Desde que Mario diese el salto a las tres dimensiones en Super Mario 64, nos hemos ido acostumbrando poco a poco a nuevas entregas que daban un pequeño giro de tuerca a la jugabilidad de la saga, con nuevas funciones o características que hacían ese episodio en concreto único. Tras Super Mario Sunshine y Super Mario Galaxy, las esperanzas del llamado "Mario 3D" de Wii U siguiese este camino, con un nuevo enfoque para la jugabilidad sin perder sus señas de identidad.
Cuando conocimos este Super Mario 3D World, esas expectativas se desvanecieron, y muchos comenzaron a mirar con cierto recelo esta nueva entrega.
Para quienes no lo conozcan, Super Mario 3D World surge como una secuela o sucesor espiritual de Super Mario 3D Land, el primer Mario en tres dimensiones que llegó a Nintendo 3DS, aunque añadiendo algunas novedades y cooperativo para cuatro jugadores simultáneos.
Siguiendo el camino de 3DS
En Super Mario 3D World exploramos entornos tridimensionales, aunque a diferencia de los anteriores "Marios 3D", esta vez la cámara normalmente no gira alrededor de nuestro personaje a nuestro gusto, sino que se mantiene en una perspectiva lateral que muestra en todo momento a los cuatro jugadores sin dividir la pantalla. El objetivo, como siempre, será el de alcanzar la bandera que hay al final de cada nivel, y de ser posible, haciéndolo por el punto más alto de la misma.
Por supuesto, para ello contamos con diferentes objetos que nos permiten mejorar nuestras habilidades, siendo el más destacado el traje de gato, novedad en este título que nos permite atacar a zarpazos y trepar por las paredes. Con este traje podremos acceder a rutas de otra manera imposibles, algo que, obviamente, será recompensado. Lo mismo sucede con los diferentes tipos de monedas ocultas, ya tradicionales en la saga.
Ante todo, diversión
Mentiríamos si dijésemos que no nos hemos divertido jugando a Super Mario 3D World, pero no podemos evitar la sensación de que podría –o incluso debería– ser algo más. Jugando en solitario, es muy, muy parecido a Super Mario 3D Land, por lo que si disfrutasteis con ese juego, con éste probablemente os lo acabéis pasando en grande. El componente multijugador es el verdadero elemento diferenciador, y es un plus de diversión comparable al de los New Super Mario Bros. de Wii y Wii U.
Super Mario 3D World tiene ese algo que te anima a seguir jugando, y que sabe encontrar el equilibrio para que todo el mundo pueda disfrutarlo. Obviamente, éste es un título mucho más orientado a la familia que Super Mario Sunshine o Super Mario Galaxy, pero por el momento se ha perdido el factor sorpresa que nos ofrecieron estos "Marios 3D" de sobremesa cuando debutaron.
Sensaciones enfrentadas también en lo visual
Al igual que en el terreno jugable, también esperábamos más en lo visual. Mario Kart 8 es, como ya hemos dicho, un grandísimo ejemplo de lo que puede hacer Wii U, y la diferencia entre ambos juegos es más grande de la que esperábamos. Si además, como es en nuestro caso, terminamos de jugar al juego de carreras y nos ponemos a jugar a Super Mario 3D World, la diferencia se acentúa muchísimo.
Super Mario 3D World podría clasificarse de detallista, en el sentido de que prácticamente todos los elementos que aparecen en pantalla están recreados con bastante detalle –los modelados de los personajes, con mención especial para algunos enemigos, las texturas, las hojas de los árboles...–, pero apenas hay objetos en pantalla, por lo que queda un conjunto bastante simplista que falla a la hora de atraer al jugador en lo visual.
¿Un nuevo tipo de Mario?
No hemos visto ninguna novedad jugable que no conociésemos ya –las diferentes características para cada uno de los cuatros personajes, las tuberías transparentes–, y volvemos a encontrarnos con esas sensaciones enfrentadas que quizá llegan por esas expectativas que nosotros mismos habíamos creado. No sabemos si Nintendo piensa introducir un nuevo tipo de Mario, uno tridimensional pero orientado a la familia, a diferencia de los títulos para un jugador que había estado sacando hasta ahora, pero lo cierto es que en innovación –uno de los estandartes de la saga en tres dimensiones–, Super Mario 3D World, se queda atrás con respecto lo esperado.
¿Es divertido? Sin duda, muchísimo. Probablemente, cualquier fan de Mario, por decepcionado que pueda sentirse, comience a jugar y lo disfrute como el que más. Incluso aquellos que vean con más recelo el multijugador en 3D pueden llevarse una gran sorpresa al probarlo. A su vez, nos quedamos con las ganas de ver un digno sucesor de los "Marios 3D" de Nintendo 64, GameCube y Wii, y al menos nosotros, no perdemos la esperanza de que como señalábamos anteriormente, sea una nueva subsaga y en el futuro veamos el juego de Mario que muchos esperan.
Aquellos que busquen un juego de plataformas con el que disfrutar con o sin amigos, probablemente encontrarán en Super Mario 3D World un gran ejemplo, ya que hasta donde hemos podido probar tiene un control exquisito, sabe enganchar y divertir al jugador, y lo envuelve en el universo de una saga tan rica y atractiva como ésta. No sabemos qué guardará Nintendo bajo la manga –o si lo guarda– para sorprender a los jugadores de aquí al lanzamiento, pero es innegable que ésta no es la aventura del fontanero que, ya sea para bien o para mal, tantos esperábamos.