El anuncio de una versión Pro de PlayStation 5 ha despertado todo tipo de opiniones que abarcan tanto su precio como si realmente es un dispositivo necesario, teniendo en cuenta lo que mejora respecto al modelo anterior. Lo cierto es que las compañías de videojuegos lanzan versiones mejoradas o ‘Pro’ de sus consolas para alargar la vida útil de sus sistemas y responder a las crecientes demandas del mercado, se supone. Les permite poner nuevos dispositivos en el mervado sin tener que hacer el salto tecnológico (y de inversión económica) que supone una nueva generación de consolas.
Además, con el rápido avance tecnológico, los jugadores esperan mejoras en el rendimiento gráfico, tiempos de carga más rápidos y nuevas características sin tener que invertir en una nueva generación de consolas cada pocos años. Algo que tenía más sentido cuando la actualización es gracias a un dispositivo o la versión pro tiene un coste similar a la versión normal (o cuenta con un plan renove jugoso). Este enfoque permite a las empresas optimizar sus sistemas actuales, introduciendo mejoras como la resolución 4K o compatibilidad con HDR, sin tener que desarrollar hardware completamente nuevo.
La competencia es otro factor crucial que impulsa la creación de estas versiones. En un mercado tan dinámico como el de los videojuegos, mantenerse a la vanguardia es vital. Las versiones mejoradas permiten a las empresas adelantarse a sus competidores sin esperar al siguiente ciclo generacional. De este modo, pueden atraer tanto a los usuarios que exigen el máximo rendimiento como a aquellos dispuestos a mejorar su experiencia sin abandonar por completo la consola original. Así, lanzamientos como la PS4 Pro o la Xbox One X responden no solo a la demanda de jugadores que buscan gráficos 4K, sino que también posicionan a las marcas como líderes tecnológicas en sus respectivas generaciones.
Entre las versiones mejoradas que han registrado mayores ventas, destaca la PS4 Pro. Lanzada en 2016, se benefició de la enorme base de usuarios de la PS4 original, que ya había vendido millones de unidades. Esta actualización ofrecía una experiencia gráfica superior, atrayendo tanto a nuevos compradores como a jugadores que buscaban un salto cualitativo en la experiencia visual. Aunque parezca un concepto relativamente moderno, este concepto de reediciones mejoradas existe desde el comienzo de las consolas, pero que añadan algo más que una nueva pantalla o un estilo más compacto, no es tan común.
En los 80, hubo lanzamientos tan seguidos de distintas generaciones de consolas que dispositivos como la Sega Mark III en 1985, similar a la Mark II, con el añadido de mejoras en el hardware de vídeo y un incremento en la cantidad de memoria RAM, a menudo son recordadas como versiones actualizadas en vez de como una nueva consola en sí. Casi 10 años después apareció uno de esos dispositivos que proponía actualizar y hacer evolucionar un modelo ya existente.
Sega 32X (1994)
El Sega 32X, lanzado en 1994, fue un periférico diseñado para ampliar las capacidades de la Sega Genesis/Mega Drive, permitiendo que la consola reprodujera juegos en 32 bits. Esta mejora gráfica prometía una experiencia más cercana a la nueva generación de consolas, pero sin necesidad de adquirir una máquina completamente nueva. El 32X se vendió inicialmente por 159,99 dólares, un precio considerable en relación con la Mega Drive, que rondaba los 190 en ese momento.
A pesar de las expectativas de SEGA, el dispositivo no logró despegar en el mercado, enfrentando una escasa biblioteca de juegos y la inminente llegada de la Sega Saturn. Como resultado, el 32X terminó siendo un fracaso comercial, vendiendo apenas 665.000 unidades a nivel mundial antes de ser descontinuado.
Sega 32X contó con una pequeña pero destacada selección de juegos que aprovecharon las capacidades gráficas mejoradas y el procesamiento adicional que ofrecía el periférico. Entre los títulos más representativos se encuentran Doom, que, aunque no perfecto, introdujo a los jugadores de Sega a la popular experiencia de disparos en primera persona con gráficos en 32 bits, y Virtua Racing Deluxe, que mostró un salto impresionante en el uso de polígonos, logrando un rendimiento gráfico superior al de la versión original de Mega Drive.
Otros títulos como Star Wars Arcade aprovecharon el poder del 32X para ofrecer gráficos tridimensionales más complejos y dinámicos, algo innovador en su momento. Knuckles' Chaotix también se destacó como un título exclusivo del periférico, utilizando las capacidades mejoradas para ofrecer gráficos más coloridos y fluidos en comparación con los juegos estándar de la Mega Drive. Sin embargo, a pesar de estos logros técnicos, la biblioteca de juegos del 32X fue limitada, lo que contribuyó a su fracaso en el mercado.
El 21 de abril de 1989 en Japón se lanzó la Game Boy Original (89,99 dólares), una consola que ha ido evolucionando y cambiando con el paso del tiempo. En 1996 tuvo una versión más pequeña y compacta, que mejoró notablemente la pantalla del dispositivo, la Game Boy Pocket (69,99 dólares) y también tuvo una versión solo en el país nipón, la Game Boy Light (60 dólares), que en 1998 introdujo la pantalla retroiluminada electroluminescente para condiciones de poca luz, pero tuvo poco recorrido ya que ese mismo año se lanzó la Game Boy Color.
Nintendo Expansion Pak (1998)
El Nintendo Expansion Pak, lanzado en 1998, fue un accesorio que amplió la capacidad de memoria de la Nintendo 64, añadiendo 4 MB adicionales de RAM a la consola. Este periférico estaba diseñado para mejorar el rendimiento gráfico y permitir mayores resoluciones en juegos selectos. Con un precio de lanzamiento de alrededor de 29,99 dólares, el accesorio fue relativamente asequible en comparación con la consola en sí, que costaba alrededor de 149 en esa época. A pesar de su nicho de utilidad, el Expansion Pak vendió alrededor de 2 millones de unidades, consolidándose como un complemento clave para los entusiastas de la Nintendo 64, quienes buscaban una experiencia gráfica mejorada y un rendimiento más fluido en ciertos títulos de gran calibre.
Juegos como The Legend of Zelda: Majora's Mask y Donkey Kong 64 requerían el accesorio para funcionar, aprovechando los 4 MB adicionales de RAM para cargar texturas más detalladas y mundos más expansivos. Otros títulos, como Perfect Dark, utilizaban el Expansion Pak para desbloquear modos de juego adicionales y mejorar la experiencia general, permitiendo multijugador completo y mejores efectos visuales. Star Wars: Rogue Squadron y Turok 2: Seeds of Evil también se beneficiaron, con una notable mejora en la resolución gráfica y la tasa de fotogramas por segundo, ofreciendo una experiencia más fluida y visualmente atractiva.
Una generación entera sin mejoras de rendimiento
La generación de consolas de Xbox 360 y PlayStation 3 no contó con versiones "Pro" que mejoraran significativamente el rendimiento de la consola original por varias razones tecnológicas, económicas y de mercado que caracterizaban ese período. Durante la era de la Xbox 360 y PlayStation 3 (2005-2013), las consolas ya representaban un gran salto en términos de rendimiento y capacidades gráficas frente a sus predecesoras. La arquitectura de hardware de estos dispositivos fue diseñada para soportar un ciclo de vida prolongado de varios años, lo que permitió a los desarrolladores maximizar el uso de sus recursos con el tiempo. Además, las mejoras en la eficiencia de los motores gráficos y técnicas de programación permitieron exprimir cada vez más el hardware original sin necesidad de actualizar la consola a mitad de generación.
Desarrollar una consola con un rendimiento significativamente mejorado hubiera implicado un costo de producción más alto, lo que podría haber afectado el precio de venta. En esa generación, las consolas ya eran bastante caras en su lanzamiento. La PlayStation 3, por ejemplo, debutó con un precio de 499 dólares para la versión de 20 GB y 599 dólares para la de 60 GB, en parte debido a la integración del reproductor Blu-ray. Lanzar versiones más potentes a mitad de ciclo habría elevado aún más los costes, lo que podría haber alienado a una parte considerable del mercado, que ya estaba enfocada en el acceso a los juegos y contenido multimedia, más que en tener el último avance gráfico.
En lugar de versiones ‘Pro’ que mejoraran el rendimiento gráfico o de procesamiento, tanto Microsoft como Sony optaron por lanzar revisiones de hardware que mejoraban aspectos prácticos como el almacenamiento, la eficiencia energética y la fiabilidad. Por ejemplo, Microsoft lanzó la Xbox 360 Elite y la Xbox 360 S, que mejoraban el almacenamiento y corregían problemas como el sobrecalentamiento, mientras que Sony lanzó las versiones Slim y Super Slim de la PS3, que eran más compactas y eficientes en términos de consumo de energía.
New Nintendo 3DS (2014)
Hablar sobre las distintas versiones de la Nintendo 3D, lanzada en 2011 por un precio de 249,99 dólares (que se redujo a 169,9 tiempo después), daría para un tema en sí. Durante esa generación, consolas como la New Nintendo 3DS, lanzada en 2014 a un precio de 169,99 euros en Europa (también 169,99 dólares), si contaron con cierta mejora de rendimiento. Con un procesador más rápido, mejor seguimiento del 3D y controles adicionales, como un segundo joystick y botones extra, esta versión permitía un control más preciso y una mejor experiencia general en los juegos que aprovechaban estas mejoras. Además, algunos títulos solo eran compatibles con esta versión más potente como Xenoblade Chronicles 3D (2015), Fire Emblem Warriors (2017), The Binding of Isaac: Rebirth (2015), Runbow Pocket (2016) o Minecraft: New Nintendo 3DS Edition (2017). A pesar de ser una actualización de mitad de generación, ayudó a extender el ciclo de vida de la familia Nintendo 3DS, que vendió más de 75 millones de unidades en total.
PlayStation 4 Pro (2016)
La PlayStation 4 Pro, lanzada en noviembre de 2016, fue una versión mejorada de la PS4 original, diseñada para ofrecer una experiencia gráfica superior, especialmente en televisores 4K. En cuanto a especificaciones, contaba con una GPU más potente (4.2 Teraflops frente a los 1.84 Teraflops de la PS4 original), lo que permitía mayor resolución y mejor rendimiento en juegos. Además, su CPU también fue mejorada, con una frecuencia de reloj ligeramente superior, lo que facilitaba tiempos de carga más rápidos y una mayor fluidez en juegos que requerían más procesamiento. Otra mejora significativa fue la incorporación de compatibilidad con HDR (High Dynamic Range), que permitía colores más vivos y un mayor rango dinámico en las imágenes, haciendo que los gráficos fueran más detallados.
En cuanto al precio, la PS4 Pro se lanzó a 399 dólares, el mismo precio que tuvo la PS4 original en su lanzamiento en 2013, lo que la convertía en una oferta competitiva dado el aumento en potencia gráfica y rendimiento. En comparación, cuando la PS4 Slim fue lanzada al mismo tiempo en 2016 como una versión más compacta de la PS4 estándar, su precio era de 299 dólares, lo que significaba una diferencia de 100 dólares entre la versión estándar y la Pro. A pesar de este incremento, muchos jugadores vieron el valor en la inversión adicional para obtener un mejor rendimiento, especialmente si contaban con televisores 4K.
En términos de ventas,fue bien recibida, aunque nunca alcanzó los números de la PS4 original debido a que se lanzó a mitad del ciclo de vida de la consola. Se estima que la PS4 Pro vendió alrededor de 25 millones de unidades, un número respetable teniendo en cuenta que era una versión premium dentro de la misma familia de consolas. Esto ayudó a impulsar las ventas generales de la consola, que alcanzaron más de 117 millones de unidades vendidas en total para finales de su ciclo de vida, consolidándose como una de las consolas más exitosas de Sony.
Lo cierto es que muchos juegos se beneficiaron de las capacidades mejoradas de la PS4 Pro, especialmente aquellos que ofrecían parches optimizados para la consola. Títulos como Horizon Zero Dawn, God of War (2018) y The Last of Us Part II aprovecharon el hardware para ofrecer resoluciones más altas, mejores texturas y una mayor fluidez, especialmente con el uso de checkerboard rendering para ofrecer una experiencia cercana al 4K. Otros títulos, como Red Dead Redemption 2 y Final Fantasy XV, también ofrecieron mejoras gráficas notables en la PS4 Pro, con tiempos de carga más rápidos y mejor rendimiento general. Estas mejoras no solo aumentaban la calidad visual, sino que también hacían que los juegos se ejecutaran de manera más estable, con menos caídas en la tasa de fotogramas, proporcionando una experiencia más fluida y envolvente.
Xbox One X (2017)
En cuanto a la Xbox One X, fue una versión significativamente mejorada de la Xbox One, enfocada en ofrecer la consola más potente de su generación. En cuanto a especificaciones, superaba ampliamente a la Xbox One original, con una GPU de 6 Teraflops de rendimiento frente a los 1.31 Teraflops de la versión estándar. Esta potencia adicional le permitía ejecutar juegos en resolución 4K nativa (de hecho fue la primera consola en ofrecer juegos en 4K nativo) con mejor calidad de texturas y mayor estabilidad en la tasa de fotogramas. Además, contaba con 12 GB de memoria GDDR5 (frente a los 8 GB de la Xbox One original), lo que proporcionaba más capacidad para cargar y manejar texturas de alta resolución y mundos más grandes. La CPU también tenía una ligera mejora en la frecuencia de reloj, lo que contribuía a tiempos de carga más rápidos y una mejor respuesta en los juegos.
En cuanto al precio, se lanzó a 499 dólares, un precio considerablemente más alto que el de la Xbox One S, que se vendía por 299 dólares en ese momento. La diferencia de 200 dólares se justificaba por las mejoras significativas en potencia gráfica y rendimiento, especialmente para los jugadores con televisores 4K que querían aprovechar al máximo la resolución Ultra HD. Aunque era una opción premium, Microsoft la promocionó como la consola más potente del mundo en su lanzamiento, apuntando directamente a los jugadores que buscaban la mejor calidad gráfica posible en una consola.
En términos de ventas, la Xbox One X fue bien recibida, aunque no logró superar en ventas a la PlayStation 4 Pro o a la Xbox One S. Las estimaciones sugieren que la Xbox One X vendió alrededor de 8-10 millones de unidades, contribuyendo al total de 51 millones de unidades de la familia de consolas Xbox One. En cuanto a juego, Forza Horizon 4, Gears 5 y Red Dead Redemption 2 ofrecieron resoluciones 4K nativas, mejores texturas y un rendimiento gráfico superior en esta consola en comparación con la Xbox One original. Títulos como Assassin’s Creed Origins y The Witcher 3: Wild Hunt aprovecharon el hardware mejorado para proporcionar una mayor estabilidad en la tasa de fotogramas, mejor calidad de sombras y efectos de iluminación más avanzados. Además, muchos videojuegos recibieron parches optimizados para la Xbox One X, lo que permitía a los jugadores disfrutar de gráficos mejorados y tiempos de carga reducidos, aprovechando plenamente el poder de la consola.
Antes de abordar lo que será la próxima actualización e la generación por parte de Sony, mencionar que Nintendo, antes que la Nintendo Switch 2, de la que poco se sabe, sacó una versión OLED con algunos extras, un rediseño y una pantalla notablemente mejorada, pero con el mismo rendimiento en juego que la consola original.
PS5 Pro (2024)
Sony ha anunciado oficialmente la PlayStation 5 Pro, confirmando su lanzamiento para el 7 de noviembre de 2024. Este modelo avanzado de su consola de sobremesa se presenta como una opción para los jugadores más exigentes, buscando ofrecer un salto significativo en cuanto a potencia y rendimiento respecto a la PS5 estándar. El anuncio, realizado en un evento centrado en las especificaciones técnicas, llega tras meses de rumores y filtraciones, y ha generado gran expectación entre la comunidad de jugadores. Con una GPU que cuenta con un 67% más de Compute Units y un incremento del 45% en la velocidad de renderizado, esta consola promete mejorar sustancialmente la experiencia gráfica, especialmente en títulos AAA y en aquellos que exigen una alta calidad visual.
El precio ha sido una de las mayores sorpresas del anuncio. Sony ha fijado su coste en 799,99 euros para la versión sin lector de discos, un aumento considerable en comparación con la PS5 estándar, que se vende por 499,99 euros. Esta diferencia de 300 euros ha generado un debate entre los consumidores, especialmente porque el lector de discos se venderá por separado por 119,99 euros. Aunque la inversión es notablemente mayor, la PS5 Pro incluye características como un SSD de 2 TB, Wi-Fi 7 para una conectividad más rápida y estable, y compatibilidad con 8K, lo que la convierte en una opción atractiva para aquellos que buscan la mejor experiencia de juego posible en consola.
Entre las mejoras más destacadas de la consola se encuentra el Ray Tracing, que ahora es hasta tres veces más rápido que en la PS5 estándar. Esto permite una mayor precisión en la iluminación, sombras y reflejos, lo que aporta un nivel de realismo sin precedentes. Además, la memoria RAM ha recibido un incremento del 28% en su velocidad, garantizando un rendimiento fluido en juegos con altos requisitos gráficos. La consola también introduce una nueva función llamada Pro Game Boost, que optimiza el rendimiento de los títulos tanto de PS4 como de PS5, permitiendo una experiencia más estable y mejorada en los juegos compatibles.
Los juegos que se beneficiarán del hardware mejorado incluyen Alan Wake 2, Assassin's Creed: Shadows, Final Fantasy 7 Rebirth, Horizon Forbidden West, Marvel’s Spider-Man 2, Demon’s Souls, y The Last of Us Part II Remastered. Estos juegos recibirán parches para aprovechar las capacidades gráficas y de procesamiento de la PS5 Pro, ofreciendo modos gráficos mejorados, texturas más detalladas y tasas de fotogramas más estables.
Otra innovación importante, segúnns eñalaron desde Sony, es el uso de inteligencia artificial para mejorar la calidad gráfica. La tecnología de escalado llamada PlayStation Spectral Super Resolution utiliza aprendizaje automático para aumentar la nitidez de las imágenes y añadir detalles adicionales, mejorando notablemente la experiencia visual en pantallas de alta resolución. Aunque su precio premium pueda ser una barrera para algunos jugadores.