Desde su nacimiento en 1999, la serie Medal of Honor se ha convertido en uno de los referentes del género de la acción en primera persona, y más concretamente dentro de los juegos ambientados en la Segunda Guerra Mundial, por su espectacular puesta en escena y realismo a la hora de plasmar los acontecimientos que los soldados vivieron en dicho conflicto. Sin embargo, con el paso de los años, la serie ha ido perdiendo popularidad y repercusión en la industria del videojuego frente a los cada vez más frecuentes títulos de la competencia y, sobre todo, ha sido duramente criticada por la falta de libertad con la que los usuarios se encontraban en el desarrollo de las misiones. En este caso, primaba más el componente cinematográfico y la espectacularidad que la libertad de movimiento.
Con este último dato como telón de fondo, Electronic Arts se dispone a ofrecer a los aficionados al género una nueva entrega de esta saga totalmente renovada en sus bases jugables, con la espectacularidad intacta, pero con un desarrollo de las misiones más libre y novedoso que nunca.
Con Medal of Honor: Airborne la compañía pretende conseguir un cambio similar potenciando todavía más los aspectos relacionados con la libertad de movimiento, e intentando que las batallas sean lo más realistas posibles. Para ello, Electronic Arts le ha ortigado el protagonismo absoluto a las misiones aerotransportadas que se llevaron a cabo en Italia y Alemania (Operación Varsity), obligándonos antes de iniciar cada misión a realizar un salto desde los C-47 que cubrirán los peligrosos cielos de Europa.
En el interior de estos aviones, manteniendo los clásicos elementos de espectacularidad cinematográfica que han sido una de las señas de identidad de la serie, podremos observar como nuestros compañeros de vuelo se mueven inquietos ante el inminente salto, como las defensas antiaéreas destrozan a los aviones aliados, o como la artillería enemiga perfora el casco de nuestro maltrecho C-47. Sin embargo, lo peor estará por llegar, ya que deberemos saltar al vacío mientras decenas y decenas de enemigos aprovechan sus posiciones desde tierra para abatirnos como si de un juego de tiro al blanco se tratara. Para evitar estas situaciones, seremos nosotros los que decidiremos hacia qué dirección avanzaremos, pudiendo incluso disparara desde el aire para despejar la zona de aterrizaje.
Y aunque en un principio esta decisión pueda parecer meramente decorativa, el simple hecho de aterrizar en un punto determinado del escenario, y no en otro, variará considerablemente los objetivos que deberemos desarrollar en la misión, y la forma de solventar los enfrentamientos con los rivales con los que nos encontremos. De este modo, tomando el control del soldado de primera Boyd Travers, deberemos vencer a los enemigos en una gran variedad de escenarios en los cuales los rivales y nuestras propias tropas aliadas se comportarán de una forma tremendamente realista. Así pues, una vez en tierra, podremos movernos libremente por un escenario de batalla de grandes dimensiones con total libertad, desapareciendo por completo los niveles lineales que hasta la fecha habían plagado todos los capítulos de la saga.
Además, como explicábamos, en Medal of Honor: Airborne el punto desde el que iniciemos la misión nos marcará el propio desarrollo de la batalla, pudiendo aterrizar tras las líneas enemigas, lo que puede provocar que nos encontremos en una situación de combate permanente; o lograr caer en una zona alejada de las posiciones contrarias, lo que puede facilitarnos una infiltración más sigilosa en el complejo a asaltar. También, nuestras unidades pueden caer en puntos del escenario distintos al nuestro, lo que en determinados casos puede permitirnos orquestar ataques desde varios frentes, o sufrir las graves consecuencias del guerrear en solitario.
Otro elemento novedoso lo encontraremos en la posibilidad de cumplir algunos de los objetivos de cada escenario de la forma que queramos, dependiendo éste factor del lugar desde el que hayamos iniciado la misión y de nuestras acciones en el propio campo de batalla. De este modo, por ejemplo, uno de nuestros objetivos puede consistir en hacernos con unos documentos ocultos en una base enemiga pero antes, si queremos, podemos facilitar el despliegue de nuevas unidades aliadas eliminando las defensas antiaéreas del entorno. Como afirman los desarrolladores, en esta ocasión los escenarios serán circulares, por lo que no tendrán un punto de partida y salida marcados desde el principio; seremos nosotros los que con nuestras decisiones decantemos la batalla a nuestro favor o en contra. En este sentido, el comportamiento de las tropas enemigas resultará de lo más realista, llegando incluso a moverse por el entorno de forma libre cubriendo las posiciones que se encuentran bajo asedio, o remplazando a las unidades caídas. Del mismo modo, aprovecharán al máximo los elementos del entorno para protegerse de nuestro fuego, lo que sin duda nos obligará a emplearnos al máximo para salir con vida de las distintas acometidas en las que nos veremos envueltos.
También destacará la opción de modificar o actualizar nuestras armas como hacían los soldados en el conflicto, pudiendo incorporar nuevos mecanismos a nuestro equipamiento para adaptarlo a nuestro estilo de juego. De este modo, por ejemplo, podemos integrar un sistema para que la cadencia de fuego en nuestro fusil sea mayor, o incorporar un lanzador de granadas para poder terminar con reducidos grupos de enemigos en un santiamén. El mapa táctico será otro de los elementos fundamentales en el desarrollo de las misiones ya que deberemos usarlo constantemente para conocer la posición de los enemigos en el campo de batalla, y la ubicación de nuestros objetivos.
En lo referente al apartado técnico, el estudio de Los Ángeles de Electronic Arts trabaja en una versión mejorada del motor gráfico Unreal Engine 3 que les permitirá mostrar unos campos de batallas realmente espectaculares, con decenas de soldados combatiendo sin tregua, pero en los que además se está poniendo especial atención para mostrar con todo lujo de detalles todo el apoyo logístico que hay detrás de un conflicto de tal envergadura. En este sentido, la compañía ha contado con el apoyo del Capitán Dale Dye, el asesor técnico militar que participa en la serie desde hace años, para que la experiencia de juego y la ambientación sea lo más realista posible. Siguiendo con este objetivo, EA trabaja también en un sistema de animaciones faciales realmente sorprendente que mostrará los sentimientos de los soldados con un nivel de detalle asombroso.
En definitiva, este nuevo Medal of Honor promete revitalizar la serie al máximo no ya sólo ofreciendo un apartado gráfico y sonoro espectacular, sino centrando la mayoría de mejoras en el sistema de juego, lo que sin duda agradará a los miles de aficionados de esta exitosa saga. Con una campaña individual más libre que nunca y dotada de un nivel de rejugabilidad elevado (jugar un mismo escenario no tiene por qué ser siempre igual), mas un prometedor sistema de juego online, Medal of Honor: Airborne promete volver a alzarse con el trono de los juegos de acción bélica.
