Kickstarter se ha convertido en uno de los métodos de financiación más importantes de estos últimos años, y aunque muchos lo consideren una burbuja que explotará en algún momento, gracias al crowdfunding, los estudios más pequeños (y otros que no lo son tanto) están sacando adelante proyectos que de otra forma nunca verían la luz.
En el caso que nos ocupa, The Banner Saga, tenemos ante nosotros un juego que ha sido desarrollado por tan solo tres personas, eso sí, con mucha experiencia en la industria, ya que todos ellos han tenido roles muy importantes en juegos como Star Wars: The Old Republic. Esta cifra podría parecer escasa, pero viendo el resultado final, si fuisteis algunos de los que colaborasteis con vuestro dinero en su financiación, ya os podemos adelantar que fue una sabia decisión.
Si nunca habéis oído hablar de él, comentar que se trata de un título de rol y estrategia por turnos donde la narrativa es igual o más importante que las propias batallas, ya que todas nuestras decisiones tendrán un gran impacto tanto en el desarrollo de la historia como en el de los combates. Una mala elección puede llevar a la muerte a uno de nuestros protagonistas, dejarnos totalmente expuestos y sin refuerzos en el próximo enfrentamiento o hacer que el desarrollo de los acontecimientos se vuelva en nuestra contra de formas que ni nos habríamos parado a imaginar.
El mejor consejo que os podemos dar si os hacéis con él cuando se ponga a la venta en apenas dos semanas, es que no os encariñéis con ningún personaje (algo difícil, ya que todos tienen unas personalidades muy bien definidas y desprenden carisma), ya que lo más probable será que los veamos morir en algún momento, y lo peor de todo, con la certeza de que sus destinos han sido sellados no por el capricho de un retorcido guionista, sino como consecuencia de nuestras propias decisiones.
Esto le da un cariz interesantísimo al juego, ya que en ningún momento nos llegaremos a sentir realmente a salvo. Saber que ninguno de los personajes, por muy protagonista que sea, está libre de peligro, consigue que nos impliquemos en la historia de una forma que pocos títulos han conseguido hasta la fecha, ya que hasta la elección más "tonta" puede tener graves consecuencias en un futuro.
Pero todo esto no serviría de nada si no lo acompañara una buena narrativa y una historia a la altura. Por suerte, por lo que hemos podido comprobar en nuestras primeras horas de juego, el guion es realmente interesante, con un comienzo en el que nos sentiremos muy perdidos y sin saber muy bien dónde estamos y qué estamos haciendo, pero que poco a poco va cobrando sentido hasta tenernos totalmente enganchados. No queremos desvelaros nada sobre ella, así que simplemente os diremos que cuenta con una ambientación vikinga en un mundo de fantasía oscura, donde veremos mezclarse guerras entre clanes y pueblos con un mal mayor que amenaza con destruirlo todo.
Además, merece la pena destacar lo bien escrito que está todo, con unos diálogos muy cuidados que saben mantener perfectamente el tono adulto y serio de toda la obra. Eso sí, tenemos que avisaros de que el juego nos llega completamente en inglés, y no del fácil precisamente. Teniendo en cuenta esto, la enorme cantidad de textos que hay, la gran importancia que se le da a la narrativa y a la toma de decisiones, y el hecho de que las escenas de vídeo no están ni subtituladas, si no domináis la lengua de Shakespeare difícilmente podréis disfrutarlo como se merece.
Eso sí, tal y como comentamos al principio, el juego no se basa únicamente en una potente narrativa para mantenernos pegados a la pantalla, ya que también tendremos muchas batallas que librar. Estas se resuelven en escenarios divididos en casillas donde los personajes se irán moviendo por turnos. Cuando les toque actuar podrán moverse y realizar una acción, tal y como hemos visto ya en muchos otros juegos del género, aunque hay ciertas características que merece la pena tener en cuenta.
Para empezar existen dos razas jugables bien diferenciadas: los humanos y los varls (gigantes con cuernos). Mientras los primeros tienen un mayor rango de movimiento y necesitan menos tiempo para descansar y recuperar Willpower (Voluntad), unos puntos que nos permiten realizar acciones especiales, potenciar golpes y movernos más lejos, los segundos cuentan con un poder de ataque devastador y más vida, además de ocupar más casillas, lo que les permite llegar a más enemigos.
Además de esto, tenemos que tener en cuenta la clase de cada unidad, ya que cada una de ellas cuenta con sus propias características y técnicas especiales. En total hay siete distintas y podremos mejorarlas y personalizarlas para adaptarlas a nuestro estilo de juego y al rol que queramos que cumplan en la batalla. Durante estos primeros compases de la aventura no hemos podido explorar todo lo que nos habría gustado sus posibilidades de personalización, así que ya profundizaremos más en ello en su análisis.
Las pocas batallas que hemos podido librar nos han parecido divertidas e interesantes, así como lo suficientemente desafiantes como para obligarnos a pararnos a pensar nuestros movimientos, algo que siempre es de agradecer en este género. Ya os avisamos que por lo general siempre os sobrepasarán en número, por lo que una mala decisión puede acabar resultando fatal para un personaje, y aquí la muerte es permanente, lo que supone otro incentivo más para no ir a lo loco.
Gráficamente nos encontramos ante un título realmente bello, con gráficos en 2D y un apartado artístico muy bueno. El diseño de los personajes está muy conseguido y desprenden personalidad, y los escenarios suelen estar repletos de detalles y elementos, por lo que no se sienten para nada vacíos y sin vida. Mención especial a las escenas de vídeo, las cuales nos harán creer que estamos viendo una buena película de dibujos animados de corte adulto. Eso sí, la forma en la que nos muestran la mayoría de las conversaciones, con ilustraciones semiestáticas de los personajes y narrándonos cosas que no vemos directamente, nos ha parecido un punto mejorable. Lo mismo se puede decir de las animaciones de batalla, las cuales no han terminado de entusiasmarnos.
En cuanto al sonido, basta decir que Austin Wintory, el compositor de Journey, es quien se ha encargado de su banda sonora para que os hagáis una idea de la calidad de este apartado. La mayoría de las composiciones son de corte ambiental, pero saben ganar fuerza cuando tienen que hacerlo y aumentar la épica de los momentos más importantes. El doblaje por su parte (únicamente para las escenas de vídeo) nos ha parecido simplemente funcional, aunque las voces y las interpretaciones no llegan a desentonar.
Sin duda, The Banner Saga tiene todas las papeletas para convertirse en la primera gran sorpresa del 2014. Llega sin hacer demasiado ruido, pero totalmente dispuesto a engancharnos como pocos juegos pueden presumir (superproducciones incluidas) mientras forjamos nuestra propia historia, asumimos las consecuencias de nuestras decisiones y libramos complicadas batallas donde un mal paso puede resultar fatal, por lo que no podemos estar más entusiasmados con la idea de poder echarle el guante a su versión final y seguir disfrutando de este maravilloso a la par que peligroso mundo.