Malas noticias para la seguridad de todos aquellos que utilizamos las redes WiFi a través del protocolo WPA2.
Se trata de un nuevo exploit creado por unos investigadores que ha sido bautizado con el nombre de KRACK y puede llegar a romper la información cifrada de nuestra conexión WiFi permitiendo a un hacker
consultar nuestra actividad en internet e interceptar nuestras conexiones sin encriptar.
Por el momento no está del todo claro cómo se puede acceder a este agujero de seguridad del WPA2 que parece aprovecharse del handshake a cuatro vías del protocolo.
Dentro de unas horas, los descubridores del agujero fallo lanzarán un comunicado en el que explicarán, paso a paso, los pormenores de esta brecha de WPA2.
Tras esto, el siguiente paso debería ser el de los fabricantes de productos que usen WiFi que, probablemente, tendrán que desarrollar un parche para corregir este fallo en sus dispositivos cerrando así este agujero que puede afectar a nuestra privacidad.
Aun así, pese a que estamos ante un problema de cierta gravedad, hay que aclarar que no debe cundir el pánico ya que para aprovechar este exploit el hacker debe de encontrarse cerca de nuestro router y, además, a través de él no podrá acceder a información vital como los datos de acceso a nuestra sucursal bancaria, que cuentan con una capa de cifrado extra ajena a las de la conexión inalámbrica.
Gracias, The Verge.