Este 29 de junio y ya en pleno verano saldrá a la venta Spec Ops: The Line, un juego de acción en tercera persona que nos mete de lleno en la exótica ciudad de Dubái tras haber sido arrasada por una terrible tormenta de arena, tras lo que se origina un extraño y sangriento conflicto bélico. No suena muy refrescante el irse a pegar tiros al desierto en pleno mes de julio, pero seguro que un aire acondicionado o un ventilador, una bebida refrescante, y la diversión que propone el título de los alemanes Yager y 2K Games, hacen que la experiencia merezca la pena.
Hemos tenido varios contactos con él en los últimos meses, y de hecho desde hace unas semanas ya podéis disfrutar de una demo en las plataformas digitales de descarga, Xbox Live y PlayStation Network. Ahora con una beta hemos podido jugarlo desde el principio y pasarnos más de media aventura, y nos hemos hecho una idea muy aproximada de lo que será el producto final. Acción lineal, intensa y violenta para un solo jugador, una historia interesante, una ambientación muy lograda y por momentos inquietante, y un juego en definitiva entretenido que no intenta aportar novedades al género, siendo acción en tercera persona casi de "manual", muy similar a propuestas como la saga Gears of War.
Es en su guion, planteamiento argumental y ambientación donde más se diferencia de otros títulos, con imágenes, sucesos y estampas que se te quedan grabadas en la retina, con algunos momentos bastante impactantes. Se ambienta en un futuro cercano en Dubái, en una época la ciudad más ostentosa y lujosa del mundo, ahora en su ruina más opulenta, tras ser asolada por varias tormentas de arena devastadoras. Abandonada a su suerte y fuera de la ley, el coronel del Ejército de los Estados Unidos John Konrad y el 33 de infantería se quedan para proteger a los civiles que no pudieron ser evacuados. Pasado un tiempo, el mundo dio por muertos a Konrad y a sus hombres, hasta que se captó una débil señal de socorro. En el papel del capitán Walker, tu pelotón de agentes Delta y tú tendréis que infiltraros en este peligroso escenario para localizar a los supervivientes.
Un argumento –reconocido por su guionista- inspirado en la clásica novela El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad, en la que a su vez se inspiró el director de cine Francis Ford Coppola para realizar la mítica película bélica Apocalypse Now. Quienes hayáis leído el libro o visto el film ya sabréis un poco por dónde van los tiros, aunque lo cierto es que por más que avanzamos en el juego nunca tenemos claro quién es el verdadero enemigo, qué está pasando exactamente, y cómo debemos obrar correctamente. De hecho a veces nos ponen en complicados dilemas morales en los que tendremos que decidir qué hacer, existiendo dos opciones y que ninguna nos parezca buena. Estas situaciones no cambian el desarrollo, ni la historia principal, y pueden derivar en que un suceso cambie ligeramente o que los tres personajes tengan un diálogo u otro, pero ponen al jugador en una situación complicada moralmente, lo que ayuda a conectar mejor con estos soldados inmersos en un conflicto que les sobrepasa en todos los aspectos.
El desarrollo es lineal y bastante pasillero, sin lugar para la exploración, ni la infiltración y ni siquiera la táctica. Podemos dar una simple orden de equipo a nuestros compañeros, como que centren el fuego en un objetivo concreto, pero nada más, y estamos ante acción directa sin complejos. Podemos llevar dos armas y hasta tres tipos de granadas –explosivas, aturdidoras, de humo-, y la munición en este terrible conflicto se ha vuelto un bien escaso y se gasta con mucha facilidad, lo que nos obliga a estar constantemente recogiendo las armas y la munición de los enemigos derrotados. Hay armas con varios tipos de disparo –a ráfagas, automático-, una que se convierte en lanzagranadas, un rifle al que le podemos poner una mira de precisión, o incluso en otras podemos colocar un silenciador, que la verdad, no sirve para nada, ya que no hay momentos de sigilo.
Su jugabilidad se fundamenta y mucho en el sistema de coberturas, ya que es bastante exigente en cuanto a los disparos que podemos recibir. A descubierto bastarán que nos impacten tres o cuatro disparos par dar con nuestro huesos en el suelo, por lo que hay que ser muy precavidos, pero lo mismo pasa con los enemigos, y no es necesario vaciar varios cargadores sobre ellos para matarles. A veces se quedan en el suelo tendidos, moribundos, y podemos ejecutarles, algo un poco cruel pero que nos reporta beneficios en forma de munición extra.
Que fuera de las coberturas seamos tan vulnerables hace que estemos siempre a cubierto y detrás de una. Esto provoca que si encontramos una bien posicionada en la que estamos a gusto, podemos barrer un escenario entero de enemigos desde ella, lo que resta dinamismo y variedad a la acción. Los rivales no hacen grandes esfuerzos por sacarnos de las coberturas, por no decir ninguno, y cuentan con una Inteligencia Artificial casi inexistente, no hemos visto ningún comportamiento que nos haya sorprendido, una de las grandes lacras de la actual generación de consolas.
Poco a poco se van incorporando nuevos enemigos: con escopeta que se intentan acercar a nuestra posición, francotiradores, con lanzamisiles, blindados, o incluso un tipo muy peculiar con un cuchillo que rueda por el suelo y resulta muy escurridizo. Nuestros compañeros de pelotón, además de poder ordenarles que disparen a un punto en concreto, a veces tenemos que salvarles el pellejo y reanimarles, algo que por suerte no ocurre demasiado a menudo. En cambio a nosotros ellos no nos salvan, y si nos matan, volveremos al último punto de control.
El desarrollo es muy esquemático; tiroteo, secuencia cinemática, tiroteo, secuencia cinemática, etcétera, y la historia está dividida en capítulos. Hay unos coleccionables en forma de documentos y cintas de audio que aportan más contexto a la historia, y que no son difíciles de encontrar ya que los escenarios son pequeños. Ya un poco más avanzado el juego tenemos tiroteos en espacios más abiertos, pero vamos, nunca hay sitios demasiado amplios y es imposible perderse o explorar un poco los entornos. Por lo que nos hemos pasado ya, parece que la campaña no será muy larga, en la media del género o incluso un poco por debajo, y pese a que su jugabilidad y desarrollo podría ser repetitivo, ya que por más que avanzamos no se introducen nueva mecánicas jugables, la misteriosa historia y los exóticos entornos invitan a seguir jugando.
La ambientación es sin duda su punto fuerte, con una dirección artística destacable y un Dubái arrasado que te crees de verdad, con imágenes impactantes de enormes rascacielos en ruinas medio sepultados por la arena. Este elemento a veces es protagonista en la jugabilidad, ya que por ejemplo si tiras una granada levantas una enorme nube de polvo que ciega a los enemigos, dejándolos indefensos, o a veces estaremos inmersos en alguna tormenta de arena, originando un caótico tiroteo en el que ninguna de las dos partes se puede ver bien. En algún momento puntual hay que romper un elemento del escenario como una cristalera para que la arena sepulte a los enemigos, pero no es algo habitual, son eventos muy "encriptados" y escasos, y el escenario en general no tiene ningún tipo de interactividad o destructibilidad.
Uno de los elementos más polémicos de este juego y que cada vez entendemos menos es por qué no tiene modo cooperativo la campaña. Tras haber ya superado muchos capítulos, siempre, menos una pequeña sección de apenas tres minutos, vamos acompañados de nuestros dos compañeros manejados por la CPU, formando un equipo de tres. Entendemos cuando en un título de acción se quiere realizar una gran experiencia para un jugador y la inclusión de un cooperativo condicionaría todo el desarrollo, por ejemplo no tendría sentido en el reciente Max Payne 3. Pero en un juego en el que siempre avanzamos por la historia con tres soldados juntos, no entendemos el motivo de que no tenga cooperativo para tres jugadores, no tiene sentido y no se justifica de ninguna manera. Haría de este un producto mucho más interesante y apetecible para la gran cantidad de jugadores a los que les encanta pegar tiros junto a unos amigos.
Lo que sí tendrá es multijugador competitivo, que pinta interesante aunque todavía no hemos podido probarlo. Tendrá a dos facciones enfrentadas, los Malditos que apoyaron al coronel Konrad, y los Exiliados que se rebelaron contra sus órdenes. Todos contra todos, combate por equipos, recompensas y habilidades según la clase, como invisibilidad, y al parecer la arena será protagonista, con elementos destruibles provocando avalanchas que podrá sepultar a los enemigos o incluso tormentas de arena.
En el apartado gráfico su punto fuerte es también la ambientación, muy lograda, ya que en lo puramente técnico no consigue destacar en nada. Ni en la calidad de los modelados, ni en las texturas, y las animaciones tampoco son una maravilla, y menos a estas alturas de la generación. El hecho de que tengamos tan fresco en la memoria el magistral Max Payne 3 tampoco ayuda, ya que en comparación Spec Ops: The Line parece más un juego del comienzo de la generación. En cualquier caso se mueve fluido y sin ningún problema en la tasa de imágenes, en ninguna situación, y visualmente es atractivo, con escenarios muy espectaculares y una ambientación por momentos terrorífica.
En el apartado sonoro tenemos un buen doblaje al castellano, y una banda sonora muy cañera, con temas rockeros licenciados, algunos de ellos muy famosos, que le sientan como un guante a este Dubái sumido en la locura.
Clásica acción en tercera persona
En definitiva estamos ante un buen juego de acción que no innova en nada ni lo pretende, y que ofrece tiroteos satisfactorios y entretenidos con una historia cruda e interesante que parece nos deparará sorpresas hasta el final. Como hemos explicado es desconcertante que no incluya cooperativo para tres jugadores, pero parece que lo paliará con un elaborado multijugador competitivo que tenemos ganas de probar. En verano no suelen salir grandes títulos, y este parece que podrá satisfacer sin problemas a todos aquellos que quieran pegar unos cuantos tiros durante sus vacaciones.
