que de uno de rol. El control principal recae sobre Finn, aunque Jake nos acompañará durante toda la aventura metido en nuestra mochila (tiene el día vago y no le apetece mucho andar, aunque en el mapa principal sí que le veremos seguirnos a pie).

Al principio apenas podremos hacer mucho más que saltar, golpear y usar a Jake para atacar a distancia, aunque a medida que vayamos avanzando iremos aprendiendo nuevos movimientos y técnicas que nos serán indispensables para avanzar, como uno que le permite a Jake estirarse sobre un abismo para crear un puente (la forma en la que aprende esto es digna de mención).

En cuanto al inventario, este lo gestionaremos en la pantalla inferior de la consola, donde veremos a BMO observándonos. Desde ahí podremos usar cualquier objeto que hayamos recogido simplemente tocándolo. Existen dos tipos distintos: los potenciadores y la comida. Los primeros nos darán diversas ventajas en combate, mientras que los segundos nos recuperarán la salud. Además, estos últimos podremos combinarlos para potenciar o empeorar sus efectos, según la combinación que hagamos.

Los controles responden perfectamente y no dan ningún problema, aunque tampoco se trata de una aventura especialmente exigente. Precisamente aquí es donde encontramos uno de sus principales problemas: su dificultad. El juego es extremadamente sencillo y superar mazmorras y derrotar enemigos se siente como un mero trámite, ya que no hay desafío prácticamente. Los rivales quitan tan poca vida y la comida sobra de tal manera que podemos derrotar a los jefes finales plantándonos delante de ellos y aporreando el botón de ataque mientras vamos curándonos, y aun así nos sobrará vida. Y si ya nos planteamos derrotarlos esquivando sus técnicas, la comida pasará a ser directamente un elemento de adorno.

Curiosamente esto cambia en la batalla final, que además de ser totalmente inesperada y digna de un videojuego de Hora de Aventuras, supone un repentino subidón de dificultad y nos hará esforzarnos para superarla, aunque raro será que no os la paséis a la primera igualmente. Todo esto se soluciona parcialmente una vez que nos hemos pasado el juego, ya que desbloqueamos un modo de dificultad extra, que sin ser la panacea ofrece un reto más acorde a lo que debería haber sido la primera vuelta. No habría estado de más que nos hubieran dejado escogerla de primeras y sin tener que desbloquearla, aunque menos es nada.

Otra cosa que no nos ha gustado nada es su forma de subir de nivel. Aquí matar enemigos solo sirve para que suelten objetos, ya que no recibiremos experiencia de ellos, por lo que acabaremos intentando pasar de tantos enemigos como podamos, ya que no nos reportará demasiado enfrentarnos a ellos. En cambio, si lo que queremos es subir de nivel, tendremos que encontrar unos cofres secretos que están repartidos por todo el juego. Cada vez que encontremos uno, escucharemos una breve melodía totalmente algebraica y nos dejarán subir una de las estadísticas principales de Finn.

En líneas generales se trata de una aventura muy sencilla, pero que a poco que nos guste la serie (algo que creemos que es indispensable para disfrutar del juego) consigue entretener con mucha facilidad y hacernos pasar un buen rato... mientras dura. Decimos esto porque el juego es perfectamente completable al 100% en apenas cuatro horas (menos incluso si vais muy rápido), una duración que se nos antoja totalmente insuficiente y que nos permitió pasárnoslo en una sola sentada. Tampoco hay misiones secundarias con las que alargar su duración un poco más, simplemente encontrar todos los cofres de subida de nivel para tener a Finn al máximo, los cuales, por otra parte, no son especialmente difíciles de encontrar.

Gráficamente se trata de un juego muy resultón, gracias a unos sprites para los personajes y enemigos realmente buenos, así como unos fondos repletos de detalles que recrean perfectamente lo que estamos acostumbrados a ver en la serie. Mención especial para las animaciones, que son sencillamente geniales. Puede que no se trate del juego más puntero de la consola, pero es muy agradable a la vista y cuenta con un apartado artístico muy fiel al material original en el que se basa, por lo que cumple de sobras. Además, el efecto 3D no molesta y muestra con acierto los distintos planos de profundidad de los escenarios.

En cuanto al sonido, el título cuenta con una banda sonora realmente buena, con temas muy pegadizos y muy variados. Incluso se han incluido canciones cantadas, como una compuesta por Marceline que es todo un regalo para los fans. Además, temas como el principal del juego (una genial revisión de la introducción de la serie con una letra que nos hará soltar más de una carcajada) o el de la batalla final, consiguen meternos de lleno en el mundo de Ooo.

La parte negativa la pone el doblaje, que no existe. De vez en cuando los personajes sueltan alguna que otra frase, pero el 99% de los diálogos no están doblados, perdiéndose así uno de los mayores atractivos de la serie (ya sea en inglés o en español, ambos doblajes son sublimes). Además, tenemos que destacar que esta vez no se ha traducido el juego, por lo que nos llega en la lengua de Shakespeare. Esto puede que os descoloque un poco, ya que aunque no tengáis problemas con el inglés, si estáis acostumbrados a ver Hora de Aventuras en español probablemente no reconozcáis a los personajes de los que os hablen hasta que os los encontréis.

Conclusiones

Adventure Time: Hey Ice King! Why'd You Steal Our Garbage?! es un juego divertido y muy fiel a esta magnífica serie, pero que se queda lejos de su grandeza por culpa de problemas tan graves como su nula dificultad, su mal planteado sistema de subida de nivel y su ridícula duración. Además, nos llega dos años tarde y a precio de novedad (unos 40 euros), sin contar con que el inglés supondrá una barrera importante para los fans más jóvenes de Hora de Aventuras, por lo que se nos hace difícil recomendarlo abiertamente.

Eso sí, sabe cómo hacernos pasar un buen rato con muchos de nuestros personajes favoritos, musicalmente es una delicia, recupera un estilo de juego que se perdió hace mucho y su disparatado argumento hará que nos sintamos como si estuviéramos dentro de un capítulo de la serie, por lo que en vuestra mano quedará decidir si estas virtudes os compensarán su compra a pesar de su elevado precio y sus defectos.