Neuralink, la empresa de neurotecnología fundada por Elon Musk, ha enfrentado un revés significativo en su primer intento de implantar un chip en el cerebro de un humano. El dispositivo, que fue implantado en el cráneo de Noland Arbaugh, comenzó a despegarse del cerebro del paciente apenas un mes después de la cirugía realizada en febrero. Aunque la compañía no proporcionó detalles específicos sobre la causa de este contratiempo, sí informó que algunos de los hilos del dispositivo, esenciales para conectar el microordenador con el cerebro, comenzaron a retraerse, afectando así la funcionalidad del chip.
A pesar de los problemas técnicos que disminuyeron la capacidad operativa del implante, no se reportaron riesgos inmediatos para la salud de Arbaugh. Incluso con la disminución de funcionalidad, el paciente pudo continuar utilizando el implante para jugar ajedrez en un ordenador, controlando el juego únicamente con sus pensamientos.
Este incidente planteó la posibilidad de remover el implante, aunque Neuralink decidió no proceder con esa opción en ese momento, según informes del Wall Street Journal.
— Neuralink (@neuralink) March 20, 2024
Varios hilos del chip se soltaron del cerebro del paciente
El implante de Arbaugh comenzó a presentar problemas a finales de febrero, cuando se observó la retracción de varios hilos del chip, lo que resultó en una reducción de los electrodos efectivos y una disminución en la transmisión de datos. Esto último es crucial ya que determina la eficiencia con la que el implante puede realizar sus tareas programadas. Neuralink ha respondido a estos desafíos técnicos mejorando el diseño del implante y sus algoritmos de operación para restaurar y mejorar su funcionalidad.
El caso de Arbaugh ha llamado la atención sobre los desafíos inherentes a las interfaces cerebro-computadora (BCI) de Neuralink, que buscan conectar el cerebro humano directamente con dispositivos computacionales. La tecnología, aún en sus fases iniciales, utiliza un pequeño contenedor implantado en el cráneo que alberga un chip procesador y una batería, y está conectado al cerebro mediante 64 hilos finos que interactúan con las señales neurales. Este avanzado sistema promete revolucionar la manera en que los pacientes con parálisis, como Arbaugh, interactúan con la tecnología.
Pruebas con animales que no salieron bien
Sin embargo, la trayectoria de Neuralink no ha estado exenta de controversias. Antes de su primer implante humano, la compañía realizó extensas pruebas en animales, incluyendo ovejas, cerdos y monos, lo que ha suscitado investigaciones por parte de reguladores sobre las prácticas de la compañía en sus laboratorios. Además, la reciente renuncia de Benjamin Rapoport, cofundador de Neuralink, ha generado especulaciones sobre posibles preocupaciones relacionadas con la seguridad de los implantes.
Este primer experimento humano de Neuralink, denominado PRIME, es solo el comienzo de lo que la empresa espera sea una serie de pruebas que demuestren la seguridad y utilidad de sus implantes cerebrales. Con planes de expandir el número de pacientes, Neuralink continúa trabajando en el perfeccionamiento de su tecnología, enfrentando los desafíos que surgen y adaptándose para superarlos, marcando un hito en la interacción entre humanos y máquinas.