Es algo que a Capcom le ha costado muchos años de duro trabajo, pero finalmente lo han conseguido: Monster Hunter ya es una saga de gran éxito en todo el mundo. Si bien la serie siempre ha tenido un público fiel y en Japón lleva arrasando desde sus inicios, gracias a sus últimas entregas y, en especial, a la llegada de Monster Hunter World, la licencia goza actualmente de un nivel de popularidad altísimo, para alegría de todos los que disfrutamos dando caza a sus gigantescas e imponentes criaturas.
Esto le ha dado la excusa perfecta a la compañía para traernos Monster Hunter Generations Ultimate en su versión para Nintendo Switch este mismo mes de agosto, la versión extendida del fantástico Monster Hunter Generations que tantas horas de diversión nos brindó en Nintendo 3DS.
Hace una semana, durante el evento de prensa que Nintendo realizó por motivo de Gamepolis 2018, tuvimos la oportunidad de probarlo por primera vez para hacernos una mejor idea de qué esperar de él.
Lo primero que hay que dejar claro es que se trata de un Monster Hunter clásico, por lo que hay muchos detalles y mecánicas a los que nos tendremos que volver a acostumbrar si venimos de World, ya que regresan los mapas divididos por pantallas de carga, unos controles más rígidos y una menos interactividad con los escenarios.
A cambio, tenemos un producto tremendamente desafiante y con una cantidad de contenidos demencial que hace palidecer fácilmente al nuevo referente de la saga. La galería de criaturas a las que dar caza es abrumadora, regresa el Rango G para ponernos a prueba hasta límites insospechados y se recuperan los estilos de caza de Generations, añadiendo, además, dos nuevos, así como más armas y artes que poner en práctica.
Como veis, si no nos importa volver al estilo tradicional de la serie, vamos a poder disfrutar de un producto completísimo y capaz de ofrecernos decenas de horas de diversión, tanto offline como online.
Aunque la demo que nos han permitido jugar era limitadísima (es la misma que hay en la eShop japonesa), nos ha servido para confirmar que los combates contra estos monstruos se siguen sintiendo igual de geniales que siempre.
De las tres batallas que nos dieron a escoger, decidimos atrevernos con la más difícil, donde tuvimos que vernos las caras con el Valstrax, el nuevo monstruo insignia de esta nueva aventura. Y os podemos asegurar que no nos decepcionó lo más mínimo.
Tras un breve periodo de readaptación a los controles y a la vertiente tradicional de la saga, nos topamos con este enorme dragón, cuyos ataques eran tan amplios como certeros y rápidos. Encontrar el momento adecuado para atacar se convirtió en toda una odisea, ya que raro era el momento que paraba quieto, cargando contra nosotros, alargando sus alas para golpearnos con ellas como si fuesen puños, provocando una explosión bajo sus pies, dando zarpazos e incluso volando al cielo para caer en picado sobre nosotros, obligándonos a esquivar permanentemente e incluso, a veces, a "zonear" para poder curarnos con seguridad. Y por si no fuese suficiente, también podía infligirnos la plaga Dragón.
A mitad de batalla ya empezamos a hacernos con sus diferentes patrones y a encontrar esos preciados huecos para atacar y aprovechar al máximo nuestras artes de combate... hasta que se enfureció, momento en el que prende las partes traseras de sus alas y comienza a embestir a tal velocidad que parece un reactor. Y mucho ojo, ya que cuando entra en este estado el picado que hace desde el aire es dificilísimo de esquivar, requiriéndonos mucha precisión y buenos reflejos.
No hubo ni un solo momento en toda la demo en el que no sintiéramos estar disfrutando de un gran combate de Monster Hunter. El diseño de la criatura es una auténtica pasada, sus animaciones estaban cuidadísimas y nos dejaban boquiabiertos, y la batalla no para de ponernos a prueba sin darnos ni un solo segundo de respiro, dejándonos para el recuerdo una buena cantidad de momentos épicos y con una recta final agónica y muy satisfactoria.
Si pensabais que por volver a la "antigua generación" los enfrentamientos iban a perder garra, no tenéis nada que temer. De hecho, esta cacería nos ha parecido incluso más tensa y emocionante que muchas de las que hemos superado en World.
Eso sí, tenemos que reconocer que detalles como el de volver a tener un mapeado dividido en pantallas de carga resultan muy frustrantes, especialmente por esas situaciones en las que el enemigo se coloca justo en la zona de transición o nos manda contra ella, lo que impide que peleemos con total comodidad.
De igual modo, las mejoras en los controles, la movilidad de nuestro cazador (o cazadora) y la mayor interactividad con los escenarios que aportó World son cosas que se acaban echando de menos y que nos hacen sentir como que hemos dado un paso hacia atrás, lo que no quita que siga siendo un juegazo plenamente disfrutable.
En lo visual, cabe destacar que estamos ante una conversión en alta definición de un juego de Nintendo 3DS, por lo que no esperéis ningún portento técnico. Los escenarios, por ejemplo, son muy discretos y las texturas dejan muchísimo que desear, aunque esto es algo que acaba compensando con el cuidadísimo modelado de los monstruos y sus animaciones, los auténticos protagonistas de la función. Por desgracia, no nos permitieron probarlo en modo portátil.
Del sonido no tenemos mucho que decir, ya que en la sala donde lo jugamos no pudimos escuchar nada, aunque considerando que recupera gran parte de la banda sonora de Generations, estamos convencidos de que no va a decepcionar.
Como veis, Monster Hunter Generations Ultimate tiene una pinta excelente y promete ofrecernos nuevamente los grandes y emocionantes combates que han llevado al éxito a esta adictiva saga de Capcom, por no hablar de la descomunal cantidad de contenidos que promete traer consigo. Todavía nos quedan infinidad de cosas por ver para poder valorarlo adecuadamente, pero la espera hasta el 28 de agosto se nos va a hacer muy larga.
Lo mejor que podemos decir de él es que consiguió absorbernos por completo en el mismo momento en el que desenfundamos nuestras armas para desafiar al Valstrax que se erguía ante nosotros. Éramos únicamente nuestra presa y nosotros, y nada más, y cualquier distracción "externa" como un apartado gráfico algo desfasado, pasaron a un segundísimo plano, pues solo éramos capaces de prestar atención a nuestro enemigo para abatirlo y disfrutar de la emoción de la caza.
Hemos escrito estas impresiones tras probar el juego en un evento celebrado por Nintendo en Gamepolis 2018.
