Paper Mario ha sido el protagonista del pasado fin de semana. Si bien hablamos de una saga cuya última entrega aterrizó en 2016 para Wii U, el célebre youtuber Arlo decidió subir a su canal un vídeo en el que pedía a sus más de 400.000 suscriptores que le apoyasen en la remasterización del clásico de GameCube Paper Mario: La puerta milenaria. El asunto, que comenzó casi como una broma, se transformó en algo más cuando la idea llegó a convertirse en trending topic mundial en Twitter al poco tiempo.
Un Change.org que ha desbordado las previsiones del youtuber
La idea de Arlo era clara. Su idea es que Nintendo remasterice por todo lo alto este clásico lanzado en 2004 para GameCube, la consola de 128 bit de la empresa del icónico fontanero. Según Arlo, Color Splash y Sticker Star no estuvieron a la altura, y la mejor opción a estas alturas, es la de darle un lavado de cara al videojuego de Paper Mario y para ello hay que organizarse. Uniendo a sus suscriptores y llamando al uso de la etiqueta en Twitter #RemasterThousandYearDoor, más de 13.000 personas han firmado ya la petición en Change.org, reclamando a la compañía japonesa una nueva vida al título en Nintendo Switch.
Tras el revuelo, pues sigue siendo un título muy querido, el hashtag #RemasterThousandYearDoor consiguió colocarse como primer trending topic en Estados Unidos y noveno en el mundo. Pronto, varios yotubers, celebridades y otros influencers se sumaron a la idea, buscando que el asunto tuviese aún más resonancia.
Nintendo no se ha pronunciado al respecto, pero dado que en los últimos años ha rescatado videojuegos de Wii U en Nintendo Switch y que poco se abre a la recuperación de sagas clásicas o con tirón entre sus aficionados, no sería de extrañar que contemplase seguir con la licencia o incluso darle una nueva oportunidad en sus actuales sitemas. Eso sí, hay que destacar que Intelligent Systems, creadores de la saga, han estado involucrados últimamente en el desarrollo de Fire Emblem: Three Houses, un juego que ha salido redondo y nos ha conquistado.
