Stephen King es un apasionado del cine y la televisión. Más allá de haber inspirado incontables adaptaciones con sus novelas, el maestro del terror suele recomendar películas en sus redes sociales, muchas veces alejadas del género que lo hizo célebre, así como opina de forma constante de la industria audiovisual. Cuando King habla, los cinéfilos toman nota, y su última elección no ha pasado desapercibida: Sorcerer (Carga maldita en España), de William Friedkin, un título que en su momento quedó eclipsado por malas decisiones de distribución pero que hoy se reivindica como una obra maestra.
Un thriller que huele a sudor y gasolina es la película preferida de todos los tiempos de Stephen King
El autor de El resplandor habló sobre ella en un encuentro con el British Film Institute, destacándola como su "película favorita de todos los tiempos". Un elogio de este calibre no es menor, y menos cuando se trata de una producción que, pese a su ambición descomunal, fracasó en taquilla al coincidir con el estreno de Star Wars en 1977. El tiempo ha hecho justicia, y hoy muchos la consideran una de las grandes joyas del cine de aventuras y suspense.
La historia sigue a cuatro hombres con pasados turbios que, huyendo de su destino, acaban atrapados en un rincón olvidado de Sudamérica. Allí, la única salida es aceptar un trabajo suicida: transportar cajas de nitroglicerina a través de una selva implacable, sin más protección que camiones destartalados y su propia temeridad. Lo que en otras manos podría haber sido una mera historia de acción, Friedkin lo convierte en un descenso a los infiernos, un viaje donde cada bache en la carretera puede ser el último.
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El director de El exorcista imprime a la película un realismo casi documental. La selva, las lluvias torrenciales y los puentes que amenazan con ceder no son meros decorados, sino protagonistas de un relato donde la tensión es constante. Aquí el enemigo no es un asesino ni un monstruo, sino el propio entorno. Si el thriller es el arte de mantener al espectador en vilo, Sorcerer es una clase magistral en el género.
Hoy, Sorcerer está disponible en plataformas como Filmin y Prime Video, con ediciones restauradas que respetan la visión de Friedkin. Para quienes aún no la han descubierto, es la oportunidad perfecta para reivindicar una de las películas más tensas y visualmente impactantes de los años 70. Cabe destacar que la cinta es un remake de El salario del miedo (1953), de Henri-Georges Clouzot, otro hito del cine de suspense basado en la novela homónima de Georges Arnaud. Una prueba más de que, en el cine, las mejores historias suelen venir de la literatura.