Desde que se anunció su desarrollo hace casi una década, la película de Minecraft ha sido una fuente constante de especulaciones, retrasos y desconcierto. Basada en uno de los videojuegos más vendidos de la historia —un universo pixelado sin guion fijo ni personajes definidos—, el proyecto cinematográfico ha tenido que enfrentarse al reto de construir una narrativa a partir de un mundo que, por diseño, carece de ella.
La película, producida por Warner Bros. y programada para estrenarse en abril de 2025, estará dirigida por Jared Hess (Napoleon Dynamite) y protagonizada por Jason Momoa, un fichaje que ha dejado perplejos a muchos fans del juego, y Jack Black.
El argumento, según las sinopsis preliminares, la película sigue a cuatro inadaptados—Garrett "El basurero" Garrison (interpretado por Momoa), Henry (Sebastian Eugene Hansen), Natalie (Emma Myers) y Dawn (Danielle Brooks)—quienes son transportados a través de un misterioso portal al Overworld, un mundo cúbico que prospera en la imaginación. Allí deben aprender a sobrevivir y encontrar el camino de regreso a casa, enfrentándose a criaturas como Piglins y Zombies, y contando con la ayuda de Steve (Black), un experto artesano en Minecraft.
Los fans no entienden como han hecho una narración de un videojuego que carece de ella
Aunque la premisa respeta algunos elementos clave del juego, los seguidores más puristas han mostrado su escepticismo: Minecraft no es un juego narrativo, y parte de su atractivo está precisamente en que cada jugador escribe su propia historia. Convertir esa libertad en una trama cerrada parece, para algunos, traicionar la esencia del juego.
Dudas sobre el tono y el protagonista
Uno de los focos de la polémica radica en el tono que podría adoptar la película. Jared Hess es conocido por su estilo de comedia absurda e irreverente, algo que no termina de encajar con la estética sobria y contemplativa que muchos fans asocian a sus experiencias personales en Minecraft. A esto se suma el temor a que Warner Bros. repita la fórmula de adaptaciones que priorizan el espectáculo sobre la fidelidad, como ocurrió con Super Mario Bros. en los años noventa o con Assassin’s Creed más recientemente.
Además, las redes sociales han amplificado el debate sobre la elección de Jason Momoa como protagonista. Mientras algunos celebran su carisma y presencia física, otros consideran que su perfil no se ajusta al tipo de personaje que uno esperaría de un mundo donde los protagonistas suelen ser avatares sin rostro, diseñados a medida por el propio jugador. “El punto de Minecraft es que tú eres el héroe”, argumentan muchos usuarios en X (antes Twitter), donde el anuncio provocó una oleada de memes y críticas irónicas.
Pese a todo, Minecraft sigue siendo una marca con un potencial colosal, no solo en el terreno del entretenimiento sino también en la educación, la arquitectura digital y la cultura maker. La película, si logra equilibrar el respeto por el espíritu abierto del juego con una narrativa cinematográfica sólida, podría convertirse en un nuevo referente dentro de las adaptaciones de videojuegos. Pero por ahora, lo único seguro es que su llegada a los cines no dejará a nadie indiferente.