Los juggernauts son uno de los enemigos más molestos del juego. Son gigantescos, fuertes y, además, suelen venir rodeados de otros zombies. Si es posible evitar la pelea, evítala; si no, asegúrate de estar bien preparado.
Pasando a la acción
Los juggernauts se identifican claramente desde la distancia por su tamaño y por ir rodeados por otros zombis.
Son difíciles de matar en solitario, pero ni mucho menos son imposibles. Eso sí, tenemos que olvidarnos de la fuerza bruta e intentar pelear un poco con cabeza.
El primer consejo es intentar atacar con explosivos para, con suerte, acabar con una gran parte de los zombis que lo rodean. Recuerda que las armas de fuego hacen ruido y van a atraer más, así que si vas a usarla intenta recurrir a escopetas para hacer el mayor daño posible con el menor número de disparos.
Una vez hayamos causado una buena cantidad de daño, el juggernaut caerá al suelo, momento en el que tenemos que aprovechar para ejecutarlo con RT+X (el movimiento de ejecución por defecto). Es una oportunidad muy valiosa para evitar que el conflicto se extienda, por lo que, si puedes, ve a por ella sin dudarlo en cuanto veas que empieza a tambalearse.
Muy importante es vigilar siempre nuestra barra de resistencia. Vamos a estar, muy probablemente, rodeados de zombis, y nos interesa poder salir corriendo si la cosa se pone fea. Si ves que te estás quedando sin resistencia, intenta huir a algún lugar alto para recuperarte o usar objetos para rellenar nuestra barra y poder retomar el combate.
Hay otras opciones, como intentar dispararle con rifles de francotirador, pero tanto los rifles como la munición escasean, por lo que a pesar de ser la opción más segura, también es la opción más costosa. Otro consejo es evitar enfrentarnos a él en zonas cerradas. Como decimos, es más que probable que vayan bien acompañados, y tendríamos todas las de perder. Si nos encontramos con uno en una zona cerrada, simplemente sal y te perseguirá.
Una alternativa, si jugamos con varios jugadores, es llevarlos a una zona abierta para que nuestro compañero pueda atropellar a diestro y siniestro desde la seguridad del vehículo. De todos modos, a pesar de su aspecto, no son tan difíciles.