The Legend of Zelda: Breath of the Wild es, sin duda alguna, uno de los mejores juegos de la historia. Una auténtica maravilla de principio a fin que ha redefinido para siempre lo que entendemos por un "mundo abierto" en un videojuego, revolucionando no solo su propia saga, sino a toda una industria que parecía estancada en una serie de cánones inamovibles.
Mientras esperamos impacientes a que Nintendo nos traiga su secuela en un futuro todavía por determinar, el próximo mes de noviembre podremos disfrutar de una interesantísima precuela que nos contará lo que pasó 100 años antes de que Link despertara de su letargo, uno de los capítulos de esta fantástica historia que más ganas teníamos de conocer. Sin embargo, y para sorpresa de muchos, esto no se nos narrará por medio de un juego de The Legend of Zelda al uso, sino en forma de musou. Bienvenidos a Hyrule Warriors: La era del cataclismo.
El trágico destino de Hyrule y los Elegidos
Antes de continuar con este artículo queremos avisaros de algo muy importante: si todavía no habéis jugado a Breath of the Wild y pensáis hacerlo en un futuro, por favor, dejad de leer, ya que para poder contextualizar esta nueva aventura vamos a dar por hecho que estáis familiarizados con su historia y sus personajes, y no queremos destriparos accidentalmente ninguna de sus sorpresas argumentales.
Dicho esto, esta vez nos tocará viajar a uno de los periodos más oscuros de la saga, cuando toda Hyrule se unió para librar una cruenta guerra contra las hordas de monstruos que comenzaron a arrasarlo todo como anticipo de la resurrección de Ganon, el cataclismo que acabaría llevando a todo el reino y a sus habitantes a la ruina y a su propia destrucción. Como podréis suponer, aquí la historia promete tener unos tintes altamente dramáticos y con un tono mucho más duro del habitual en la serie, pues estamos hablando de una era marcada por los conflictos bélicos y por la aplastante derrota de sus héroes, lo que se acabó saldando con las vidas de la mayoría de ellos y de miles de soldados e inocentes.
Esta premisa argumental no podría resultar más atractiva por diversos motivos, ya que nos permitirá profundizar en cómo fue todo el desarrollo de la guerra hasta llegar a su épico y desesperado final, pudiendo así vivir en primera persona todas esas grandes batallas que acabaron por dejar su huella en Hyrule, algo que veíamos reflejado en cada rincón de Breath of the Wild. Y lo que es más importante, conocer mucho más a los Elegidos (Mipha, Daruk, Revali, Urbosa y, por supuesto, Link y Zelda), así como a otros personajes a los que conocimos brevemente en Switch y Wii U, como Impa. Héroes tremendamente carismáticos de los que apenas nos dieron unos pocos esbozos en la aventura original, suponiendo esta una oportunidad de oro para interactuar con ellos y profundizar en sus relaciones, sus motivaciones y sus personalidades. Con todo esto os resultará fácil intuir los motivos por los que en Nintendo han decidido volver a colaborar con Koei Tecmo para plasmar todo esto en forma de musou, un género que se adapta mucho mejor a lo que se nos pretende contar que la saga principal.
Eso sí, no os penséis que esto es una simple continuación del primer Hyrule Warriors, ya que dicho juego era una especie de celebración no canónica de la serie con viajes interdimensionales que acababan por juntar a héroes y villanos de casi todas las entregas de The Legend of Zelda. Mientras que aquel título apostaba por el fan service puro y duro, La era del cataclismo se centrará únicamente en Breath of the Wild y será una parte integral de su historia, haciendo de él un producto muy diferente y con una intencionalidad bien distinta por mucho que al final acabemos haciendo lo mismo: enfrentarnos a cientos de enemigos a la vez mientras acabamos con ellos de 50 en 50 con nuestros golpes.
Un musou clásico
Y sí, esto es lo que nos vamos a encontrar en el plano jugable, ya que este nuevo Hyrule Warriors es un musou de pura cepa con sus mapas enormes, bases por conquistar, centenares de enemigos a los que machacar y duros generales que prometen ponernos las cosas difíciles mientras combatimos y tomamos diversas decisiones tácticas a la hora de priorizar nuestros objetivos, ya sea asediando bastiones clave o retrocediendo para proteger nuestras fortalezas.
Por lo que nos han mostrado, el sistema de combate parece seguir el esquema de dos botones principales para realizar combos con personajes muy bien diferenciados, con técnicas y estilos de juegos tremendamente distintos. Del primer Hyrule Warriors regresan algunas mecánicas, como el medidor de punto débil de los generales y jefes, el cual quedará expuesto después de que realicen ciertos ataques para que los machaquemos hasta vaciarlos. Si lo dejamos a cero, ejecutaremos un poderosísimo golpe que le restará gran parte de su barra de vida.
Eso sí, tal y como era de esperar, también hay mecánicas heredadas de Breath of the Wild, como el uso de los poderes de la Piedra Sheikah o las esquivas perfectas. Los primeros serían el equivalente a los ítems de este título, permitiéndonos, entre otras cosas, lanzar bombas, paralizar rivales o levantar pilares de hielo que podemos utilizar para alargar combos aéreos. Al igual que en la obra original, una vez usemos alguna de estas habilidades tendremos que esperar unos segundos hasta que se recarguen. Por su parte, las esquivas perfectas nos permitirán ralentizar el tiempo y contraatacar si evitamos un golpe justo en el momento en el que lo vamos a recibir.
Más allá de esto, uno de los aspectos que más dudas nos generan del título son sus contenidos. Venimos de uno de los musous más abrumadoramente completos, largos y pulidos que se han hecho nunca, con más de una treintena de personajes con múltiples movesets en algunos casos, una campaña larga y rejugable y un Modo Aventura que era prácticamente infinito. Si bien todo esto ha sido fruto de múltiples reediciones y pases de temporada, Hyrule Warriors: Definitive Edition no deja de ser un juego titánico que puede adquirirse en Switch fácilmente.
En comparación a esto, la plantilla de guerreros jugables a la que se presta La era del cataclismo no parece muy extensa debido a sus limitaciones argumentales y actualmente solo hay siete confirmados: Link, Zelda, Impa, Mipha, Daruk, Revali, Urbosa). Es de esperar que se sumen algunos más en la versión final, pero no parece que vayan a destacar tanto por su número como por lo genialmente diferenciados que están a la hora de repartir mamporros con ellos. De igual forma, desconocemos qué clases de modos adicionales traerá consigo para que podamos seguir invirtiendo horas tras completar su campaña principal, algo que suele ser de una importancia capital en este género.
A nivel gráfico nos ha parecido todo un acierto que se haya recuperado el estilo visual de Breath of the Wild, así que podéis esperar unos escenarios preciosos y un diseño de personajes al estilo cel shading con muchísima personalidad y unas animaciones cuidadísimas repletas de guiños al juego que precede.
La guerra de Hyrule
Hyrule Warriors: La era del cataclismo es un juego del que todavía nos quedan muchísimas cosas por conocer y descubrir, pero su propuesta nos tiene totalmente ganados, tanto como fans de los musous como de The Legend of Zelda. Poder descubrir en profundidad uno de los capítulos más importantes y dramáticos de la historia de Breath of the Wild mientras libramos épicas y espectaculares batallas contra ejércitos de monstruos es algo que estamos deseando experimentar. Además, no todos los días tenemos la oportunidad de controlar a un elenco de protagonistas tan carismático como este, lo que no hace más que aumentar nuestras expectativas. Por suerte, muy pronto todas nuestras preguntas serán respondidas, cuando finalmente podamos echarle el guante, explorar todos sus contenidos y comprobar si realmente estará a la altura de ser la precuela de uno de los mejores juegos de la historia.