Hemos hablado muchas veces que cuando una moda pega fuerte en el sector, ese género se explora –y explota– hasta límites insospechados. Ahora, pues bueno, ya sabéis qué tipo de juego es el que pega fuerte, pero en la época de los 128 bits, fueron los plataformas en tres dimensiones los que estaban de moda. Tras dar pasos agigantados en los 32 y 64 bits, la mayor potencia de las plataformas de antaño permitían introducir nuevas mecánicas y mayor libertad. Pues bien, en esa senda que combina saltos, exploración y acción nos llega este nuevo Sonic.
Nuevo no es sólo Sonic Boom, sino también su estética.
Vinculada a la serie de televisión que se prepara de manera paralela al juego, nos deja ya claro que este título va dirigido a un nuevo público infantil o muy joven, que probablemente ni siquiera está familiarizado con el erizo y compañía, todos ahora con formas más ¿esbeltas? a las que al final nos acabamos acostumbrando.
Aquí hemos estado ya
En la demo hemos podido probar dos niveles. El primero era del estilo Sonic Heroes, en el que íbamos con el grupo de los cuatro protagonistas recorriendo un escenario "GreenHillzonesco", con sus plataformas, sus zonas de velocidad, sus loopings, etcétera. Esta parte está muy en la línea de lo visto en otros juegos en tres dimensiones de la saga, teniendo que coger los "turbos" del suelo para recorrer a mayor velocidad las rectas, esquivar los obstáculos saltando o desplazándonos a los lados con los botones superiores, etcétera.
En estas secuencias de velocidad se introducían algunos elementos nuevos, como la posibilidad de engancharnos a determinados puntos del entorno y balancearnos cual liana. Esto servía para alcanzar zonas de otra manera inaccesibles, y para poner a prueba nuestros reflejos. Señalar que podíamos cambiar también de personaje en cualquier momento usando la cruceta, aunque no era particularmente necesario.
Sí que era más necesario en el segundo nivel que jugamos. En éste íbamos únicamente con Sonic y Amy, y ahora era literalmente imprescindible alternar entre ellos para progresar. Esta fase era mucho más aventurera, y estaba ambientada en una especie de complejo metálico lleno de una sustancia verde dañina para nuestros protagonistas. Nuestro objetivo era explorar el nivel, sin prisas, para poder acceder a una serie de interruptores que nos abrirían la siguiente área, pudiendo romper objetos para conseguir más anillos, derrotando enemigos, encontrando coleccionables, y demás.
También había un componente de plataformeo, con especial énfasis en Amy, ya que es la única que puede desplazarse por unas barras con habilidades propias de la gimnasia artística. Ésta le iría abriendo camino a Sonic, y Sonic iría haciendo lo propio con ella. En una determinada parte del nivel, también teníamos que huir a toda velocidad de un enemigo, entrando en las mencionadas mecánicas de turbo y esquives. Aparte, había un nivel que parecía ser una batalla con Robotnik (o Eggman) pero que no nos dejaron probar.
La potencia del CryEngine
Algo curioso sobre este juego es que pasa a utilizar el conocido CryEngine 3, el motor de Crytek, algo que la saga no había hecho hasta el momento. Sonic Boom se ve bastante bien, muy en la línea de un juego de este estilo en Xbox 360 y PlayStation 3, pero sinceramente pensamos que Sonic: Lost World se ve sensiblemente mejor. Este juego funciona a 30 imágenes por segundo, con marcados dientes de sierra y sin nada que sorprenda a primera vista.
Queremos darle un margen de confianza, ya que puede que lo moderado de su apartado técnico se deba a escenarios muy extensos, multitud de enemigos en pantalla o a elementos muy detallados que todavía no hemos visto. Aun así no es que se vea mal, ni mucho menos, pero nos ha chocado un poco que dé un salto atrás en comparación con su predecesor, y más con un cambio de motor de por medio que, en teoría, debería haber sido para ir a mejor.
Sobre el diseño artístico, está muy en la línea de lo visto en otros juegos de este género, y razonablemente bien integrado con el universo de Sonic, aunque lejos de ser un homenaje constante a otros títulos de la saga. Los enemigos que hemos visto son totalmente nuevos más allá de Robotnik, y los protagonistas, pues… bueno, qué os vamos a decir. Habrá a quien le guste y a quien no, pero sí que os podemos asegurar que cuando estamos jugando no resultan tan extraños, ya que solemos vernos a una determinada distancia y así los distinguimos principalmente por su color.
Un juego con Sonic, no necesariamente un Sonic
Hace ya tiempo que se dibujó una línea difusa que separa los juegos "de" Sonic de los juegos "con" Sonic. Depende de dónde la dibuje cada uno, este juego puede causar más expectación. Siendo lo más objetivos posible, y dejando a un lado lo que representa el erizo de Sega, Sonic Boom: El ascenso de Lyric es un buen juego para el público al que se orienta, que viene a ser el mismo que el de la serie de televisión. Si estás en el margen de edad que disfrutará con ésta, probablemente también lo hagas con el juego, si no, por mucho que te guste Sonic, seguramente tengas mejores opciones.
Sonic Boom: El ascenso de Lyric entretiene al mismo nivel que puede entretener Pac-Man y las aventuras fantasmales 2. Es una actualización de un personaje actual para atrapar a un nuevo público joven, con mecánicas que sólo guardan guiños a las originales. Eso no quiere decir que no se pueda disfrutar si lo cogemos sin demasiadas pretensiones, ya que creemos que desde el prisma que se ha concebido ofrece algo correcto, pero queremos dejar claro el tipo de juego que es y cómo la mayoría de los que conocieron a Sonic en Mega Drive tienen pocas razones para elevar sus expectativas.