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ChatGPT convierte fotos en imágenes estilo Studio Ghibli y desata la locura, para desesperación de ilustradores

Cuando la creatividad se reduce a un clic y lo más aspiracional es aplicar un filtro estético a ideas ajenas, el arte deja de ser una expresión de humanidad.
ChatGPT convierte fotos en imágenes estilo Studio Ghibli y desata la locura, para desesperación de ilustradores
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Actualizado: 18:00 27/3/2025

Las redes sociales se han llenado en los últimos días de imágenes generadas por inteligencia artificial que imitan el estilo visual de Studio Ghibli. Desde memes virales hasta retratos de celebridades y escenas absurdas, todos reconvertidos con la estética de Mi vecino Totoro o El viaje de Chihiro.

Esta tendencia, alentada por el nuevo generador de imágenes de GPT-4o, ha desatado una oleada de entusiasmo en plataformas como X o Instagram. Sin embargo, para muchos, este fenómeno no es un homenaje, sino una banalización de uno de los estudios más emblemáticos del cine de animación.

A Hayao Miyazaki y a muchos ilustradores no les hace ninguna gracia la IA

El propio Hayao Miyazaki, alma creativa de Ghibli, ha expresado en el pasado su rechazo frontal al uso de la inteligencia artificial en el arte. En el documental de NHK Hayao Miyazaki — The One Who Never Ends, el director reacciona con disgusto ante una animación generada por IA, alegando que le resulta ofensiva, vacía de empatía y desconectada del dolor humano. “Siento profundamente que esto es un insulto a la vida misma”, sentenció. Por eso resulta especialmente irónico que sus supuestos "fans" inunden internet con memes que reproducen su estilo sin comprender —ni respetar— su filosofía.

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La imitación sin alma como síntoma de un problema mayor

Lo que muchos ven como un gesto creativo, en realidad revela un problema más profundo: la erosión de la imaginación propia en favor de la imitación automática. La IA ha permitido que millones de personas puedan generar una imagen con este particular estilo sin necesidad de entender ni una línea de animación, ni un solo concepto narrativo de los que sostienen las obras del estudio japonés. Es como copiar los colores de Van Gogh sin entender su dolor. O peor aún: convertir la poesía en una plantilla editable.


Mientras algunos celebran que el CEO de OpenAI haya cambiado su foto de perfil por una versión Ghibli, otros señalan lo absurdo del gesto. Miyazaki no solo ha creado mundos ricos y emocionalmente complejos, también ha defendido durante décadas la importancia del proceso humano en la creación artística. Lo que la IA ha replicado con tanta precisión es solo el envoltorio: el trazo suave y el color pastel. Pero el alma, la intención y la fragilidad que define el cine de Ghibli, eso no puede ser reproducido por una máquina.

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