1. Vandal Random
  2. Noticias
  3. La trilogía de 'El Señor de los Anillos' es un milagro cinematográfico por una razón fundamental: hoy sería imposible hacerla

La trilogía de 'El Señor de los Anillos' es un milagro cinematográfico por una razón fundamental: hoy sería imposible hacerla

A finales de los años 90 Peter Jackson quiso adaptar la obra maestra de J.R.R. Tolkien. El director neozelandés cambió el mundo del cine con 'El Señor de los Anillos', un milagro cinematográfico.
La trilogía de 'El Señor de los Anillos' es un milagro cinematográfico por una razón fundamental: hoy sería imposible hacerla
·
Actualizado: 12:10 26/4/2025

Hoy en día, la trilogía de El Señor de los Anillos es un pilar indiscutible del cine moderno, pero en el momento de su producción fue una apuesta tan arriesgada como improbable. Parece increíble que se diera luz verde a rodar las tres películas de manera simultánea, sin posibilidad de repliegue por parte del estudio si algo salía mal.

Afortunadamente, todo salió mejor de lo esperado, y el éxito de la saga convirtió el riesgo en una de las mejores inversiones de New Line Cinema. Pero, mirando atrás, y teniendo en cuenta los precedentes animados de la Tierra Media, resulta aún más asombroso que algo así llegara a ocurrir, especialmente en una industria que, con el tiempo, ha dejado de asumir este tipo de riesgos. El Señor de los Anillos es un milagro del cine que escapó de un Hollywood abonado a las fórmulas, a la corrección política y la obsesión por los algoritmos y la inteligencia artificial. Esta son las razones por las que triunfó.

La razón que convierte a la trilogía de El Señor de los Anillos en un milagro del cine

El impacto de la trilogía va más allá de sus cifras en taquilla. Su estreno marcó a toda una generación de cineastas, artistas y aficionados que crecieron con ella. Además, supo aprovechar al máximo el auge del DVD, con ediciones cargadas de material extra que en muchos casos se convirtieron en documentales completos sobre el rodaje. Gracias a ello, los fans conocen de primera mano los desafíos de una producción que se extendió durante 13 meses consecutivos entre 1999 y 2000, más las consecuentes secuencias tomas adicionales.

El Señor de los Anillos de Peter Jackson

Para entender la magnitud de este proyecto, basta con recordar que comprometerse a financiar tres películas de gran presupuesto sin garantías de éxito era una rareza absoluta. Viendo todo lo que se ha contado sobre lo extenuante que fue la producción, resulta impresionante pensar que, al mismo tiempo, fue un privilegio irrepetible para su equipo. Peter Jackson apostó por rodar todo de un tirón ayudó a mantener la coherencia y la inmersión de la historia, así como para abaratar costes y asegurarse de que la historia completa se vería en pantalla grande, sin depender del éxito de taquilla.

El Señor de los Anillos de Peter Jackson

Pero esa decisión también supuso un desgaste físico y mental brutal para actores y técnicos. Y aun así, todos dieron lo mejor de sí. El camino para llegar a este punto no fue sencillo. Convencer a un estudio de financiar cualquier película es un reto en sí mismo, y más cuando hablamos de una superproducción de fantasía. Peter Jackson, un cineasta cuyo mayor contacto con Hollywood había sido la excelente Agárrame esos fantasmas, logró lo impensable: salir de la órbita de Harvey Weinstein y lograr un acuerdo con un estudio que le permitió llevar su visión a la gran pantalla sin apenas concesiones, a pesar de que en aquel momento su experiencia en blockbusters era casi nula. Hasta entonces, su filmografía consistía en seis películas de bajo presupuesto y una nominación al Oscar.

El Señor de los Anillos de Peter Jackson
Jackson luchó contra Harvey Weinstein de Miramax: quería hacer tres películas y luchó por su visión

Jackson y su socia creativa, Fran Walsh, se interesaron por adaptar El Señor de los Anillos tras terminar la citada Agárrame esos fantasmas en 1995. En una entrevista de 2002, el director explicó que todas las ideas que tenían para una película de fantasía les parecían derivativas de la obra de Tolkien, así que decidieron ir directamente a la fuente y averiguar quién tenía los derechos cinematográficos. El contacto fue el citado Harvey Weinstein, de Miramax, quien se asoció con Jackson para desarrollar la adaptación.

El Señor de los Anillos de Peter Jackson

El plan original de Jackson y Walsh contemplaba tres películas, pensadas para cubrir todos y cada uno de los tres volúmenes de El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien. Se plantearon incluso los derechos de El Hobbit, pero Weinstein no pudo obtener los derechos de la aventura de Bilbo Bolsón -en manos de MGM- lo que obligó a centrarse en la historia de Frodo. A medida que avanzaban en el proyecto, Weinstein insistió en reducir la historia, recortando presupuesto, alternado hechos y llegando a pedir una sola película de dos horas que resumiera los tres libros.

El Señor de los Anillos de Peter Jackson

La situación fue insostenible, Jackson se opuso y, tras tensas negociaciones, consiguió que Miramax dejara el proyecto en turnaround, en pleno punto muerto, lo que le permitió buscar otro estudio. Si encontraba algún estudio que le financiara la película, Weinstein le daría carta libre y le permitiría hacer la trilogía. De otra manera, le entregaría la historia que tanto ansiaba el neozelandés a otro cineasta. Y sí, se rumoreó incluso que Quentin Tarantino estaba entre los candidatos.

PUBLICIDAD

El Señor de los Anillos es una odisea cinematográfica y la gran apuesta de Peter Jackson

La respuesta llegó de la mano de New Line Cinema, donde el plan de dos películas se amplió inmediatamente a una trilogía completa. Aunque la obra de Tolkien tenía más de cincuenta años y nunca había sido adaptada con éxito al cine de acción real -pese a algunos intentos previos.-, su impacto en la literatura fantástica y su estatus de best-seller la convertían en una apuesta más segura de lo que Weinstein había imaginado.

El Señor de los Anillos de Peter Jackson

Una vez asegurado el respaldo financiero, comenzó la verdadera odisea. Incluso en la fase de guion, hubo decisiones que podrían haber cambiado el destino de la trilogía: en algún momento se barajó incluir a Tom Bombadil, o incluso acrecentar la relación de Aragorn y Arwen en pantalla, lo que podría haber afectado su atractivo para el gran público. Se pensó en recortar el viaje de Frodo, en reducir numerosos personajes -no obstante, en la versión final, encontramos grandes sacrificios en este aspecto con respecto a la novela- y en acortar los hechos de la Guerra del Anillo.

El Señor de los Anillos de Peter Jackson
Una vez asegurado el respaldo financiero, comenzó la verdadera odisea: había que rodar en Nueva Zelanda una epopeya de fantasía colosal

Jackson también insistió en que todo se rodara en Nueva Zelanda, su hogar natal, -el que siempre había sido la Tierra Media para él desde que leyó en un largo viaje en tren cuando era un adolescente en busca de trabajo- lo que añadió complejidad a la logística. En una época en la que el cine de fantasía evocaba producciones como Dentro del laberinto o Willow, Jackson obligó a su equipo a inspirarse en el cine histórico medieval, en especial Braveheart, buscando un tono más realista dentro del género. Querían huir de lo kitsch de otras películas anteriores.

El Señor de los Anillos de Peter Jackson

El rodaje en sí es legendario y daría para un artículo propio. Se filmó en múltiples localizaciones naturales de Nueva Zelanda, además de dos enormes estudios. Se organizaron siete unidades de rodaje simultáneas, junto con un equipo dedicado exclusivamente a las miniaturas producidas por Weta Workshop. En el plano digital, la misma Weta Digital desarrolló la tecnología más avanzada de batallas masivas, MASSIVE, un programa que permitía que cada soldado, orco o criatura de la Tierra Media cobrase vida, teniendo su propia rutina y comportamiento en el campo de batalla. También fue aquí donde se popularizó la captura de movimiento, una técnica que revolucionaría el cine digital en los años siguientes.

El Señor de los Anillos de Peter Jackson

Y aunque la trilogía se filmó de una vez, en lo que fue una constatación de la apuesta de Jackson, hubo rodajes adicionales cada año entre 2001 y 2003 para perfeccionar escenas. Fue una producción agotadora, con jornadas extenuantes y rodajes de acción extremadamente exigentes. Después del rodaje, la postproducción fue otra proeza. Cada película tuvo al menos un año completo de edición y efectos digitales, con Jackson involucrado en cada detalle. Aunque oficialmente compartía el corte final con el CEO de New Line, Robert Shaye, este nunca impuso cambios en la visión del director. Y quizás esta fue la clave.

El Señor de los Anillos mantuvo el mensaje de Tolkien y Peter Jackson no quiso añadir 'mochilas' ideológicas a la historia

Pero más allá de la escala que os hemos relatado, el corazón del proyecto lo compusieron tres mentes creativas: Jackson, su pareja Fran Walsh y la guionista Phillippa Boyens. Juntos, adaptaron la monumental obra de J.R.R. Tolkien con un respeto riguroso por el material original, pero sin miedo a reestructurar narrativamente la historia para dotarla de cohesión cinematográfica.

El Señor de los Anillos de Peter Jackson

Uno de los grandes logros del trío fue mantener intacto el mensaje principal de los textos de Tolkien: la resistencia humilde frente al mal, la importancia de la amistad, el sacrificio y el rechazo del poder como fin en sí mismo. A pesar de los cambios estructurales y condensaciones inevitables, el espíritu de la obra —profundamente humanista, antiautoritario y esperanzador— permaneció vivo en cada fotograma. Aquello era vital para Walsh, Boyens y el propio Jackson, la máxima que movía la adaptación.

Jackson introduce cambios, sí, pero nunca traiciona el corazón ético de Tolkien

Sí, existen diferencias. Tolkien no creía en un final feliz sin heridas y a los ejemplos nos remitimos: Frodo no puede sanar, los Elfos se marchan, el mundo pierde su magia. Jackson suaviza esto, aunque lo respeta en el desenlace, y mientras Tolkien es un autor profundamente arraigado en la tradición, Jackson es un narrador moderno. El director neozelandés transforma el relato en una experiencia más épica y emocionalmente directa, adaptándolo a un público global sin los códigos literarios de la Inglaterra de entreguerras. Y funciona.

El Señor de los Anillos de Peter Jackson

Jackson introduce cambios, sí, pero nunca traiciona el corazón ético de Tolkien. Hay más espacio para mujeres, para ambigüedad moral, para emociones intensas, pero sin borrar el mensaje fundamental: el poder corrompe, y el valor está en los humildes. Walsh y Boyens fueron fundamentales para dar profundidad emocional a personajes como Éowyn o Arwen, ampliando sus arcos en pantalla. También se implicaron intensamente en el montaje y la elección de música, colaborando estrechamente con Howard Shore. Walsh, además, fue una defensora incansable del tono oscuro y maduro que requería la saga, frente a presiones de estudio que querían suavizarla y hacerla más propia de la fantasía clásica. Esa bala también se esquivó.

El Señor de los Anillos de Peter Jackson

El proceso de casting también fue crucial. Ian McKellen fue fichado como Gandalf tras rechazar el papel de Dumbledore en Harry Potter. Viggo Mortensen, que se unió al rodaje como Aragorn con apenas 24 horas de preparación, se sumergió de lleno en el personaje, incluso aprendiendo élfico y durmiendo con su espada y saliendo a la interperie para mimetizarse con la idea de Trancos, el montaraz. Elijah Wood, por su parte, envió una audición grabada en el bosque con vestimenta élfica, ganándose el papel de Frodo por su iniciativa.

El Señor de los Anillos de Peter Jackson

La trilogía de El Señor de los Anillos fue un éxito de taquilla pero en Warner y New Line Cinema tenían dudas

Con todo ese esfuerzo detrás, aún existía el riesgo de que la trilogía fracasara en taquilla. A principios de los 2000, la fantasía épica era un género de nicho. Leer estaba en declive, y la prosa densa de Tolkien podía parecer inaccesible para el público general -pese a ser un éxito de ventas en casi todos los países-. Para quienes buscaban fantasía, Harry Potter era una opción más sencilla y accesible. Sin embargo, la expectación de la crítica cambió el rumbo. Un avance de 24 minutos de La Comunidad del Anillo se presentó en el Festival de Cannes de 2001 y dejó al público maravillado. La reacción fue tan positiva que New Line aumentó el presupuesto para mejorar los efectos y rodar escenas adicionales, lo que también permitió expandir el contenido extra de las ediciones en DVD.

El Señor de los Anillos de Peter Jackson

Los números hablan por sí solos. La Comunidad del Anillo costó 93 millones de dólares y recaudó 888 millones en taquilla. Las Dos Torres y El Retorno del Rey tuvieron presupuestos de 94 millones cada una, generando 938 millones y 1100 millones, respectivamente. En total, la trilogía costó 281 millones y recaudó cerca de 3000 millones de dólares en cines, sin contar el merchandising y los formatos domésticos. Arrasó.

La trilogía recaudó más de 3000 millones de dólares: fue un éxito y popularizó la fantasía en Hollywood

El impacto cultural de la trilogía es incalculable. No se limita a la fantasía o al cine de género: es una referencia ineludible al hablar de grandes trilogías, secuelas icónicas o adaptaciones literarias exitosas. Muchas de las grandes producciones actuales siguen intentando replicar su éxito, aunque sin asumir el mismo nivel de riesgo.

El Señor de los Anillos de Peter Jackson

Hoy, mirar atrás y ver cómo todo se alineó para que estas películas existieran es casi milagroso. En un Hollywood donde cada inversión se mide con precisión milimétrica, y en el que se mueven otros intereses desde los despachos de las grandes majors, una apuesta de este calibre parece cada vez más improbable. Pero quizás sea precisamente ese tipo de osadía lo que la industria necesita para encontrar su próximo gran fenómeno cinematográfico. Ya lo decía el propio Tolkien: "Los cuentos de hadas no son sólo para los niños, ni tampoco se escriben solo para ellos."

Comentarios: 16

En forosComentar en nuestros foros

Más sobre Cine

RANDOM
Flecha subir