En una actualidad marcada por los devastadores incendios que han arrasado el área de Los Ángeles, la celebración de los premios Óscar de este año ha desatado una intensa polémica. Figuras como el escritor Stephen King han pedido la cancelación del evento, argumentando que la ostentación de la gala resulta inapropiada mientras miles de personas enfrentan la pérdida de sus hogares.
El dilema de la continuidad
“No votaré en los Óscar este año. En mi humilde opinión, deberían cancelarlos. No habrá ostentación con Los Ángeles en llamas”, escribió King en la red social Bluesky. A pesar de las críticas, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas ha decidido mantener la ceremonia programada para el 3 de marzo, bajo un enfoque más "digno" y con la intención de recaudar fondos para las víctimas. Según The Hollywood Reporter, la organización busca convertir la gala en una plataforma para apoyar los esfuerzos de reconstrucción, en lugar de cancelarla. Este planteamiento ha encontrado tanto defensores como detractores, evidenciando la tensión entre el espectáculo y la sensibilidad ante la tragedia.
Voces enfrentadas en Hollywood
La postura de King no es aislada. La actriz Jean Smart también propuso destinar los fondos generados por las galas a los afectados y a los bomberos que combaten las llamas. Sin embargo, otras figuras de la industria, como Rosanna Arquette, han sugerido que las ceremonias podrían transformarse en eventos benéficos al estilo teletones. “Es un momento para que Hollywood demuestre su compromiso con la comunidad, no para apagar las luces del espectáculo”, señaló Arquette.
Los incendios de este año han sido particularmente devastadores, cobrando la vida de al menos 25 personas y obligando a más de 100.000 a evacuar sus hogares. Además, famosos como Paris Hilton y Billy Crystal han perdido sus propiedades, subrayando el alcance del desastre. El presidente Joe Biden ha declarado la situación como un desastre mayor y ha comprometido fondos federales para cubrir el 100% de los costos de asistencia, destacando la magnitud de la crisis.

La decisión de continuar con los Óscar en medio de esta tragedia plantea un debate sobre el papel del espectáculo en tiempos de crisis. ¿Es la cancelación un acto de respeto o una pérdida de oportunidad para ayudar? Mientras algunos, como King, argumentan que el glamour de la gala es incompatible con la tragedia, otros creen que Hollywood tiene la capacidad de liderar esfuerzos de recaudación y apoyo.