En los últimos años, el turismo espacial se ha convertido en una fuente de ingresos para las grandes corporaciones aeroespaciales privadas, que han visto con buenos ojos eso de comenzar a realizar viajes comerciales al espacio. Empresas como Blue Origin de Jeff Bezos, Virgin -con sus VSS Imagin- o SpaceX de Elon Musk, han arrancado a ofertas sus propios paquetes y misiones. Algunas son especialmente atractivas y otras tantas parecen sacadas de un relato de ciencia ficción. En cualquier caso, el negocio está ahí, y la empresa americana Space Perspective ha sabido concretar su oferta de una manera un poco más económica pero igualmente atractiva para los que deseen pagarse un viaje al espacio (vía Gizmodo).
Mandando globos aerostáticos de alta tecnología al espacio
Space Perspective no tiene tanta solera o pompa como otras rivales, pero han decidido aprovechar la tecnología existente para diseñar una especie de versión premium de lo que sería un globo aerostático al uso con capacidad de ascender sorprendentemente alto y permitir una visión especial del espacio.
Con una cabina presurizada que presenta una vista panorámica en 360 grados, los globos de Space Perspectiva incluyen un bar y un cuarto de baño para los turistas, que podrán deleitarse de las vistas y sentirse realmente afortunados.
La empresa confirma que su globo es capaz de crecer hasta alcanzar el tamaño de un estadio de fútbol, llegando a alcanzar un altura de 30 kilómetros. Aunque hay varios matices. Técnicamente los tripulantes no llegarán al espacio exterior, esto hay que dejarlo claro, dado que la línea de Kármán, el límite que marca la separación entre la atmósfera terrestre y el espacio exterior, se encuentra a 100 kilómetros de altura, pero sí es cierto que se trata de una vista única que permite apreciar a los turistas la curvatura de la Tierra -tomad nota, terraplanistas-.
Tras varios diseños preliminares, la empresa ha podido lanzar el Neptune One, su primer globo de prueba, un dispositivo que ha recorrido la distancia estipulada y ha vuelto a aterrizar en el mismo sitio sin tripulantes con gran éxito. Durante los próximos meses Space Perspective planea seguir realizando nuevos vuelos de prueba, notificándolos de forma religiosa en su blog oficial, y espera que los primeros vuelos comerciales lleguen en el año 2024. Reservar una plaza costará unos 125.000 dólares. No es barato, claro está, pero al menos no son los 5 millones de dólares que pedía Blue Origin por llevarnos al espacio. Las reservas están abiertas y piden una señal de 1000 dólares.