Cuando se presenta una nueva marca o saga, tanto los jugadores como la prensa no tardamos en buscar juegos a los que se asemeja, en los que se inspira, o a los que se parece en más o menos aspectos. Al hablar de Dishonored podríamos mencionar títulos como BioShock, Thief, Deus Ex, Hitman, Half-Life 2, Mirror’s Edge y otros tantos, a los que se parece ya sea en el aspecto visual o en el jugable. Pero lo realmente meritorio del nuevo juego de Bethesda desarrollado por Arkane Studios es que a pesar de recordarnos a muchos títulos, cuenta con una fuerte personalidad propia, derrocha carácter y carisma, y nos parece algo distinto en el género de la acción en primera persona.
Ya cuando se anunció el año pasado nos llamó mucho la atención, gracias a los nombres que están tras su desarrollo, y tras haberlo probado podemos decir que se nota y mucho su mano.
Diseñado por Harvey Smith, responsable de juegos como System Shock o Deux Ex, junto a Raf Colantonio, quien trabajó en Arx Fatalis y Dark Messiah of Might and Magic, y con Viktor Antonov, el diseñador artístico de Half-Life 2, quien pone su impronta al llamativo aspecto visual de Dishonored.
Una estética neo-victoriana y steampunk que nos parece irresistible, en uno de los juegos en primera persona de la generación con una dirección artística con más personalidad y buen gusto, de esos que basta ver una sola captura para saber qué título estamos viendo. Y su propuesta jugable no es menos interesante, y algo que queremos dejar muy claro, no estamos ante un juego de acción en primera persona más, aquí lo que importa es el sigilo, la infiltración, el avanzar por sus escenarios de maneras ingeniosas y creativas, lo que no quiere decir que tengamos que librar algún que otro combate.
Por su cercanía en el tiempo, ya que salió hace menos de un año, nos recuerda al genial Deus Ex: Human Revolution. No tendremos a nuestra disposición un enorme mundo abierto, sino diferentes misiones que nos llevarán a escenarios bastante grandes, con múltiples caminos y opciones para cumplir con nuestro objetivo. Será importante observar nuestro entorno, saber de qué habilidades disponemos y cómo las podemos usar en cada situación, y obrar en consecuencia para resolver la misión.
En el nivel que hemos podido jugar en este E3 había que secuestrar a un científico que se encontraba en lo alto de un edificio, de una especie de fábrica, y para llegar hasta él no nos daban ningún tipo de indicación ni nos llevaban de la mano, todo lo contrario, teníamos total libertad desde un principio para resolver la situación como quisiéramos. En esta demo ya estaban desbloqueadas todas las habilidades, por lo que nos lo pasamos en grande probándolas, intentado hacer diferentes cosas y ver sus consecuencias. En una feria como el E3 en el que estamos corriendo todo el día siempre con prisas para ver y probar el mayor número de juegos, nos tomamos con calma este contacto con Dishonored, y vaya si lo disfrutamos.
Tomaremos el papel de Corvo Atano, acusado falsamente del asesinato de la querida emperatriz, pasando de ser su legendario guardaespaldas de confianza a convertirse en un temible asesino, conocido únicamente por la perturbadora máscara que ha convertido en su tarjeta de visita. La ciudad vive un periodo de incertidumbre y se encuentra asediada por la peste y por un régimen opresor armado con tecnologías neoindustriales. En este trasfondo, fuerzas oscuras conspiran para ofrecerte poderes que ningún otro ser humano jamás podría imaginar, pero… ¿cuál es el precio? Una historia de traición y venganza, que como otros aspectos de este título es muy interesante.
En este demo ya teníamos disponibles la gran mayoría de poderes sobrenaturales con los que contaremos a lo largo de toda la aventura, y al ser la primera vez que jugábamos nos vimos un poco desbordados con tantas posibilidades. Realizar un golpe de viento arrastrando a objetos o rivales, teletransportarte a un punto lejano del escenario, una habilidad importantísima, invocar un grupo de ratas que atacarán a quien se encuentre cerca, o la visión oscura que te permite ver a los enemigos a través de las paredes. También podemos ralentizar el tiempo, que tendrá diferentes usos ya sea en los combates o en otras situaciones a modo de puzles, y un poder para poseer seres vivos, desde humanos a animales como ratas y peces, que nos permitirán llegar a lugares inaccesibles de otra manera.
Cada una de estas habilidades especiales gasta puntos de maná, más o menos dependiendo de lo importante que sea, y junto a estos poderes sobrenaturales podemos usar armas, como cuchillos, pistolas o ballestas –con distintas municiones-, que se pueden equipar a dos manos. Para acceder al armamento y las habilidades contamos con una rueda enorme, pero podemos crear hasta cuatro accesos directos en la cruceta digital. Con tantas armas y poderes, y todos tan distintos, cuatro accesos directos acaban resultando pocos, y veremos si no acaba resultando un poco pesado tener que estar constantemente abriendo la rueda de habilidades, aunque imaginamos cuando lleves jugadas varias horas esto se hará de manera rápida e intuitiva.
Con el botón de agacharse entramos en modo sigilo, y cuando sorprendamos a un enemigo por la espalda podremos elegir si matarle o solo dejarle inconsciente. Al parecer podremos tomar muchas decisiones a lo largo del juego, de perdonar o no la vida, de liberar a un preso que te pide ayuda o dejarle encerrado en su celda, y veremos cómo afecta esto al argumento o al desarrollo, pero en un principio es interesante.
Ya matemos o dejemos inconsciente a un soldado, deberemos tener cuidado de dónde dejamos el cuerpo ya que podría descubrirlo un compañero, y podemos agarrarlos y esconderlos, o simplemente tirarlos al agua. Si un cadáver permanece mucho rato en el suelo, aparecerá un grupo de ratas y se lo comerán, en una escena bastante impactante. Es curioso el protagonismo que tienen estos animales, ya sea porque las podemos usar contra los enemigos, meternos en una de ellas y controlarla, e incluso en alguna ocasión nos han atacado.
Para ayudar al sigilo y observar el entorno, ya que no contamos con ningún radar que nos indique la posición de los enemigos, solo nuestra capacidad de observación, podemos asomarnos pulsando un botón, ya sea en los marcos de las puertas o tras cualquier otro objeto, muy útil antes de seguir avanzando o adentrarnos en alguna habitación. Estamos ante un juego de ritmo pausado, no apto para los menos pacientes, ya que hay que pensarse a cada momento cómo avanzar, y pararse a observar el entorno, la colocación de los enemigos y sus rutas.
El personaje es muy ágil, puede escalar y agarrarse a objetos, y los escenarios están llenos de elementos con los que podemos interactuar, como textos y otros documentos que aportan más detalles de la historia, mapas, comida que recupera la salud, objetos que llenan el maná, o distintos tipo de municiones. En la ballesta en concreto podemos usar flechas normales, explosivas, electrificadas y unas muy útiles que duermen a los enemigos. Hay objetos como botellas que simplemente se pueden utilizar para causar ruido y atraer a un guardia, y hay unas baterías que si lanzamos son explosivas, pero que se utilizan en muchos lugares del escenario para alimentar de energía, algo que hicimos por ejemplo en un ascensor que no funcionaba.
Hay granadas explosivas, de humo, minas de proximidad, como podéis ver no son pocos los recursos con los que contamos para afrontar las misiones, pero siempre será muy recomendable pasar desapercibidos. Tuvimos algún combate con dos o tres soldados a la vez, y comprobamos que somos muy vulnerables, y un par de golpes o disparos pueden acabar con nosotros. Una de las habilidades que más nos gustan y que ya habéis podido ver en algún vídeo es que si saltas sobre un enemigo y pulsas el botón de ataque en el salto, al caer lo ejecutarás con el cuchillo en una acción muy espectacular.
A veces te cruzarás con personajes no hostiles, como al adentrarnos en un edificio con criadas, que si nos ven pueden dar la voz de alarma, y hay que evitarlas, pero si te descubren entrará en juego la toma de decisiones y la moralidad, ya que podrás dejarlas simplemente inconscientes o matarlas. Una vez hemos llegado a lo alto del edificio, en una especie de jardín botánico nos encontramos con el objetivo, al que podemos dormir de diferentes formas, ya sea con un dardo o golpeándolo y dejándolo inconsciente. Después toca coger el cuerpo e intentar escapar del escenario, lo que no será fácil.
Mediante nuestra habilidad para teletransportarnos nos movemos por los tejados, pero al llegar cerca de la ruta de escape nos topamos con un "zancudo", esos robots pilotados de enormes patas que nos recuerdan a los vistos en Half-Life 2. Al estar en una posición elevada en un tejado no nos lo pensamos demasiado y saltamos hacia él, pulsando el botón de ataque en el aire, y nos agarramos a su parte trasera, arrancándole una batería y haciéndole explotar. En el suelo matamos a tres enemigos haciendo uso de la pistola y el cuchillo, y por fin bajamos a los canales donde nos esperaba un barquero al que entregamos el rehén, acabando con esto la misión.
Los gráficos no parece que vayan a ser muy punteros, pero sí su excepcional diseño artístico, que le aporta una gran personalidad. Además estos diseños se han plasmado con acierto en el juego mediante un ligero cel shading, esa técnica que hace que los gráficos parezcan dibujos animados, que aquí se ha utilizado de una manera bastante sutil, y que le sienta de maravilla. Como pasa cada vez más la versión de PC marcará las diferencias con la de consola, pero si se pulen algunos detalles podemos estar ante un juego muy bonito también en Xbox 360 y PlayStation 3. Además y un gran detalle, algo que está haciendo Bethesda últimamente con todos sus productos, llegará completamente doblado al castellano.
Tenemos unas ganas tremendas de tener Dishonored y poderlo jugar con la calma que se merece, explotando todas sus posibilidades y disfrutando de su excelente apartado visual. No estamos ante un título apto para todos los públicos, y quienes busquen un juego más de acción en primera persona se sentirán decepcionados, ya que lo nuevo de Bethesda es algo diferente, donde prima el sigilo, la exploración y el uso de las habilidades más extraordinarias y fantásticas. Habrá que ver cómo es de largo, si hay misiones secundarias, si es capaz de sorprendernos con ingeniosas situaciones jugables, y si la inteligencia artificial de los enemigos estará a la altura y nos pondrá en apuros. Pero lo poco que hemos podido jugar nos ha encantado, y estamos ante uno de los juegos más prometedores, especiales y únicos de los próximos meses. Llegará el 12 de octubre a PlayStation 3, Xbox 360 y PC, y lo esperamos con los brazos abiertos.