"Cuando empezamos con Entwined era un proyecto de estudiantes, y al hacer el juego nos dimos cuenta de lo importante que era el mensaje que contenía. Por eso decidimos que lo que diera personalidad al estudio fuera crear juegos con alma", explica Dominic Robilliard, director creativo de Pixel Opus (estudio perteneciente a Sony) durante la presentación de su nuevo juego: Concrete Genie. Cuando empezaron a pensar en el segundo juego del estudio, recuerda Robilliard, todos sus trabajadores pudieron realizar propuestas y una empleada del departamento de VFX propuso la idea de un chico que debe lidiar con un grupo de matones y dibuja para que le proteja un monstruo, y sobre esa idea surgió Concrete Genie.
En los primeros minutos de Concrete Genie queda clara esa intención. El protagonista, Ash, es un adolescente al que le gusta dibujar por las calles de Denska, una ciudad que vivió mejores tiempos y cuyos habitantes tuvieron que abandonar por un vertido contaminante. Ash recuerda la ciudad llena de vida mientras plasma en su cuaderno varias ideas en lo que es un tutorial muy necesario ya que en Concrete Genie estaremos dibujando constantemente y hay que entender bien cómo funciona. Pulsando R2 el pincel se pone en marcha y con el movimiento del mando le indicamos en qué dirección debe dibujar.
En estos primeros momentos aparece Luna -aunque es posible que en la versión española, ya que llegará localizado, tenga otro nombre, le encaja a la perfección el que tiene en la versión en inglés ya que Ash la dibuja a la luz de la luna y la artista que creó el concepto tiene una perra llamada Luna-, una monstruo azul que va enseñando a Ash todo lo que puede hacer con un pincel mágico. En realidad el dibujo no es libre, sino que se trata de reproducir al tamaño y en la superficie que queramos unas plantillas predefinidas. En algunos momentos Luna pedirá un molde concreto pero también podremos decorar la ciudad como queramos.
El dibujo del genio determina el carácter que tendrá
Además de decorar las paredes, Ash puede usar el pincel para dibujar unos genios que se mueven por las paredes de la ciudad. Primero dibujamos el cuerpo y luego le añadimos otras partes como cuernos o piernas. Lo primero que se dibuja es la cabeza y la dirección de pincel marca la del cuerpo, de manera que en los primeros intentos es habitual dibujar los genios al reves o con formas algo extrañas, aunque en tres o cuatro intentos se entiende bien la forma de diseñar al personaje. El último paso es darle vida.
En una entrevista con Vandal, Robilliard cuenta que los elementos que añadamos al genio y la forma que le demos influirá en el carácter que tenga o en lo que le guste hacer, por ello a lo largo del juego iremos encontrando nuevas partes del cuerpo y podremos cambiar el diseño de la criatura en cualquier momento y ver el resultado de forma instantánea. El director creativo explica si los pintamos más horizontales su carácter se acercará más al de un perro mientras que los genios verticales actuarán más como gatos "y hemos intentado incluir en el juego todos nuestros gatos", apostilla Jeff Sangalli, director de arte de Pixel Opus, también presente en la entrevista.
Genios con distintas habilidades y colores
También iremos hallando la opción de dibujar genios de distintos colores, cada uno asociado a una habilidad. Splotch, un pequeño genio que hay en el exterior de la mochila de Ash, marca qué tipo de genio podemos dibujar; el primero que encontramos es uno rojo, que puede incendiar algunas zonas del escenario y abrir así nuevos caminos.
Los momentos de calma de Ash se ven rotos por una pandilla de matoncillos que rompe el cuaderno del protagonista y dispersa las hojas (recuperarlas es la manera de conseguir nuevos modelos de pintura). Estos críos desempeñan un papel importante porque el trasfondo del juego es derrotar a los abusones, cuya simple cercanía afecta al color de los escenarios y diluye la obra de Ash. Según nos informó Robilliard, durante el juego no solo iremos conociendo la historia de la ciudad y de Ash, sino también la de sus agresores, con algunas experiencias que intentarán explicar cómo han llegado a convertirse en acosadores.
El objetivo final es ir encendiendo todas las luces de los distintos barrios, empezando por el puerto, lo que elimina la oscuridad púrpura de la que huyeron los habitantes de Denska. Pero hay zonas en las que el pincel no funciona porque su poder procede de los distintos genios que Ash pinta y estos le temen al moho negro que hay en ciertas paredes. Para acabar con él hay que acercarse a un genio y rellenar el medidor de súperpintura que se activa pulsando un instante los dos gatillos y sirve para limpiar con el pincel esas áreas con moho y encender las luces que haya en ellas.
Pero no todo es tan fácil, porque por el escenario están los matoncillos y si atrapan a Ash le quitan el pincel, que tendrá que recuperar después de salir donde lo hayan encerrado El protagonista tiene algunas opciones para defenderse -además de las acciones que realice el genio con el escenario- como lanzar una distracción para que se vayan a otra calle, subir a los tejados donde no pueden alcanzarle o gritar si le atrapan. En la fase inicial Ash aprende todas estas mecánicas, a llamar al genio desde otra zona del mapa, interactuar con él y hasta a invocar dos genios a la vez.
Una belleza nostálgica en los escenarios
Pintar con el pincel es muy sencillo una vez entendemos el papel que desempeña el movimiento del mando, aunque el tutorial y las indicaciones que nos da el juego podrían ser más claros en algunos puntos. El estilo artístico de Concrete Genie es bastante oscuro, aunque tiene una belleza nostálgica en los escenarios y es casi relajante ir avanzando a medida que el barrio va mostrando una nueva luz y eliminando la contaminación.
Robilliard cuenta que con el sistema de pintura mediante patrones el estudio pretende que el jugador que no sabe dibujar no se sienta frustrado pero que también sienta que el resultado es obra suya y no lo ha hecho el juego solo. Y la verdad es que lo logra; podemos pasear el pincel por una pared y el dibujo se va adaptando para quedar estético casi siempre; es satisfactorio decorar una zona con varios dibujos, y además ver como los genios reaccionan y expresan distintas emociones.
Fases con acción para combatir jefes finales
En la otra fase de la demo vimos algo totalmente diferente, un jefe final que es un genio, y veremos unas habilidades diferentes de Ash que le permiten moverse rápidamente utilizando el pincel por los escenarios, lo que demuestra que, además de las zonas de puzles en las que hay que averiguar cómo pintar para encender todas las luces y limpiar el área, habrá algunas con acción.
Concrete Genie es la historia de cómo superar el acoso de un grupo de matones. En el caso de Ash, él utiliza la creatividad y los seres a los que es capaz de dar vida. El estudio se ha documentado hablando con asociaciones anti acoso, pero también con algunos agresores para entender qué les convirtió en matoncillos que sentían placer al agredir.
Aunque Pixel Opus es parte de Sony Worldwide Studios no se trata de una de las grandes producciones a las que nos tiene acostumbrados PlayStation, es algo más modesto y personal. La parte que hemos jugado es muy agradable y el juego tiene un ritmo tranquilo en los puzles pese a la presencia constante de los pandilleros y sus malas intenciones. Interactuar con los genios es divertido, desde chocar los cinco con ellos a verlos alegrarse ante un dibujo, y crearlos es entretenido. La parte de la jugabilidad funciona y queda por ver si esa intención de transmitir emociones y de empatizar se consigue igualmente.
Concrete Genie se pondrá a la venta el 9 de octubre en exclusiva para PS4 con un precio de 29,99 €.
Estas impresiones se han escrito después de haber probado el juego y haber entrevistado a miembros del estudio en un evento celebrado en la Playroom de Sony de Madrid.
