Hoy la escena internacional de League of Legends se ha despertado con una de las noticias más impactantes de los últimos tiempos, y es que Riot ha decidido expulsar de sus principales competiciones en Norteamérica (c y Challenger Series) a tres de los equipos que participaban en las mismas.
El primer anuncio oficial por parte de Riot ha sido el de expulsar a los equipos Renegades y TDK por varios motivos. El primero de ellos es el del incumplir la sanción que Chris Badawi tenía impuesta por parte de Riot y que le impedía formar parte del staff o tener relación alguna con cualquier club, además de encontrar evidencias de que el supuestamente antiguo directivo habría presionado y amenazado a varios jugadores de Renegades tanto con impagos como con no cumplir ciertas cláusulas de su contrato. A estos dos motivos de sanción que repercutirían directamente en Renegades hay que sumarles el punto en común con TDK y por el que se ha producido la sanción a ambos, que no es otro que por mentir a los empleados de Riot en lo que a la independencia de las dos organizaciones se refiere, ya que, según han reflejado ciertas investigaciones, los equipos han pagado la ficha de un jugador del otro y viceversa, incluso permaneciendo dentro de la propia casa del club meses después de su fichaje por el supuesto adversario. Esto, como decimos, ha acarreado la expulsión de Renegades de la LCS y de TDK de la Challenger además de la sanción de por vida a Badawi, que no podrá formar parte de ningún equipo que quiera formar parte de una competición de Riot hasta el 2019.
El tercer expulsado del día no ha sido otro que Team Impulse, que, según la propia Riot, habría dejado de ser un club profesional ya que no habría logrado firmar los contratos de todos los jugadores, algo esencial para que el equipo pueda disputar la competición. Además, las investigaciones de Riot aseguran que el equipo no habría pagado los sueldos de algunos jugadores durante el Split de verano de 2015 y durante parte del 2016, algo que también está prohibido y que ha acarreado la expulsión de Team Impulse de la competición, teniendo que vender su plaza en la LCS antes del 20 de mayo, además de tener que abonar a Riot una multa de unos 20000 dólares.