Y si todo este tiempo Indiana Jones tenía razón y el Santo Grial se escondía en Petra a los ojos de millones de turistas que la visitan al año. Así es como un asombroso descubrimiento arqueológico ha conmocionado a la comunidad científica. En la ciudad nabatea en Jordania, reconocida por sus majestuosas construcciones talladas en piedra, un grupo de arqueólogos ha hallado 12 esqueletos humanos en una sepultura escondida bajo el célebre edificio de Al-Khaznah, también denominado el Tesoro de Petra. Lo más asombroso del descubrimiento es que, además de los restos, se ha hallado un cáliz que posee una asombrosa similitud con el Santo Grial de la película Indiana Jones y la Última Cruzada.
Un grial que llevaba enterrado 2.000 años
El equipo de arqueólogos, bajo la dirección de Pearce Paul Creasman, empleó un radar de penetración de suelo para hallar dos cámaras de sepultura subterráneas que habían quedado ocultas por siglos. Las excavaciones, que comenzaron en agosto, también descubrieron elementos de bronce, hierro y cerámica que tienen una antigüedad aproximada de 2.000 años.
Los estudiosos sostienen que este es uno de los mayores hallazgos de vestigios humanos en Petra, brindando una nueva y valiosa perspectiva sobre la antigua civilización nabatea, reconocida por su enigmática historia y su destreza en la arquitectura.
A pesar de que los restos óseos hallados son mayoritariamente intactos, muestran indicios de deterioro a causa de la humedad y las inundaciones estacionales que impactan a Petra. Sin embargo, el equipo destacó la rareza de encontrar entierros articulados, lo que implica que los huesos no sufrieron alteraciones ni perturbaciones a lo largo del tiempo. Creasman detalló que estos descubrimientos podrían contribuir a una mejor comprensión de las tradiciones funerarias de los nabateos, una civilización nómada árabe que floreció en la zona desde el siglo IV a.C. hasta el 106 d.C.
Un tesoro arqueológico y no religioso
El cáliz encontrado ha sido cotejado con el Santo Grial de Indiana Jones. A pesar de que esta coincidencia ha despertado gran atención en los medios, los arqueólogos enfatizan que el verdadero valor del cáliz reside en su habilidad para proporcionar datos acerca de los rituales funerarios y la vida diaria de los nabateos. De acuerdo con Creasman, el paso siguiente consistirá en examinar los esqueletos para adquirir información más exacta acerca de sus vidas, alimentación y posibles vínculos entre ellos.
