Tesla no quiere depositar todos los huevos en una cesta. Más allá de los coches eléctricos y de sus soluciones derivadas, como baterías externas y de autoconsumo, la empresa de Elon Musk ha confirmado que piensa fabricar androides avanzados que intentarán desempeñar tareas peligrosas o anodinas. Junto a este anuncio, muy importante, Tesla también presentó el futuro D1, un chip diseñado para la inteligencia artificial que supondrá un enorme salto adelante en tareas de computación.
Un chip de gran capacidad que pretende ser el futuro de la IA
Tesla lleva años entrenando sus coches con sistemas neuronales avanzados basados en la nube de cara a mejorar la conducción de Autopilot, su software de pilotaje autónomo. Este D1, explicó Tesla, pretende tener aplicaciones masivas en múltiples campos dentro de la empresa. Como nos relatan en Xataka, el chipset utiliza tecnología de 7 nanómetros es capaz de albergar hasta 50.000 millones de transistores en un tamaño de 645 mm2 y con una potencia de hasta 362 TFLOPs.
Fabricado por TSMC y diseñado de manera interna por Tesla, este D1 es capaz de unirse con otras unidades del mismo, con la idea de crear grandes redes procesamiento. Su cuerpo es de apenas 645mm2, alberga 50.000 millones de transistores y ha sido confeccionado para resolver los complejos cálculos a los que se somete la inteligencia artificial.
Su rendimiento es asombroso, aseguran desde la compañía de Elon Musk, algo sorprendente debido a su reducido tamaño. De hecho, la GPU de NVIDIA, la A100, tiene una capacidad de 54.000 millones de transistores pero una superficie mayor -826 mm2-.
El D1 es capaz de ofrecer hasta 22,6 TFLOPS en FP32 y 362 TFLOPS en BF16/CFP8, contando con un ancho de banda direccional que supera los 10 TB/s, y eso hablando de una única unidad, pues como os hemos contado el sistema es capaz de operar en coordinación y multiplicar su rendimiento, generando grandes capacidades de computación impensables hace unos años. Tesla ha llegado a afirmar que uniendo 3000 chips D1 se obtiene un superordenador con un rendimiento computacional de 1.1 ExaFLOPS. Así suena un poco frío, pero con los datos en la mano se convertiría en el superordenador de inteligencia artificial más potente del mundo.
Ahora vienen las dudas. ¿Cuál es la aplicación real de este chip tan prometedor? Pues Musk y los suyos lo quieren montar en coches, servidores y quizás en los Tesla Bot, pero principalmente su uso está diseñado para mejorar las capacidades de la IA presente en Autopilot. Además, tiene que pasar la sesuda y compleja fase de pruebas, muy exigente, y comprobar cómo funciona fuera de un marco teórico o pruebas aisladas. En cualquier caso, sus características y su potencial nos parece francamente prometedor.