The Surge fue una de las pequeñas sorpresas que nos dejó 2017, ofreciéndonos una aventura de ciencia ficción al más puro estilo "Souls" lo suficientemente bien resuelta como para regalarnos muy buenos momentos frente a nuestra consola u ordenador. No es que fuese ninguna maravilla, pero sabía entretener y enganchar, algo de lo que no todos los juegos pueden presumir.
Gameplay comentado
Como era de esperar, ya hay una secuela en marcha y el próximo 24 de septiembre podremos seguir disfrutando de esta pesadilla futurista en PS4, Xbox One y PC. Ahora Focus Home Interactive nos ha permitido probar una nueva y extensa demo de esta aventura con la que hemos podido hacernos una idea mucho más aproximada de lo que nos encontraremos cuando llegue a las tienda.
La amenaza del tecnovirus
Para que no queden dudas, decir que estamos ante una aventura de acción y rol en tercera persona en la que tendremos que avanzar por una ciudad de ciencia ficción que está siendo asolada por un peligroso tecnovirus que corrompe todo lo que toca.
La historia se desarrolla justo tras los eventos de la primera entrega, aunque nuestro protagonista será alguien completamente nuevo que podremos personalizar y editar al inicio de la partida, pudiendo seleccionar su sexo y sus rasgos físicos. Tal y como podréis suponer, nuestro objetivo es bien sencillo: escapar con vida de Jericho City después de que esta haya sido puesta en cuarentena, lo que ha provocado que se desate el caos y la anarquía en las calles.
La mayoría de supervivientes o han enloquecido o se dedican al saqueo indiscriminado, aunque también encontraremos comunidades que han creado su propia religión y bandas criminales que buscan controlarlo todo, ante la ausencia de fuerzas policiales que mantengan el orden.
Con este panorama queda claro que nuestro viaje no va a ser precisamente un viaje de rosas, aunque, por desgracia, la historia no nos ha podido interesar menos y no ha conseguido captar nuestra atención en ningún momento por culpa de unos personajes insulsos y una narrativa muy mejorable.
En lo puramente jugable se trata de una aventura muy conservadora y continuista que sigue la filosofía de ofrecer "más y mejor". Por lo tanto, volveremos a avanzar por un mapa cuyas zonas están interconectadas mientras combatimos contra todo tipo de enemigos y mejoramos a nuestro personaje subiendo de nivel y consiguiendo equipo.
El sistema de combate y de progresión apenas ha sufrido cambios y si jugasteis a su primera parte os sentiréis como en casa. Así pues, atacar, correr, esquivar y defender consumirá nuestra barra de resistencia, y las batallas nos dan la opción de apuntar a las diferentes partes de los enemigos, algo que les da un puntillo estratégico muy interesante.
No en vano, nuestros rivales tienen distintos puntos débiles y el hecho de poder romperles sus extremidades antes de acabar con ellos nos evitará muchos dolores de cabeza, ya que podremos impedir que utilicen algunos de sus ataques más molestos. Además, algunas zonas están desprotegidas y no tienen blindaje, por lo que atacarlas suele ser una buena idea para maximizar nuestro daño.
Evidentemente también regresan los implantes y la barra de energía. Con los primeros podremos personalizar las diferentes habilidades de nuestro héroe y así adquirir la posibilidad de curarnos, de ver las barras de vida de los rivales, etcétera. En esta demo encontramos muchísimos y siguen dándonos una gran versatilidad a la hora de configurar y definir nuestro estilo de juego.
Por otra parte, cada golpe que demos rellenará parcialmente nuestra barra de energía. Gracias a este medidor podremos poner en práctica acciones muy diversas, como realizar ejecuciones a las extremidades de los enemigos que hayamos debilitado o activar alguna de nuestras habilidades curativas. Dependiendo del arma que usemos, la generación de este recurso será mayor o menor, algo que debemos tener muy en cuenta si queremos ir bien preparados a la batalla.
Una novedad muy llamativa es que ahora tenemos la posibilidad de realizar bloqueos direccionales. De este modo, si defendemos por la dirección en la que nos van a atacar, rechazaremos por completo el golpe y ganaremos unos valiosos segundos para contraatacar mientras nuestro adversario recupera su postura.
Se trata de un movimiento muy complicado de realizar, ya que la parada hay que hacerla en el mismo instante en el que nos van a golpear, y a menos que usemos un implante que nos lo indique, el tiempo de reacción para ello suele ser muy escaso. Si os somos sinceros, nos hemos pasado la demo entera sin usar esta mecánica y no hemos sentido la necesidad de ponerla en práctica, por lo que, a falta de avanzar más, parece que será algo muy opcional.
Las mejoras jugables
Donde sí que hemos notado una mejora palpable ha sido con las sensaciones que transmite a los mandos. Las batallas son más viscerales y ofensivas, tienen un ritmo muchísimo mejor medido y los impactos de nuestros golpes se sienten considerablemente más pesados, contundentes y satisfactorios. Además, los enemigos son variados y nos obligan a cambiar nuestra estrategia constantemente para adaptarnos a sus diferentes patrones.
Aquí también cabe señalar que el dron se ha mejorado enormemente, cuenta con más usos y resulta mucho más útil, animándonos a usarlo con bastante más frecuencia que en la primera entrega, ya que nos ha permitido sobrevivir a ciertas batallas en las que teníamos todas las de perder.
Algo parecido ocurre con las armas, entre las cuales se incluyen algunas muy originales con las que podremos disfrutar de unos estilos de combate realmente espectaculares, invitándonos constantemente a probarlas todas.
En lo referente al diseño de niveles, lo poco que hemos podido probar no nos ha parecido especialmente llamativo, con un camino muy lineal y marcado, pocos desvíos y atajos muy obvios, aunque sí que es cierto que se intuye que esto va a ser algo que mejore notablemente con el paso de las horas, ya que nos hemos encontrado con numerosos lugares a los que no hemos podido acceder por faltarnos las habilidades necesarias para ello.
Como suele ocurrir con este tipo de juegos, los momentos cumbres llegarán en las batallas contra los jefes , y tres de las cuatro que hemos jugado nos han gustado bastante, ofreciéndonos enfrentamientos muy diferentes y tensos en los que no podíamos cometer errores y nos obligaban a jugar con cierta cabeza.
Uno de los combates que más nos gustaron fue contra una especie de robot araña con tres patas al que le teníamos que romper cinco partes distintas para que se sobrecalentase y explotase. Evidentemente, esto es más fácil de decir que de hacer, ya que se volvía más agresivo con cada pieza que le destrozábamos, algo que contrarrestamos dejando todas sus partes a un punto de vida para romperlas a la vez.
A nivel gráfico se nota que el título todavía está en desarrollo, con ausencia total de sincronización vertical, modelados simplemente correctos y múltiples bugs (algunos de ellos muy molestos). Eso sí, el diseño artístico ha mejorado mucho y ahora podremos obtener piezas de equipo realmente llamativas y atractivas, y los enemigos tienen un aspecto más interesante. Esto es algo que no se ve durante las primeras horas, con escenarios y rivales muy poco inspirados, aunque también tuvimos la oportunidad de jugar una parte perteneciente a la recta final de la aventura que nos pareció un auténtico espectáculo visual al mostrarnos la corrupción del tecnovirus en todo su esplendor.
Finalmente, el sonido es muy discreto; apenas hay música y cuando esta aparece nos deja unos temas que pasan totalmente desapercibidos. La calidad de los efectos tampoco va mucho más allá, aunque algunos de ellos, como el sonido que hacen ciertos engendros mecánicos, están muy conseguidos. Por su parte, el doblaje, en inglés, es meramente funcional.
Una secuela que encantará a los fans del original
Lo cierto es que lo jugado de The Surge 2 nos ha gustado. Sus desarrolladores tienen muy claro qué fue lo que gustó del título original y lo que no, lo que les ha permitido centrarse en pulir la fórmula sin asumir grandes riesgos para ofrecernos un producto más completo, desafiante y divertido en todos los sentidos. Quizá le siga faltando esa chispa de genialidad que diferencia a los grandes de los buenos juegos, pero si os gustó su primera parte, haríais bien en no perderle la pista.
Hemos escrito este artículo tras haber probado dos demos para PC en las oficinas de Focus Home Interactive en París.
