Este primer trimestre del año llegan dos exclusivos de PlayStation 4 orientados a jugadores muy diferentes; The Order: 1886 llegó en febrero destinado a un público lo más abierto posible, que guiaba al jugador con mano suave a lo largo de la historia, y a finales de marzo saldrá a la venta Bloodborne, sólo para los jugadores más curtidos, pacientes y expertos y que quiere absorber tu alma durante muchas horas, hasta que casi te sangren los dedos y hayas sentido cien veces la tentación de tirar el mando.
El estudio japonés From Software tiene una trayectoria de décadas, pero en 2009 es cuando dio con la clave del éxito con Demon's Souls. Su dificultad endiablada y exigente, un control muy personal y el trato implacable al jugador fueron los rasgos que convencieron a la crítica y los jugadores más entregados. Esos pilares se han mantenido después en la saga Dark Souls y ahora sustentan Bloodborne. From Software le ha cambiado el collar al perro, pero este sigue siendo igual de rabioso.
En los anteriores avances del juego ya os hemos explicado un poco la jugabilidad de Bloodborne, y ahora hemos jugado los primeros minutos y hemos confirmado esas impresiones vividas. Aquí vamos a contarte cómo son esos primeros instantes, la creación del personaje y las sensaciones al enfrentarte a los primeros enemigos.
Nada más abrir los ojos en Yharnam, el mundo del juego, te dejan bien claro que no lo vas a pasar bien. Frente a la ambientación de fantasía medieval de Dark Souls, Bloodborne se inspira en la Inglaterra victoriana tan de moda actualmente en los juegos. Un siniestro personaje con un sombrero y los ojos vendados te dice -mientras tú estás inmovilizado sobre una mesa- que necesitas un contrato de sangre y, sin más preámbulos, pasamos a la creación del personaje.
El nivel de personalización es bastante alto: primero eliges entre tres edades (juventud, madurez y vejez) aunque sólo afecta al aspecto del protagonista y no a sus habilidades. Hay nueve tipos de personaje, y esto sí afecta a los puntos asignados a cada habilidad (ecos de sangre, vitalidad, aguante, fuerza, habilidad, viveza de sangre y arcano). No son clases tan habituales como en otros juegos, lo que te lleva a analizar bien cómo modifica cada una de ellas las habilidades.
Por ejemplo, "Pusilánime" es un personaje equilibrado, pero a primera vista no es tan fácil saber cómo es uno con "Infancia atribulada", aunque sí da pistas la definición de esta clase: "sufriste en tu juventud y eres más resistente". La última de las categorías, reservada a los más valientes y hábiles luchadores, es "Desperdicio" con esta definición: "No tiene importancia, no debería haber nacido". Es, claro, el equivalente en Bloodborne al "Marginado" de Dark Souls.
Termina la elección del personaje con el aspecto físico que quieres que tenga, el género, la voz, el color de la piel, la elección de rasgos faciales y del cuerpo. Aparece aquí de nuevo la opción de edad, así que puedes modificar la que hayas elegido antes. Un nuevo vídeo te acaba de ambientar, por si no aún te quedaba alguna duda de que Yharnam es un mundo oscuro, tétrico y en el que la muerte está omnipresente. Unos seres deformes y terribles trepan por tu cuerpo con poco sanas intenciones; toda una pesadilla.
Tras esto, empieza el juego en sí. El control es el que ya habitual en los juegos de From Software, con un gatillo para atacar con el arma de cada brazo y los botones sobre ellos para transformar el arma y realizar otro ataque. Con círculo reculas, con R3 fijas el objetivo. La parte izquierda del panel táctil sirve para realizar gestos en el multijugador y la derecha para abrir el menú de objetos y efectos personales.
El largo tutorial de otros juegos ha quedado ahora reducido a pequeñas pistas. En el suelo de la habitación de la Clínica Losefka en la que despiertas hay manchas negruzcas, y cuando las activas surgen del suelo unos cuantos seres deformes que te indican cómo atacar y fijar el objetivo, dos movimientos básicos en el juego. Estos seres te informan también de las notas que hayan dejado otros jugadores.
En la segunda habitación unos gruñidos inquietantes no presagian nada bueno. En efecto, un lobo de un tamaño considerable está devorando un cadáver con fruición. Y está junto a la única puerta de salida, claro. Y en ese momento te das cuenta de que estás desarmado.
Te quedan dos opciones, o esquivas a la bestia pasando por su lado lo más rápido posible o te enfrentas a ella sin armas. Un compañero optó por lo primero, e incluso logró avanzar en el juego eliminando a un par de enemigos con los puños. Nosotros optamos por lo segundo, conscientes de una segura muerte que llegó tras un par de zarpazos certeros. Probablemente no pasaron más de 30 segundos desde que comenzó la partida hasta que vimos por primera vez el familiar "Has muerto".
Al morir vas a la zona El Sueño del Cazador, un remanso de tranquilidad en el que tienes la tienda del juego, el acceso a ciertas zonas mediante tumbas (cuando hayas conseguido el cáliz necesario en cada caso), y en esta primera visita recibes un arma de fuego para la mano izquierda (a elegir entre dos, una tipo pistola y otra similar a un trabuco), un arma blanca para la mano derecha (a elegir entre tres), y un cuaderno para las notas. También está la Lápida del despertar para resucitar donde elijas y dos zonas cerradas.
Una vez armado y tras recuperar tu alma y eliminar al lobo (o correr para escapar de él) llegas a una puerta desde la que accedes a un patio que hay que explorar y sales a la zona central de Yharnam. No hay música, pero tampoco silencio absoluto, un ruido sordo, indefinido, transmite sensación de peligro constante, y unas campanas repican de vez en cuando a lo lejos. Lo que ves no ayuda a tranquilizarte. Hay ataúdes atados con cadenas por doquier. Junto a un carro yace un caballo en descomposición al que sobrevuela una nube de moscas. Todo transmite esa sensación de estar corrompido, el mal casi se respira.
Los juegos de From Software nunca han destacado por la calidad técnica, pero Bloodborne sí da la sensación de que ha mejorado gráficamente respecto a títulos anteriores, e incluso respecto a la remasterización para PS4 de Dark Souls II: Scholar of the First Sin. No es que sea un juego puntero técnicamente, pero sí que el estudio ha mejorado respecto a trabajos anteriores.
En el combate pudimos corroborar lo que ya apreciamos en las impresiones del pasado diciembre: es mucho más ágil que en Dark Souls. Si has jugado varias decenas de horas a esa serie entenderás rápido cómo funciona, pero también te darás cuenta de que hay cambios sustanciales. No siempre es buena opción adelantarte, golpear y retroceder esperando que surja una nueva ocasión de herir al adversario. Si en el ataque te golpean tienes un tiempo en el que la parte de vida que te hayan quitado permanece en otro color; si atacas en esos instantes, vas recuperando ese trozo de la barra. Esto añade tensión y agilidad a las luchas, en las que es más importante que nunca atacar y esquivar.
El segundo enemigo al que nos enfrentamos lleva levita y chistera raídas sobre sus carnes putrefactas. En la mano izquierda porta un hacha y en la derecha una antorcha. Y maneja las dos con bastante soltura. Un poco más lejos encontramos a un ejecutor, una especie de trol encapuchado armado con un hacha gigantesca, lento pero demoledor en sus ataques. El trol pasea por una zona, y si te mantienes fuera de su vista puedes esperar para golpearle primero cuando está de espaldas, logrando que se tambalee y obtener una pequeña ventaja. También puedes hacer que se tambalee si sincronizas el disparo de un arma de fuego con el ataque del enemigo.
From Software ha seguido las pautas principales de sus juegos más apreciados, pero las ha revestido en una nueva ambientación y ha reescrito algunas normas para que el combate se perciba a la vez como algo familiar y algo nuevo. Ni es Bloodborne para todo tipo de jugadores ni probablemente se convierta en un superventas, pero sí es un juego que puede lograr que te decantes por una consola. Lo que hemos visto indica que From Software realiza en su camino algunas modificaciones pero manteniendo las señas de identidad.
Bloodborne sale a la venta para PlayStation 4 el 25 de marzo.
