Análisis Grounded, una gran aventura en miniatura (Xbox Series X/S, Xbox One, PC)
Hemos tenido que esperar algo más de dos años desde que entró en fase de acceso anticipado, pero la versión final de Grounded, el nuevo juego de Obsidian, ya está entre nosotros. En todo este tiempo, el título no ha parado de recibir montones de actualizaciones que han ido mejorando, ampliando y puliendo la experiencia hasta llegar al producto actual, una completísima e interesante aventura de supervivencia que se disfruta más jugando en compañía.
Supervivencia en el jardín
Su historia nos narra cómo unos niños despiertan un buen día como otro cualquiera para encontrarse con una desagradable sorpresa: han sido encogidos hasta el tamaño de un insecto.
Por si no fuese suficiente, no recuerdan nada y se hallan en el jardín de una casa, donde las briznas de hierba tapan la luz del sol y los bichos son auténticos depredadores capaces de acabar con sus vidas al más mínimo despiste.
A partir de aquí, tendrán que adaptarse a la desesperada situación en la que se encuentran para sobrevivir mientras buscan un modo de recuperar su tamaño original y volver a su hogar, una premisa que no esconde su inspiración en la querida película de Joe Johnston Cariño, he encogido a los niños (1989), dándole así un toque muy original, llamativo y diferente a su ambientación, especialmente si lo comparamos con otros juegos de supervivencia que hay en el mercado.
Eso sí, aunque hay una historia que sirve como hilo conductor, tenemos que dejar claro que la carga narrativa del juego es muy ligera e incluso anecdótica. No esperéis largas conversaciones ni numerosos vídeos que desarrollen una trama apasionante y repleta de giros, aunque sí un trasfondo trabajado y sólido que descubriremos, sobre todo, a través de los documentos y archivos de audio que hay repartidos por todo el mapa.
Una gran aventura en miniatura
En lo puramente jugable, todo esto se acaba traduciendo en una aventura en la que deberemos recolectar infinidad de recursos, fabricar equipo y herramientas, construir estructuras, cocinar, descubrir nuevas recetas y cuidar que nuestro personaje no se muera de hambre o sed, algo a lo que también hay que sumarle un sencillo sistema de combate en tiempo real centrado, sobre todo, en el uso de armas cuerpo a cuerpo, aunque eso no impide que haya un arco e incluso que podamos crear diversos objetos consumibles que nos den ventaja frente a los insectos, como bombas o cebos.
Sin embargo, lo mejor de Grounded es que no es únicamente un juego de supervivencia, sino una gran aventura con objetivos claros y definidos donde la exploración y el diseño de niveles son los grandes protagonistas. Evidentemente, tendremos que aprender a sobrevivir haciendo todo aquello que solemos hacer en este tipo de propuestas, pero si queremos volver a casa vamos a tener que recorrer lugares muy distintos, adaptarnos a las peculiaridades de cada entorno, resolver algún que otro puzle, "plataformear" y hasta adentrarnos en peligrosas mazmorras muy bien escondidas.
Obsidian ha sabido aprovechar muy bien el hecho de que seamos unos personajes diminutos en un gran jardín para crear motones de situaciones distintas a través de un diseño de escenarios realmente bueno que no deja de incentivar la exploración para que no dejemos piedra sin remover. Tan pronto nos embarcaremos en una gran odisea digna de un juego de plataformas a través de las ramas de las plantas de un seto que nos sumergiremos en las profundidades de una charca evitando ahogarnos mientras esquivamos a una descomunal carpa capaz de matarnos de un solo golpe, por no hablar de los laberínticos y claustrofóbicos hormigueros en los que a veces nos adentraremos o de cierta región repleta de bichos explosivos infectados por un hongo que solo podremos explorar con una máscara de gas.
Cada paso que damos viene acompañado de un nuevo reto al que debemos adaptarnos y es precisamente ahí donde más brilla, en la sensación de aventura que consigue transmitirnos en todo momento, dejando clara la maestría de su desarrolladora en estas lides. Aquí también conviene señalar que es una obra que nunca nos lleva de la mano y que quiere que exploremos y experimentemos, por lo que nos tocará aprender a jugar y a sobrevivir por nosotros mismos sin apenas ayudas. Además, os avisamos que incluso en su nivel de dificultad normal es una aventura muy desafiante que castiga duramente nuestros errores.
Todo esto puede hacer que la barrera de entrada sea algo alta para los más impacientes, con unos primeros compases un tanto duros y confusos en los que resulta fácil verse abrumados por la hostilidad de todo lo que nos rodea, aunque una vez nos hacemos a su propuesta, empieza a fluir de manera orgánica y muy satisfactoria, ya que no solo mejorará nuestro personaje al tener acceso a mejores armas, armaduras y recetas, sino también nosotros como jugadores, quienes pasaremos de ser poco más que carnaza para las hormigas a auténticos supervivientes capaces de cazar enormes arañas lobo y orientarnos sin necesidad de abrir el mapa.
Quizá una de las partes más flojas del juego la tengamos en sus combates, ya que nuestras opciones en ellos son un tanto limitadas y no podremos hacer mucho más allá de realizar golpes rápidos, cargar ataques y bloquear, pudiendo también ejecutar paradas perfectas para evitar todo el daño y desestabilizar al atacante, resultando en un intercambio de golpes algo caótico y no muy divertido. Lamentablemente, la IA enemiga también sufre numerosos problemas y no son pocas las veces en las que hemos visto a nuestros enemigos quedarse atrapados con algún elemento del escenario o peor incluso, incapaces de reaccionar o atacar. No son cosas que sucedan constantemente, pero están ahí y las hemos sufrido más veces de las que sería deseable para un juego que para llegar a su versión final ha estado dos años enteros en fase de acceso anticipado.
Lo positivo es que hay montones de insectos distintos a los que hacer frente (incluyendo descomunales y poderosísimos jefes), cada uno con sus puntos débiles y ataques característicos que nos llevarán a adoptar diversas estrategias para alzarnos victoriosos, aunque el resultado de estos combates suele depender más de nuestra preparación previa que de nuestra habilidad y pericia durante la batalla como tal.
De igual modo, cabe señalar que se trata de un título diseñado para ser disfrutado en compañía, ya que en solitario la experiencia se resiente muchísimo al tener que hacerlo todo por nosotros mismos, lo que se traduce en una gestión de inventario y recursos mucho más intensiva y pesada, progresos más lentos, la imposibilidad de repartirnos tareas y una menor capacidad para adaptarnos a imprevistos y desarrollar tácticas que nos deja sin margen de error, propiciando situaciones muy frustrantes.
En total, completar la historia principal si vamos al grano es algo que debería llevarnos cerca de 20 horas, aunque si queremos explorarlo todo, derrotar a todos sus jefes opcionales y descubrir hasta el último de sus secretos, la cifra se dispara considerablemente, garantizándonos juego para rato. Eso sí, quitando la búsqueda de unos chips especiales, os avisamos que la mayoría de misiones secundarias son bastante decepcionantes y acaban cayendo en la realización de meros recados, aunque nos ayudarán a dar con muchos sitios y zonas que de otro modo probablemente no veríamos.
Un mundo bonito y resultón
A nivel gráfico nos encontramos ante un título que sin necesidad de exprimir la potencia de la nueva consola de Microsoft nos ha sorprendido positivamente gracias a una dirección de arte cuidada, a una buena iluminación y a la densidad de sus escenarios, repletos de detalles y elementos con los que podemos interactuar. Además, los modelados son muy sólidos, el rendimiento en Xbox Series X es perfecto, las texturas no están nada mal y la sensación de escala está bastante conseguida. Eso sí, las animaciones tienen margen de mejora, existe algo de clipping y hay algunos problemas relacionados con texturas que cargan un poco tarde, aunque nada demasiado grave o frecuente.
Finalmente, tenemos una banda sonora de corte ambiental con sonidos muy ochenteros que consigue darle a nuestras aventuras un aura de misterio genial casi sin que nos demos cuenta, pues la mayor parte del tiempo pasa muy desapercibida. Además, se agradece que se comporte de manera dinámica, alertándonos de cuando un bicho hostil nos detecta y aumentando la tensión en los momentos de combate, aunque no le habría sentado mal una mayor variedad de estilos y un número mayor de composiciones, ya que todo suena demasiado similar. Los efectos son de calidad y muy reconocibles y el doblaje nos llega en inglés con textos en español.
Conclusiones
Grounded es un juego de supervivencia que consigue destacar por su ambientación y por lo mucho que se esfuerza en hacernos vivir una gran aventura en un entorno repleto de peligros, algo a lo que debemos sumarle un mapa variado y muy bien diseñado que nos propone retos muy distintos y estimulantes a los que nos tendremos que adaptar si no queremos acabar convertidos en la cena de algún insecto. En solitario pierde muchísimo, los combates son algo simples en lo mecánico y hay ciertos problemas con la IA enemiga, pero si os atrae lo que propone y tenéis amigos con los que adentraros en este peligroso jardín, descubriréis un título desafiante, completo y con mucho que ofrecer.
Hemos realizado este análisis en Xbox Series X jugando a la versión 1.0 cuyo acceso nos ha proporcionado Xbox.