Pese a las críticas de los más acérrimos seguidores de Interplay, la idea de Bethesda de aplicar al universo Fallout la misma visión que a su saga Oblivion demostró ser un gran éxito a finales 2008, hasta el punto de que el presente ha superado, con creces, al pasado. Mientras hay un tupido velo sobre qué está haciendo el equipo original de Fallout 3 y, de hecho, el equipo al completo de Bethesda, este año llegará está pseudo secuela ambientada en New Vegas, lo que queda de lo que antaño fue la Ciudad del Pecado.
El juego está ambientado en una época muy similar a la de Fallout 3, tan solo tres años después, pero el entorno es muy diferente. No solo cambiamos las ruinas de las antaño florecientes Washington y Baltimore por el desértico panorama del estado de Nevada. También hay un cambio de actitud en todo el juego.
Las Vegas no fue destruida por un ataque nuclear, así que los entornos del juego son simplemente arcaicos, pero no ruinosos. Las carreteras están quebradas por la falta de mantenimiento durante 300 años y los coyotes campan a sus anchas en cuanto se termina la civilización, pero al menos hay algo de civilización, y muy pocos mutantes.
En este contexto nos situamos en una aventura que nos llevará por el desierto de Mojave, otras partes del estado de Nevada y, por supuesto, New Vegas en sí. No se trata de una secuela completa de Fallout, ni tampoco de una expansión. La mejor comparación posible es la de GTA 3 con GTA: Vice City. Un juego que mantiene gran parte de lo visto en el anterior, pero con una historia y ambientación completamente diferentes y varias novedades jugables.
Solo tuvimos una hora para jugar a New Vegas, y los primeros minutos los gastamos, muy a nuestro pesar, en pesados diálogos con Doc Mitchell, el médico que nos cura, pues estamos en el papel de un mensajero al que han encontrado medio muerto, con varios tiros entre pecho y espalda, y por supuesto sin su paquete entregado.
El doctor nos cura, nos da una breve introducción, y luego nos pide ir a una máquina de comprobación de vigor (para distribuir nuestros puntos de atributos), luego nos hace una serie de preguntas de comportamiento, para determinar el tipo de jugador que somos y sugerirnos a dónde destinar nuestros puntos de habilidad, y finalmente nos pone unas figuras Rorschach para luego sugerirnos que rasgos elegir (Perks en inglés, que siempre tienen una característica positiva y otra negativa).
Una vez terminado el negocio con el doctor, salimos a la luz del sol, y nos encontramos con un mundo tan abierto como el de Fallout 3, pero diferente en estética y en orden. El caos social de Fallout 3 es sustituido en New Vegas por una serie de facciones que se disputan el control de la zona, concretamente la Nueva República de California, la Legión de Cesar y, aunque de menor tamaño, otras bandas. El mundo está organizado, hay pueblos donde más o menos hay leyes, y casi todos los personajes tienen algo que contar y están relacionados los unos con los otros. Es, definitivamente, más civilizado que Fallout 3, algo que aprovecha el nuevo sistema de reputación y moralidad del juego.
Ésta es una de las principales novedades de New Vegas. Dependiendo de nuestras acciones, tendremos una reputación con una facción y en un lugar, lo que determinará como reaccionen ante nosotros. En la demo que jugamos, tras cumplir una primera misión en la que había que hacer de justicieros locales, al más puro estilo Lorenzo Lamas, nos poníamos a investigar el entorno que rodeaba al pueblo, y teníamos ocasión de empeorar un poco nuestra reputación.
Aparte de descubrir varios lugares que serían muy interesantes de explorar de no estar en una feria con tiempo limitado, pudimos enemistarnos un poco más con una banda, hasta llegar a ser considerados realmente viles, y traicionar por la espalda a un guardia de la Nueva República de California para quedarnos con su uniforme y su arma.
Por supuesto, el sistema VATS vuelve a estar presente y vuelve a ser realmente útil para los combates, aunque siempre limitado por la distancia a la que estemos del enemigo, los puntos de habilidad que tengamos y, en la demo, la munición. Pudimos comprobar también que el nivel de gore no ha bajado y que las explosiones de cabeza y desmembramientos siguen estando a la orden del día. Habrá más novedades en el sistema, como los ataques especiales, pero no pudimos probarlos al ser solo de nivel 2. También habrá muchas armas nuevas y la posibilidad de configurarlas y añadirle modificaciones, pero tampoco llegamos hasta ese punto.
Sí notamos cómo influye el sistema de reputación en el recibimiento que nos dan en los diferentes lugares que visitamos, y lo útiles que resultan las advertencias. Apenas un minuto después de que el robot que nos sigue nos advirtiese que estábamos entrando en territorio peligroso, dos escorpiones mucho más grandes que nosotros, y mucho más rápidos, ya nos habían matado sin contemplaciones.
Fallout: New Vegas satisfará con creces a aquellos que disfrutaron de Fallout 3, y su nuevo enfoque más civilizado puede "captar" a algún seguidor más. Sin duda se trata de uno de los juegos que tiene asegurado el éxito este año entre su público.