Tras la masacre escolar de Florida, Donald Trump ha señalado a los videojuegos y, tal y como temía la IGDA, el gobierno de EE.UU. ha decidido hacer de la industria del ocio electrónico la cabeza de turco de todo el problema social del país. En YouTube la Casa Blanca ha publicado propaganda para dar su visión sobre los videojuegos y cómo de violentos pueden ser. En ningún momento se les ocurre mencionar que son juegos todos ellos clasificados "Mature" en EE.UU., es decir, para mayores de 18 años.
El vídeo muestra secuencias extraídas de juegos como Call Duty: Modern Warfare 2 (incluyendo la misión No Russian, que fue polémica en su momento por la crudeza y el papel en el que se ponía al jugador para representar la dureza de la violencia sistémica), Wolfenstein: The New Order, Fallout 4 o Sniper Elite 4. Todos ellos, insistimos, juegos recomendados para mayores de 18 años, tanto en EE.UU. como en Europa.
Primeros detalles de la reunión de Trump con la industria del videojuego
Ayer tuvo lugar la reunión de Donald Trump con algunos representantes de la industria del videojuego. A la reunión asistieron el ultraconservador Brent Bozell y el republicano Marco Rubio; no se invitó a ningún miembro del partido demócrata ni a republicanos moderados. Bozell tiene una larga trayectoria de arremeter contra los videojuegos desde su lobby ultraconservador que se dedica a denunciar todo lo que considera inmoral en televisión, el Parents Television Council.
Donald Trump tuvo suficiente atrevimiento como para abrir su reunión con este vídeo y luego decirle a los asistentes "esto es violento, ¿verdad?". La Casa Blanca emitió un comunicado en el que señalan que "el presidente sabe que algunos estudios han indicado que hay correlación entre videojuegos violentos y violencia real", pese a que no hay estudios publicados en revistas científicas consideradas de calidad que así lo atestigüe. En cualquier caso, entra en la retórica habitual de la actual administración estadounidense, pues se eluden los hechos y se dan por ciertas las visiones subjetivas del heptagenario.
"La conversación se centró en si los videojuegos violentos, incluyendo los juegos que simulan gráficamente matar, insensibilizan a nuestra comunidad ante la violencia", señala la Casa Blanca en su comunicado.
La cruzada contra los videojuegos seguramente va a seguir
La Casa Blanca sigue en su cruzada contra los videojuegos esgrimiendo argumentos falsos contrarios a las investigaciones científicas y buscando deliberadamente un retrato lo más negativo posible de videojuegos publicados para mayores de 18 años omitiendo siempre esa información. Todo ello mientras se eluden cuestiones sobre el control de armas o cómo la falta de un sistema sanitario público y de calidad afecta a la vida de las personas con enfermedades mentales en el país.
Desde luego, el enfrentamiento entre la industria del videojuego y Donald Trump podría haber empezado incluso antes, cuando la ESA condenó el racismo del actual presidente estadounidense, o cuando fue ridiculizado en los medios por una confusión vinculada con Call of Duty.