Ken Levine, director de BioShock y BioShock Infinite, ha escrito una columna de opinión especial para Polygon, en la que analiza el año 2017 en términos del videojuego y en la que confiesa su amor por The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Levine, un auténtico aficionado a la saga de Nintendo, ha destacado lo importante que es este videojuego en su atrevimiento de planteamientos jugables y de diseño.
El miedo a innovar
Levine, en su carta abierta, explica lo difícil que es innovar en la industria del videojuego y el miedo inherente que existe en muchos estudios a la hora de implementar nuevas ideas. Por ello, el creativo cree que Breath of the Wild marca un antes y un después en la saga, y de forma indirecta, en el mundo del ocio digital.
"Sí, nadie se siente del todo contento ni cómodo cuando sus propios hijos (en referencia a los videojuegos) acaban en nuevas manos, y son alterados, moldeados y perfilados de maneras distintas a las que fueron concedidos. ¿Para qué necesitan cambiar, en cualquier caso? ¿No son perfectos ya?", explica.
"El éxito en el pasado es un arma poderosa. Pero al mismo tiempo, las cosas que hacemos pueden convertirse en tumbas que no sepulten y entierren de por vida", comenta. "¿Cómo te sobrepones al miedo que produce el cambiar una obra maestra y que cuaje de forma mágica? Y existe un miedo más profundo y peligroso: ¿qué sucede si esas personas que cogen tu juego encuentran formas de hacerlo incluso mejor?", añade.
"Es el miedo de la obsolescencia. Y ese miedo nos petrifica. Y la rigidez, es el mayor enemigo de la invención", comenta en una frase que recuerda al célebre discurso de Yoda. "Me siento obligado a aplaudir a las personas que han trabajado en Breath of the Wild, no únicamente por su visión, también por el coraje de trastear en una fórmula intocable. Es fácil cambiar por cambiar. Pero es más complicado hacerlo de la manera correcta", argumenta Levine.
"La victoria de Breath of the Wild es multifácetica. Puedes verla en su impecable dirección artística. Puedes escucharla en su meticulosa dirección sonora. Puedes sentirla en sus ajustadas mecánicas jugables. Pero lo que te convierte en una obra maestra no es depender de nuestros vínculos con el pasado, es no repetirlos", concluía.
The Legend of Zelda: Breath of the Wild se estrenó el pasado marzo, y ha sido considerado uno de los videojuegos del año pasado. La producción de su secuela ya está en marcha. En Vandal tenéis una completa guía para el juego y sus DLC.