Según la empresa de análisis financieros Teikoku Databank recogida por videogameschronicle, en los últimos 10 años han cerrado 8.000 salones recreativos en Japón. Desde justo antes de la pandemia, en 2020, el número de arcades se ha reducido en un 30 %.
Entre las razones se encuentran el incremento en los impuestos al consumo, la subida por el cambio de moneda en efectivo y el encarecimiento de la tarifa de la luz. Todo esto ha provocado una pérdida en la ganancia operativa de los recreativos, que ahora son de 6 por cada 100 yenes frente a los 26.573 yenes de 1986. Mientras que en Europa los salones recreativos desaparecieron en la década de los 90, en Japón se mantuvieron aunque han ido decayendo. Por comparar, en 1986, cuando estaban en su mejor momento, había 26.573 salones arcade y en 2019 quedaban 4.022.
Un cambio de gustos
La investigación de Teikoku revela que el pasado año fiscal 2023 hubo 18 centros de juegos que fueron a la quiebra en Japón. Además de las razones antes apuntadas está un cambio en los gustos de los consumidores, que parecen inclinarse más hacia las máquinas grúa en detrimento de las recreativas tradicionales, más costosas.
El mercado de los salones recreativos sufrió en 2022 uno de los varapalos más importantes cuando Sega Sammy confirmó que desaparecían los salones recreativos que llevaban 50 años abiertos en Japón con la venta de la división Sega Entertainment a Genda Inc.
