Desde el anuncio oficial de Assassin's Creed Mirage (e incluso antes, si nos apuráis) se ha hablado de esta entrega como de una vuelta a los orígenes de la saga Assassin's Creed. Hay muchos factores que nos permiten realizar esta afirmación, como la ambientación o el enfoque en una única ciudad más contenida. Sin embargo, parece que Ubisoft ha escarbado realmente en las primeras entregas de la franquicia para traer de vuelta algunas de las mecánicas más icónicas y queridas por los fans, haciendo de este nuevo juego (que llega el 5 de octubre a PS5, PS4, Xbox Series X/S, Xbox One y PC) uno de los más esperados por la comunidad.
Mecánicas de sigilo
Como os adelantábamos en nuestras impresiones, no cabe duda de que esta nueva entrega de la saga busca volver a darle al sigilo la importancia que ha tenido en anteriores juegos. Tras una trilogía muy enfocada en el combate (Origins, Odyssey y Valhalla), tocaba volver a un enfoque donde la acción indirecta tuviera más presencia. Para ello se han recuperado mecánicas como el camuflarse al meterse ente grupos de civiles, silbar para atraer enemigos o poder robar simplemente acercándonos por detrás. También se han recuperado los asesinatos desde bancos que tan buenos momentos nos dieron en Assassin's Creed II.
Sistema de notoriedad: vuelven los carteles y sobornos
Ser sigilosos es imposible si toda la ciudad nos conoce, así que en Assassin's Creed Mirage se ha recuperado una mecánica que también tiene su origen en la segunda entrega de la saga: tendremos que quitar carteles de búsqueda que irán apareciendo por Bagdad a medida que llevemos a cabo misiones y acciones ilegales. Este sistema de notoriedad, que lleva desaparecido desde Assassin's Creed: Liberation, también permitirá reducir la recompensa que le pongan a nuestra cabeza a través de sobornos.
El regreso de los andamios
Otro punto que nos anima a tener esperanzas con el sigilo de Assassin's Creed Mirage es que también se han recuperado los andamios, unas estructuras de madera que en las primeras entregas de la saga podíamos tirar al suelo para ralentizar a los enemigos mientras huíamos. Con un enfoque más violento y directo, ¿quién iba a necesitar crear obstáculos? Bastaba con enfrentarte a las hordas de enemigos. Que vuelvan a estar disponibles significa una cosa: combatir a pecho descubierto ya no será la mejor opción.
Un cuartel general de Assassin al que volver
El regreso del cuartel general de Assassin en esta nueva entrega es una de esas cosas que bien se podrían considerar fanservice, no por su mera presencia sino por lo idéntico que es al del primer Assassin's Creed (en el que se llamaba 'Casa de Asesinos'). En esta nueva entrega tenemos un escondite al que volver a conseguir misiones, charlar con los compañeros del credo y seguramente obtener equipo. La entrada, por supuesto, estará en el tejado, levemente cubierta por una celosía llena de enredaderas.
Atuendos de Assassin, disfraces y tintes para la ropa
Mientras que en las entregas más actuales se ha apostado por una personalización total del outfit del protagonista, se echaba de menos tener a un personaje con una apariencia real de Assassin. En este juego vamos a tenerlo, y además su atuendo irá cambiando a medida que gane rangos en la hermandad (aunque podremos ponerle 'disfraces' que cambien la apariencia del personaje manteniendo las habilidades del atuendo). Por cierto, también vuelven los tintes para cambiar el color de la ropa.
Filtro clásico: un caramelito visual para los más nostálgicos
Por último, y aunque no sea una mecánica como tal, la presencia de un filtro clásico para Assassin's Creed Mirage también demuestra la intención de Ubisoft por recuperar las características más icónicas de sus primeras entregas. En este nuevo juego podremos seleccionar un filtro que le da a la imagen ese tono azul verdoso tan característico del primer Assassin's Creed. Al ser algo opcional se vuelve un detalle ideal para los más fans, y verlo en movimiento casi hace que este título parezca un remake de la entrega protagonizada por Altaïr.
