Durante los últimos días varios jugadores de Animal Crossing: New Horizons han reportado un importante bug en el juego que puede repercutir negativamente en la partida sin que haya -de momento- solución posible. Al parecer, si un jugador acoge a un vecino que previamente ha sido expulsado de la isla por otro jugador el primero nunca recibirá a ese personaje y el solar se quedará permanentemente en estado de error.
Según ha alertado un usuario de The Bell Tree Forums, uno de los foros de Animal Crossing más importantes de Internet, cualquiera que reciba en su isla a un nuevo vecino que haya sido expulsado de la isla de otro jugador -un método habitual entre personas conocidas que desean intercambiar personajes- puede sufrir este bug que provoca, básicamente, que el solar destinado a ese nuevo habitante quede inutilizado para siempre.
En Animal Crossing: New Horizons los jugadores pueden acoger a más vecinos en su isla en desarrollo, escogiendo incluso la posición del mapa en la que quieren que se construya la casa de sus nuevos personajes. Cada nuevo habitante contará con un nuevo solar. El problema es que el límite de vecinos está en diez, una cifra necesaria para conseguir ciertos objetivos de Animal Crossing: New Horizons, como por ejemplo la llegada de Totakeke al pueblo.
De momento este bug no tiene solución
Si una persona recibe en su isla un personaje que ha sido forzado a salir de la isla de otro jugador puede experimentar este error que impida desarrollar por completo los objetivos de su pueblo; sin embargo, si este personaje ha decidido abandonar voluntariamente su isla inicial -o si la otra persona le ha hecho la vida imposible hasta conseguir que se marche- entonces este bug no aparecería y el vecino podría mudarse a otra isla sin que aparezca el error en ella.
Por el momento este error no tiene solución. De hecho el usuario que ha denunciado el bug en el foro de Animal Crossing: New Horizons insta a otros jugadores a que reporten el fallo a Nintendo para que lo solucione con una nueva actualización.
La única solución posible reside en un rebuscado método que no siempre funciona y que consiste en tratar de eliminar el solar erróneo consiguiendo atraer a un nuevo vecino y, posteriormente, provocando que se marche.