Dragon Quest Builders 2 no es un RPG muy centrado en el combate, pues las misiones suelen resolverse con construcciones que necesita la gente. Pero el combate es inevitable, ya sea porque encuentres monstruos en tu camino, aparezcan oleadas que quieren destruir las aldeas o llegue el momento de luchar contra un jefe.
El consejo general es que no rehúyas de los enfrentamientos porque proporcionan experiencia y al subir de nivel tu personaje aprenderá recetas o mejorará algunos aspectos.
Al inicio del juego empezarás atacando con los puños y un simple palo, pero después aprenderás a fabricar espadas y otro equipamiento útil para tu personaje o para Malroth.
Cuanto más luches, más armas conseguirás y más fácil te será derrotar a los monstruos de la zona: mantén el progreso del protagonista de manera natural, actualiza las armas periódicamente y con eso no necesitarás grindear más adelante.
Recuerda: no eres un guerrero
El sistema de combate es sencillo y la estrategia siempre será la misma: aprende el tipo de ataque de cada enemigo y observa cuándo van a atacar. Normalmente basta con saltar hacia atrás para esquivar los golpes, ya que antes del impacto habrá una animación de uno o dos segundos. Evita quedar atrapado entre varios enemigos y mantén la zona despejada por si necesitas huir y replantear la situación, utiliza ataques cargados si tienes tiempo y con eso no sufrirás mucho durante las batallas.
El único peligro real de los combates son los enemigos más fuertes que la media, pero el propio juego de avisará de ello. Pueden ser versiones gigantes de enemigos que encuentras normalmente, pero su vitalidad y daño es mucho mayor, así que no conviene enfrentarse a ellos cuando los veas por primera vez porque serían un derroche de alimentos. Juégatela si has guardado la partida y quieres un gran desafío, pero la idea es que vuelvas a ellos más adelante, con armas más potentes. Eso sí, su recompensa suele merecer la pena, como armas o protecciones avanzadas.
Además, te recordamos que tu personaje es un constructor, no un guerrero. Malroth, que te acompañará durante las expediciones, sí está preparado para la lucha y suele dañar más a los enemigos. La inteligencia artificial hace un buen trabajo con todos tus acompañantes, que atacarán en cuanto ataques o vean una amenaza –e incluso te ayudarán a extraer ciertos materiales si tú lo haces-. Constrúyele buenas armas y deja que él se ocupe de los enemigos si necesitas un respiro para curarte. No es de cobardes, ¡es que este no es tu papel principal!