Dissidia: Final Fantasy es un juego de lucha basado en el uso de golpes y ataques especiales en combates uno contra uno y con un toque rolero que le da una identidad propia frente a cualquier otra propuesta presente en PSP. La alta personalización del personaje (armaduras, ítems, habilidades conseguidas al subir de nivel) se realiza desde un menú al más puro estilo RPG y en un tablero que posee enemigos u objetos útiles dispersos que podemos recoger. Seleccionar un rival supone ir al campo de batalla, en un escenario tridimensional con bastante libertad (más similar a la de un juego de acción que a un juego de lucha versus) en el que mediante la pulsación del botón triángulo podemos interactuar sobre algunos objetos y obstáculos del mapa para recorrer distancias a gran velocidad y esquivar ataques, además añadiendo un toque vistoso que pone a Dissidia cerca de la espectacularidad presente en Final Fantasy VII Advent Children, que claramente ha influido en el desarrollo del juego.

El objetivo final del combate es reducir a cero los puntos de vida (HP) del rival, pero no de una forma simple y machacabotones. Existen dos tipos de ataques, los que eliminan puntos HP (con el botón cuadrado y las variantes de direcciones) y los que eliminan puntos de bravura (Brave Points) realizados con círculo, que determinan el poder de ataque (a más BP, más daño) y también dan paso al Brave Break, estado producido por arrebatar todos los BP al enemigo, que se mostrará indefenso ante los ataques.
Además, contamos con una barra que es capaz de activar el Ex Mode, marcador que aumenta por el daño realizado, el recibido y algunos ítems. Entrar en este modo activa un estado de fuerza mayor y la posibilidad de desatar los EX Burst, que son los típicos ataques finales y poderosos que todo personaje posee (similares a los llamados límites, turbos o sublimaciones, dependiendo de la entrega de Final Fantasy). Por supuesto, los fans encontrarán guiños a esos momentos, entre los que destaca Omnilátigo de Cloud, Super Nova de Sephiroth o Compresión del Tiempo de Artemisa. Si unimos el uso de eventos de botón (los cada vez más típicos QTE) y los combates aéreos, tenemos un juego ágil, rápido y en el que no todo se decide por la pulsación de botones sin sentido, cuenta mucho la estrategia y el uso del escenario como aliado.

Tras los primeros combates iremos comprobando que la complejidad de los combates y la profundidad del juego obligará incluso a repetir algunas historias para conseguir el 100% del juego. Muchos ítems y desbloqueables, como los villanos del juego y dos carismáticos personajes (Shantotto de FF XI y Gabranth de FF XII) más el contenido recogido en el modo museo como perfiles, vídeos, músicas, modelos 3D, ilustraciones, e iconos para los combates) aseguran horas de juego hasta exprimir toda la aventura. No todo resulta positivo en Dissidia, y la simpleza de los enemigos no importantes (clones de personajes de diferentes colores) hace que echemos algo más de carisma a estos enfrentamientos genéricos. Las invocaciones, toda una marca de la casa, están presentes en el juego aunque en esta ocasión no con la importancia clave de los RPG; debemos equiparnos con una piedra de invocación y pulsar una combinación de botones en el momento indicado para disfrutar de su habilidad (mejora en atributos o ataque especial).