Cada vez que se anuncia un nuevo Final Fantasy se genera bastante expectación, aunque hay una gran diferencia cuando se trata de una entrega de la saga numerada o cuando es un título perteneciente a una de las subsagas (como Crystal Chronicles) o un spin off. Este último es el caso del juego que nos ocupa, Final Fantasy: The 4 Heroes of Light, un juego que busca volver a los orígenes de la saga, trayéndonos las sensaciones de los primeros juegos de la serie y ofreciéndonos un aspecto gráfico bastante diferente a lo que nos tiene acostumbrados.
La historia es bastante simple y por lo que hemos visto servirá para poco más que darnos una excusa para ir de un lugar a otro. El protagonista de la historia, alcanza la edad adulta y llegado este importante día, deberá ir a presentar sus respetos al rey. Pero al llegar descubre que la princesa y su guardiana han sido secuestradas, por lo que se ofrecerá al rey para ir a buscarlas. Afortunadamente no estará mucho tiempo sólo, ya que enseguida se encontrará con un compañero de viaje y juntos podrán rescatar a las dos jóvenes de manos de una bruja. Lamentablemente todo esto es sólo el comienzo de la aventura, pues aunque derrotan a la hechicera, esta huye.
De pronto una luz les dice que son los elegidos, aunque no hacen mucho caso y los protagonistas deciden volver al pueblo, donde descubrirán que sus problemas no han hecho más que empezar y que su verdadera aventura comienza en ese momento. En general la historia es bastante simple y se desarrolla con alguna que otra escena en la que nos indican nuestro siguiente objetivo y con conversaciones opcionales que nos irán dando más información acerca de la situación y del mundo. En general todo es menos guiado que en otros Final Fantasy, ya que nos dirán más o menos nuestro siguiente paso pero no siempre como lograrlo (o al menos sin darnos detalles).
El sistema de combate también trata de ser sencillo y tiene algunos elementos que nos recordarán a los juegos clásicos de la saga (como los oficios) aunque también presentará algunas novedades. A la hora de combatir nuestros personajes tendrás distintas acciones, como atacar, usar magia (una opción en el menú por cada hechizo que podamos realizar), objetos o huir, entre otras. Para realizar una de estas acciones necesitaremos una o más esferas que se gastarán al hacer nuestro ataque. Cada turno recuperamos una esfera y si nos concentramos, perderemos un turno, pero recuperaremos varias de estas esferas, por lo que podremos realizar ataques más poderosos o al menos despreocuparnos de ellas durante varios turnos.
Esto hace que los combates tengan cierta estrategia, ya que no todo se basa en atacar, pero el punto malo es que hace que todo vaya más lento, ya que tenemos que parar el combate para rellenar las esferas y se pierde dinamismo. A este sistema de combate se unen los oficios, cada uno de los cuales nos dará unas habilidades especiales que nos permitirán realizar nuevas acciones. Aunque no hemos podido ver más que unos pocos, en el menú de juego se ve que hay bastante hueco para oficios, por lo que parece que tendremos una gran variedad para elegir. Apuntar que los combates son aleatorios sin posibilidad de ver a los enemigos en el mapa, por lo que no podremos evitarlos.
Algo que no nos ha gustado demasiado es la interfaz de juego, ya que nos parece un poco farragosa para algunas cosas. Por ejemplo, si queremos curar a uno de nuestros personajes fuera de las batallas con magia tendremos que, además de tener suficientes esferas (ya que las necesitaremos tanto dentro como fuera de los combates) ir al menú de objetos, seleccionar el libro de curar y realizar el hechizo. Es algo difícil de entender, sobre todo teniendo en cuenta de que tenemos un menú para las habilidades donde aparecen todos los hechizos que conoce el personaje, aunque en este menú sólo podemos seleccionar en que casilla de los comandos del combate colocamos cada hechizo y no usarlo.
También es algo incómodo cambiar entre los distintos personajes dentro del menú o incluso cambiar de oficio (ya que al hacerlo, se ponen en blanco todas nuestras habilidades y tenemos que recolocarlas de cero, aunque ambos oficios compartan acciones). Es cierto que nos acabamos acostumbrando al interfaz, pero en un juego como este en el que nos pasamos tantas horas con los menús hubiese estado bien que lo hubiesen hecho más intuitivo y ágil.
En el apartado visual el juego es bastante llamativo y rompe con lo visto en la saga. Nos encontramos con personajes cabezones, más parecidos en proporciones a los de Final Fantasy III que a los del IV, aunque con una carga poligonal y un detalle algo menor, aunque a cambio nos encontramos con unos escenarios más grandes y con más detalle. Lo que más llama la atención son las texturas del juego, que le dan al título el aspecto de pintado a mano con colores pasteles y un estilo visual de desdibujado. Además, en los pueblos nos encontramos con una perspectiva de globo que recuerda a la vista en Animal Crossing y que le queda muy bien. En los combates nos encontramos con buena variedad de enemigos, aunque su diseño, incluso el de los enemigos más importantes, no es especialmente llamativo.
Final Fantasy: The 4 Heroes of Light trata de regresar a los orígenes de la saga, presentando un juego más simple, alejado de las complicaciones cada vez más habituales en el género. El juego nos mete en la acción enseguida y aunque quizás no tenga un argumento tan profundo como otros, los personajes, cada uno con una personalidad muy marcada, prometen evolucionar y hacer que nos encariñemos con ellos. Debemos jugar más en profundidad para ver como avanza la historia o que nos aportan los distintos oficios que tiene el juego para juzgar, pero de momento nos ha parecido un juego muy interesante.