Un equipo internacional de especialistas ha descrito una nueva especie de avispa fósil procedente del célebre yacimiento de ámbar de la cueva de El Soplao, en Cantabria, un enclave que vuelve a demostrar por qué es una pieza clave para entender cómo era la vida en la Tierra hace más de cien millones de años. La criatura, atrapada en resina durante el Cretácico temprano pertenece a un mundo que convivió con los dinosaurios y que hoy solo sobrevive en forma de pequeñas cápsulas de tiempo.
El Soplao revela una avispa fosilizada en ámbar del Cretácico, preservada intacta durante más de 100 millones de años
El estudio, publicado en Palaeoentomology, no se limita a presentar una especie inédita: refuerza la idea de que El Soplao es uno de los laboratorios naturales más importantes del planeta para descifrar la historia evolutiva de los insectos. Y no es para menos. La nueva avispa, bautizada como Cretevania orgonomecorum, emerge de un fragmento de ámbar datado en el Albiense medio, unos 105 millones de años atrás.
Su tamaño, inusualmente grande para este linaje, y ciertos rasgos anatómicos -desde la singular forma de las antenas hasta la compleja venación de las alas. la sitúan entre los ejemplares más imponentes de su género, comparable a los hallados en regiones tan distantes como Myanmar o China.
El hallazgo obliga incluso a revisar parte de la clasificación del género Cretevania. Los autores, de hecho, incorporan nuevos caracteres diagnósticos que permitirán afinar la identificación de futuras especies. Según apuntan, este grupo de avispas podría funcionar como un valioso “fósil guía” para datar sedimentos cretácicos en diferentes puntos del mundo, algo nada menor en un campo donde cada detalle ayuda a reconstruir un ecosistema perdido.
Enrique Peñalver, investigador del IGME-CSIC y coautor del trabajo, subraya que esta pieza amplía el mapa evolutivo de las avispas evánidas y confirma “la extraordinaria riqueza paleontológica del ámbar español”, un ámbito que en los últimos años no ha dejado de ofrecer sorpresas.
El Gobierno de Cantabria recuerda que El Soplao es uno de los tesoros paleontológicos más relevantes a nivel internacional: más de 1500 inclusiones fósiles documentadas y una treintena de especies descritas avalan su prestigio. La investigación, por su parte, es fruto de una colaboración tan amplia como el propio alcance del descubrimiento: IGME-CSIC, Universidad de Barcelona, Academia China de las Ciencias, Museo de Historia Natural de Oxford y Universidad de Valencia, entre otras instituciones, han unido fuerzas para iluminar un fragmento más del rompecabezas cretácico. Todo ello apoyado por proyectos del Gobierno de Cantabria, el Ministerio de Ciencia e Innovación y la Generalitat Valenciana.
