Es muy posible que la mayor parte de los lectores que entren a curiosear en estas primeras impresiones de Octopath Traveler 0 lo hagan con dos cosas en mente. La primera, y por desgracia también de la que más se ha hablado desde que se anunció en el Nintendo Direct: Partnet Showcase de finales de julio, es que no llegará traducido al español. Este detalle, del que dimos noticia pocos días después, parece confirmar una tendencia de la que ya pudimos dar buena cuenta en el análisis de Final Fantasy Tactics: The Ivallice Chronicles. Esta decisión por parte de Square Enix resulta incomprensible si se tiene en cuenta que otro título de características muy similares a este, The Adventures of Elliot: The Millenium Tales, un JRPG de acción que llegará en 2026, sí apareció en nuestro idioma cuando su demo llegó a la eShop de Nintendo para Switch 2. Y si a esto le sumamos que la franquicia Octopath Traveler ha funcionado bien en el mercado, con dos entregas que también han gustado a la prensa especializada, resulta aún más difícil de comprender el porqué de esta extraña decisión. Sea como fuere, no está en nuestra mano cambiarla, por lo que no queda más remedio que aceptarla y pasar página.
La segunda idea que rondará la cabeza de algunos lectores es que Octopath Traveler 0 no es una simple precuela creada de la nada para regocijo de los amantes a la serie sin más motivo que ese, sino una versión reformada del free-to-play que apareció en 2022 para dispositivos móviles, es decir, iOS y Android: Octopath Traveler: Champions of the Continent. La realidad es que es difícil rebatir ciertos argumentos cuando se trata de maximizar los beneficios de los productos de una compañía, algo que a fin de cuentas es la piedra angular sobre la que se mueve cualquier empresa que tenga unos objetivos económicos que cumplir. Para que os hagáis una idea: esta propuesta fue descargada en Japón más de tres millones de veces en tan solo dos días, una auténtica barbaridad. Tampoco es de extrañar, pues es mucho más fácil llegar al público que tiene un móvil (es decir, casi todo el mundo) que a los usuarios que juegan en consola o en ordenador.
Eliminados estos dos factores de la ecuación, ya podemos centrarnos en lo que veremos cuando el juego llegue al mercado el próximo 4 de diciembre. Por lo que hemos podido probar en estas primeras horas de juego (y probablemente muchos de vosotros también, dado que hay una demo disponible que permite echar un vistazo a la nueva propuesta de Square Enix), la reforma de la que hablamos no le ha sentado nada mal a un título ya de por sí bastante sólido en su formato original, gracias en parte a una decisión clave con la que cambia por completo la sensación que transmite: la eliminación de los elementos gacha y las mecánicas propias de un free-to-play de móviles, transmitiendo ahora una impresión mucho más sólida y propia de un JRPG de las características de sus hermanos mayores.
Una buena presentación técnica
Sin embargo, estas características de las que hablamos no son exactamente las mismas que a las que nos tiene acostumbrados Octopath Traveler. Salta a la vista que, a nivel técnico, el juego sigue la línea del espléndido aspecto HD-2D de anteriores iteraciones, un sistema que parece haberse convertido en canon en cuanto a producciones con cierto gusto añejo se refiere. Esta mezcla entre el píxel art de la generación de los 16 bits, de personajes y entornos poligonales magistralmente mezclados con efectos en alta definición, ofrece un toque de fábula semejante al de un cuento infantil con el que ya estamos más que familiarizados. Tanto en el tráiler que os ofrecemos, en el que además podéis echar un vistazo al argumento, como en las imágenes adjuntas al texto, podéis contemplar cómo se insiste en dotar a la ambientación de un toque de fantasía que casa a la perfección con la temática de la aventura.
Hay algunos cambios que llamarán rápidamente la atención a los que hayan disfrutado de las aventuras anteriores. Estos se encuentran principalmente en el uso de una paleta de colores menos saturada y de un diseño de personajes algo más sutil, una decisión que, según el productor Hiroto Suzuki, se emplea con la intención de dotar al juego de una leve sensación añeja, casi nostálgica, de tal forma que se subraye su condición de precuela. En la práctica, este estilo otorga una personalidad propia a los distintos pueblos que visitamos, da un carácter inconfundible a los más de treinta personajes que se pueden unir a nuestro grupo, con un máximo de ocho luchadores por combate, y diferencia esta entrega de las anteriores. Esta personalidad propia es uno de los elementos que más nos han llamado la atención en las primeras horas de partida, cuando el prólogo introduce los acontecimientos que marcarán el devenir de la aventura con un ritmo pausado.
Lo que no ha cambiado es el buen gusto musical del que hace gala la franquicia, con unas bellas composiciones obra de Yasunori Nishiki, responsable también de las melodías de las entregas anteriores. El apartado sonoro es uno de los muchos elementos en los que DokiDoki Groove Works, el estudio al que Square Enix ha vuelto encomendar la tarea de desarrollar el juego, ha puesto especial énfasis. La parquedad de voces que mostraba la versión de móviles poco tiene que ver con el buen trabajo de doblaje que se aprecia tanto en inglés como en japonés. Aunque el hecho de que este Octopath Traveler 0 salga en consolas tanto de la presente generación como de la anterior provoca algunos cambios en determinados aspectos técnicos en los que profundizaremos en el correspondiente análisis. La sensación general que ofrece esta nueva aventura es de estar a la altura de sus antecesores, un concepto que se aprecia sobre todo en el dinamismo de los combates, plagados de impresionantes efectos especiales que se suceden en pantalla a toda velocidad sin acusar caídas en la tasa de frames.
Embárcate en tu propia aventura
La principal peculiaridad de Octopath Traveler 0 radica en la necesidad de restaurar Wishvale, nuestro pueblo natal, que por diversos motivos sucumbe a las llamas. Uno de los objetivos que se planteó el equipo creativo fue posibilitar a todo tipo de jugadores disfrutar de esta aventura independientemente del conocimiento que tuviesen sobre la franquicia (de ahí el sobrenombre de "cero"). Con este planteamiento en mente, lo primero que se nos pide al comenzar a jugar es crear a nuestro alter ego virtual, con algunas (pocas) opciones de personalización, como el color del pelo, de los ojos, de la voz, etcétera. No se profundiza mucho en esta cuestión, pero sí en escoger otros aspectos un tanto curiosos, como nuestro plato de comida favorito y objetos que sirven para potenciar las características del tipo de guerrero que elijamos. Hay tres para elegir: una centrada en el ataque, otra en la curación y una última en provocar estados alterados en los enemigos. Más tarde tendremos también opción a escoger un job o trabajo con el que se añaden interesantes matices que posteriormente podremos explotar en los combates.
La interacción con los personajes secundarios vuelve a cobrar una relevancia muy significativa gracias a los denominados "Path Actions", que nos permiten emplear nuestro poder de persuasión para reclutar a nuevos miembros para la causa u obtener objetos de distinta índole (a veces, previo enfrentamiento con armas), un rasgo que a su vez está determinado por uno de los tres caminos que podremos elegir tras superar el prólogo: el camino del Poder, el de la Riqueza o el de la Fama. Los acontecimientos de los que seremos testigos se determinan por la elección que tomemos en este punto, aunque independientemente de esto, tendremos que completar los tres para acceder al capítulo final. Cada elección que tomamos mientras interactuamos con los personajes que nos rodean tiene una posibilidad de éxito que deberemos tener en cuenta antes de tomar decisiones precipitadas con las que salgamos mal parados.
Un juego, dos líneas argumentales
Existen dos líneas argumentales que transcurren en paralelo: por un lado encontramos la reconstrucción de Wishvale, en la que se introduce por primera vez en la saga la posibilidad de crear casas y granjas con las que garantizamos la prosperidad del pueblo. El sistema es bastante sencillo y se emplea a través de una cuadrícula en la que podemos colocar edificios, como viviendas, que servirán para permitir que se muden a él nuevos habitantes. Aunque se ha hablado mucho de esta característica, no nos ha dado la sensación en ningún momento de ser invasiva o de romper el ritmo de juego, sino más bien todo lo contrario: transmite la impresión de estar recuperando un territorio perdido a manos del ejército del monarca que encarna al villano de turno, aquí llamado Pardis III, y por cuya influencia se empiezan a tambalear los cimientos de la civilización. A medida que transcurren las horas de juego, la narrativa va tomando más fuerza, siendo frecuentes escenas argumentales de una duración considerable en la que se van contestando las preguntas que se formulan al comienzo del juego.
La segunda línea argumental, como comentábamos anteriormente, gira entorno a la elección que hayamos realizado tras terminar el prólogo. Esta nos llevará a recorrer el mundo en un orden específico, aunque no restrictivo, por lo que, si así lo deseamos, podemos ir cumpliendo misiones relacionadas con alguna de las dos líneas restantes. Es decir: aunque elijamos el camino del Poder, lo que hará que se marquen en el minimapa las ubicaciones a las que hemos de dirigirnos y demás, podemos explorar otras zonas si así lo consideramos oportuno. Esta es una de las características que más nos han intrigado en esta primera toma de contacto con Octopath Traveler 0 y, por lo que hemos podido ver, es muy posible que se cumpla con las 100 horas de juego que tanto el productor como el director del juego, Yasuhiro Kidera, han garantizado que nos llevará llegar al final de la trama…, sin contar con la enorme cantidad de misiones secundarias que, como suele ser habitual en el género, formarán también una parte importante de la aventura. Son cuestiones en las que profundizaremos en el correspondiente análisis del título, pero que por el momento nos han dejado un muy buen sabor de boca.
Los mismos combates, pero con más guerreros
Sea cual sea la línea argumental en la que elijamos profundizar, hay algo de lo que no podemos librar: hablamos, claro está, de los combates. Para aportar ese imprescindible toque novedoso al conjunto, el equipo de Kidera nos ofrece la posibilidad de reclutar hasta treinta miembros para nuestro equipo, con opción a formar grupos de ocho combatientes en pantalla. Además de esta llamativa inclusión, con la que se dinamizan los enfrentamientos y se ofrecen más opciones de estrategia, también se han incluido nuevas habilidades que podemos equipar, denominadas Action Skills, así como un ataque especial que se activa en circunstancias específicas, en una serie de habilidades que se describen como Ultimate Techniques. La primera que hemos descubierto posibilita curar a todos los miembros de nuestro grupo de golpe, algo que, a tenor de la exigencia y cantidad de combates aleatorios que disputamos en las fases de exploración, es muy útil tanto ante enemigos comunes como jefes finales.
Nuestro escuadrón ocupa dos posiciones, frontal, con personajes que se dedican a atacar, o trasera, donde encontramos a los curanderos y especialistas en estados alterados. Escoger qué guerrero es más adecuado para cada situación es casi tan importante como dominar el ya conocido sistema de Brake and Boost, que sigue las pautas de anteriores entregas. Lejos de atacar sin analizar a nuestros contrincantes, la franquicia Octopath Traveler es conocida por exigir estudiar las debilidades de los monstruos, empleando los "Boost Points" para dotar a nuestros ataques de una fuerza extra con la que causamos estragos en las defensas enemigas una vez debilitamos su escudo. De lo contrario, sufriremos numerosos ataques que tienden a hacernos añicos en poco tiempo. Por eso es tan importante elegir sabiamente el tipo de profesión de nuestro protagonista, que de nuevo vuelve a ser el único que puede cambiar de categoría. Más adelante podremos construir un campo de entrenamiento en el que los personajes que no estén combatiendo pueden pasar las horas aumentando de nivel y aprendiendo nuevas habilidades a través de los JP (Job Points).
En general, podemos afirmar sin miedo a equívocos que el sistema de combate se ha enriquecido con las novedades aquí expuestas, otorgando no solo el ya mentado mayor dinamismo, sino también opciones estratégicas más amplias y un mayor rango de posibilidades para abordar los enfrentamientos más exigentes.
Una precuela prometedora
Es curioso que justo hayan pasado ocho años desde el lanzamiento de Champions of the Continent, un número que evidentemente guarda una relación muy especial con esta franquicia y que, por estas primeras horas de juego que hemos podido disfrutar, sirve como amuleto de la suerte para el equipo de Octopath Traveler. A pesar de la impresión inicial que muchos usuarios tuvieron en el momento de su anuncio, esta precuela tiene visos de ofrecer una cantidad considerable de motivos por los que estar pendientes de su lanzamiento, con un interesante argumento que detallaremos en profundidad llegado el momento y novedades en casi todos los apartados principales y fundamentales para disfrutar de un buen JRPG.
Hay muchas horas de juego todavía por delante para poder valorar si logrará estar a la altura de sus hermanos mayores y muchos elementos que hemos dejado en el tintero por diversos motivos, pero hay una cosa que esperamos hayamos sabido transmitir a lo largo de este primer vistazo: Octopath Traveler 0 es mucho más que un simple port de móviles a consolas.
Hemos realizado estas impresiones en PS5 con un código proporcionado por Square Enix.
