El famoso espionaje industrial, tan cacareado en los años 90, sigue siendo un asunto muy importante a tratar entre las empresas de hoy en día.
Sin ir más lejos, Bloomber Businessweek acaba de desvelar un bombazo informativo que puede desencadenar en un enorme conflicto diplomático entre los Estados Unidos u otros gobiernos y China que, según esta publicación, habría conseguido infiltrarse de manera efectiva en los sistemas informáticos de empresas de todo el mundo y, en especial, en Amazon y Apple.
Bloomberg Businessweek asegura que el gobierno de los Estados Unidos comenzó una investigación en 2015, año en el que se comenzaron a detectar ciertas anomalías en las placas base de servidores de Elemental Technologies.
El motivo de abrir la investigación fue que Amazon estaba considerando comprar la compañía y, antes de hacerlo, decidió contratar a una empresa independiente para realizar análisis de los servidores distribuidos por Elemental Technologies encontrando algo muy raro, un microchip del tamaño de un grano de arroz que estaba integrado en la placa de los servidores sin motivo aparente.
Estas placas provenían de un fabricante llamado Supermicro, una empresa estadounidense con sede en San José, California, que a su vez contaba con fabricas en China dirigidas por subcontratistas para la creación de las placas.
En estas fábricas, según las investigaciones de la empresa contratada por Amazon y del gobierno estadounidense, fue donde el gobierno chino insertó estos pequeños chips que tenían como propósito crear una puerta trasera para dar acceso remoto a cualquier red que conectara el servidor.
Según la investigación, 30 grandes empresas de todo el mundo se han visto afectadas por este fallo de seguridad aunque en el reportaje de Bloomberg sólo se hace mención a la propia Amazon y a Apple, el gigante tecnológico más importante del país norteamericano.
¿Qué datos ha robado el gobierno chino?
Según las fuentes de Bloomberg, el objetivo de este ataque era el de tener acceso a largo plazo a secretos corporativos, redes gubernamentales y todo tipo de información confidencial, centrándose tanto en el espionaje industrial como en el gubernamental, por lo que, a priori, los datos personales o de otro tipo de la población civil no se habrían visto comprometidos por el ataque.
De hecho, parece que lo único que hacían al acceder a los sistemas a través de la puerta abierta por estos chips era recopilar información, manteniéndose a la escucha para recopilar datos o descubrir proyectos sin borrar ni modificar ningún tipo de archivo.
Todos niegan la mayor
Con el escándalo desatado, todos los actores de esta historia han negado la mayor, desde Apple diciendo que no tienen constancia de que hayan sido afectados por ninguna placa base defectuosa hasta el mismísimo gobierno chino.
Sin embargo, hasta 17 personas, según Bloomberg, han confirmado el ataque chino a empresas de todo el mundo y, sin ir más lejos, Amazon y Apple eliminaron los servidores afectados de los centros en los que estaban instalados. Amazon también vendió sus centros de datos en China mientras que Apple comenzó a reemplazar todos los servidores afectados.