Análisis de Halo 2 (Xbox)
El Jefe Maestro vuelve a la consola Xbox y a las ansiosas manos de sus usuarios en esta esperada secuela, inicialmente prevista para el año pasado pero retrasada para poder pulirla al máximo. Las abrumadoras ventas del primer día en los Estados Unidos (más de dos millones de unidades) ponen de manifiesto lo que Halo consiguió en su momento. Convirtió Xbox, una consola que venía como novata y rodeada de algunas dudas, en una opción seria para muchos jugones, y con el tiempo el juego de Bungie siguió vendiéndose, siendo hasta la fecha –hasta que su secuela, de la que hoy hablamos, lo supere- el juego más vendido de la consola. Uno de cada tres usuarios lo tienen. Esta secuela ha contado con más medios y lleva la acción a la Tierra, que ha sido invadida por los Covenant. Sin embargo, estos malvados aunque civilizados alienígenas se encontrarán con un escollo llamado Jefe Maestro. Qué bueno que haya llegado para salvar a los terrícolas; el lanzamiento en España llega, además, rodeado de la polémica de su doblaje en castellano neutro con numerosos modismos mexicanos, del que hablaremos más adelante.
Halo 2 no supone una evolución radical con respecto a la primera parte. Mantiene su grandiosa jugabilidad, su excepcional control y el buen diseño de las situaciones, además de una avanzada inteligencia artificial en los enemigos y en los aliados. Mantiene todos aquellos elementos que hicieron que el primero triunfase y en cierto modo redefiniese el trillado género de la acción en primera persona, como la energía que se recarga (obligándonos a buscar cobertura), el uso de todo tipo de vehículos, lo cual le da un toque muy variado, y detalles como la importancia de las granadas o solo poder llevar dos armas.
La secuela por lo tanto sigue por estas líneas pero introduce algunas novedades en el "día a día" que enriquecen aún más "el combate". Aparte de nuevas armas y vehículos, en Halo 2 podemos llevar ahora dos armas, y disparar cada una con uno de los gatillos. Esto solo lo podremos hacer, naturalmente, con las armas más pequeñas (nadie puede disparar dos rifles de precisión a la vez), pero lo interesante serán las combinaciones de un arma con otra diferente. Esto nos permite no solo tener dos tipos de fuego, sino también que, al disparar a diferentes velocidades y tener un tamaño de cargador distinto, cuando tengamos que recargar un arma (o cuando se sobrecaliente en el caso de algunas) podremos seguir disparando con la otra, convirtiendo al Jefe Maestro en una temible máquina de guerra. El uso de dos armas al mismo tiempo también es una decisión un tanto estratégica, ya que si tenemos dos armas no podremos lanzar granadas, y quizás en una situación sea más práctica esta última opción. Tampoco podremos hacer un ataque cuerpo a cuerpo sin tener que soltar obligatoriamente la otra arma que llevamos.
Otro cambio sutil pero también muy práctico es la eliminación del medidor de vida, quedando únicamente el escudo como referente de nuestra salud, que, por cierto, ahora se recarga más rápido que en la anterior entrega (de hecho al principio del juego, tras calibrar la vista, nos advierten de esta mejora). Cuando se nos esté agotando el escudo, oiremos pitidos de diferentes frecuencias (así no tenemos que mirar en la barra), y una vez esté a cero con unos pocos impactos el Jefe Maestro morirá. No hay un indicador de "vida tras el escudo", ni la necesidad de rellenar la vida con botiquines como en la primera entrega, haciendo mucho más dinámica y fluida la acción.
En los vehículos también hay novedades. Al jeep Warthog (con dos tipos de armas, la ametralladora y el cañón Gauss), el tanque Scorpion y las naves Covenant Banshee y Ghost se les unen dos nuevos vehículos de los Covenant, Wraith y Spectre, que son un equivalente al tanque y al jeep humanos. Además, el Ghost y el Banshee tienen ahora un turbo que, pese a no poder usarse al mismo tiempo que disparamos, hace su conducción mucho más divertida (y, sobre todo, rápida). Una novedad más interesante de lo que puede parecer en un primer momento es la posibilidad de poder robar vehículos aupando a sus ocupantes del asiento. No solo podremos hacerlo nosotros, sin embargo, y muchas veces nos sorprenderemos viendo a un Covenant subido a la torreta de un Warthog. Cada robo de vehículos está acompañado de una pequeña secuencia cinemática en la que el Jefe Maestro, dependiendo de su posición, aúpa de una forma u otra (violenta en todo caso) al ocupante del vehículo.
En cuanto a las armas, no hay tampoco novedades radicales salvo por la extraña desaparición del rifle de asalto del primer Halo para dar paso a dos modalidades de arma automática humana. El Subfusil, que puede llevarse con las dos manos (lo cual comprobaremos en la primera fase) y que tiene algunos efectos curiosos como que el retroceso haga que se nos vaya desviando hacia arriba el punto de mira, y el Rifle de Batalla, un arma que dispara ráfagas de tres disparos de gran potencia (y con un sonido muy contundente) y que tiene un zoom para apuntar mejor. En las armas humanas no hay mayores cambios, volviendo la escopeta o el rifle de precisión, pero ahora el lanzacohetes puede lanzar misiles teledirigidos a los vehículos enemigos, algo que es, como podéis imaginar, tremendamente útil y devastador. Es el repertorio de armas Covenant el que se amplía, pudiendo ahora usar la espada de guerra Covenant, el cañón de combustible, el cañón brute o el rifle de precisión Covenant, por citar las más destacadas.
La inteligencia artificial de los enemigos y de los soldados humanos (que profesan gran deferencia al Jefe Maestro, todo sea dicho) sigue siendo muy avanzada, teniendo los enemigos un comportamiento impredecible pero realista. Veremos que su primera prioridad será ponerse a salvo, y siempre nos dispararán desde un punto en el que tengan una cobertura cerca –por no hablar de los enemigos con escudo, que en cuanto vean que se está terminando huirán al igual que lo hacemos nosotros-. Su segunda prioridad, después de su autoconservación, será acabar con nosotros, para lo cual seguirán varias técnicas que generalmente implican tendernos emboscadas y colaborar con sus compañeros de armas para dejarnos en situación de inferioridad táctica, o dicho más coloquialmente, en una encerrona. La inteligencia artificial de los enemigos es uno de los factores clave que hacen a Halo 2 un juego tan divertido, y que cada situación de combate sea diferente cada vez que la rejugamos. El único punto negro de esto es el manejo de vehículos como el Warthog, que cuando lo pilota un humano suele tener problemas para sortear ciertos obstáculos.
La chicha de Halo 2, siempre y cuando no se disponga de una conexión a Internet y de Xbox Live, es el modo campaña. Este sigue el estilo del predecesor, presentándonos todo tipo de situaciones de combate en el que el Jefe Maestro tendrá que hacer honor a su nombre, intercaladas con escenas cinemáticas que nos cuentan la historia, de la que no desvelaremos nada salvo que esta vez hace mayor hincapié en el bando y la sociedad Covenant, y que tiene un final tan sorprendente como decepcionante. El "tempo" de las escenas cinemáticas está muy bien pensado, contándonos todo lo que nos tienen que contar pero sin hacerse eternamente largas, lo cual es algo meritorio; por su forma de contar las cosas y su duración, nunca hacen que el jugador llegue al punto de desear que terminen de una vez para que empiece de nuevo la acción.
El modo historia, sin embargo, es más corto de lo que desearíamos, y puede terminarse en dos tardes, con una duración de una docena de horas; los cuatro niveles de dificultad hacen que sea muy rejugable, y sobre todo el hecho de que sea un juego tan divertido y de que cada situación de combate sea diferente. Además, una vez lo terminemos por primera vez, podremos jugar niveles individuales. Otra característica que lo alarga es el modo cooperativo, que sin embargo solo está limitado a Split-Screen. Aunque Bungie nunca prometió que el juego fuese a tener un modo cooperativo online o por red local, los fans lo esperaban, una vez conocido que Doom 3 Xbox sí lo tendrá. Posiblemente, se deba a que no solo habría que coordinar en la red los movimientos de los dos jugadores, sino también el estado de todos los objetos y enemigos. Aunque corto, el modo historia no tiene algunas de las características que fueron más criticadas en el primer Halo, como los niveles repetitivos, sino que esta vez lo son bastante menos –aunque sigue habiendo porciones en las que uno se pregunta si hacía falta hacer un túnel tan largo.
Una de las características más esperadas por los jugadores de Halo. Estamos hablando, claro esta, de su juego online. Halo 2 posee un buen número de modos de juego para poder disfrutar con los amigos a través de Xbox Live: podemos competir en partidas de todos contra todos, o simplemente, combatir por equipos para arrebatar la bandera a los enemigos. Pero antes de iniciar una partida, deberemos configurar a nuestro protagonista: ya sea un élite o un jefe maestro. Podemos cambiarles el color para diferenciarlos del resto de jugadores pero sobre todo, deberemos personalizar nuestro estandarte; ya que será la seña de identidad de los clanes que comenzarán a inundar la red de Xbox Live.
Cuando ya lo tenemos todo listo, elegimos la partida que queramos y nos enfrentamos contra dieciséis jugadores por ver quien es el mejor. Como hemos dicho, se puede jugar en multitud de modos de juego, pero es que aún con todo eso, nosotros tendremos la opción de personalizar las partidas: podemos elegir las armas, el número de muertes, etc. También podéis cambiar el tono de vuestra voz eligiendo todo tipo de filtros que conseguirán que vuestras voces suenen como las de los peones del Covenant, por ejemplo.
Ahora solo os queda elegir el mapa –hay once en total- y la modalidad de juego. Si lo que queréis es disfrutar de partidas rápidas y frenéticas, elegid "Asesino"; simplemente tendréis que combatir contra el resto de jugadores por ver quien es el más fuerte. En cambio, si lo que queréis es disfrutar del juego cooperativo, elegid las variantes de "Capturar la bandera" o "Asalto". En estos modos de juego, los jugadores deberán coordinarse para dirigir la defensa de la base y combatir de una manera eficaz al enemigo. Si jugamos en los mapas más grandes, tendremos la posibilidad de pilotar todo tipo de vehículos. Algo realmente espectacular si tenemos en cuenta que dieciséis jugadores no van a parar de dispararse.
Y lo mejor de todo es que las partidas se disfrutarán sin tener apenas lag. Es normal que en ocasiones notemos algún que otro tironcillo, pero jugando dieciséis personas en uno de los mapas más grandes, el juego se movía con una fluidez pasmosa. Para concluir este apartado, no podemos dejar de hablar de la posibilidad de descargar nuevos contenidos para el juego. De momento, pocos detalles se tienen aunque viendo las últimas descargas en los juegos de Microsoft, seguramente nos tocará pagar algo para poder disfrutarlas.
A nivel gráfico Halo 2 es tan espectacular como esperábamos pero dista de ser perfecto y de hecho tiene algunos apartados inexplicablemente flojos, como las caras humanas. El modelado de los personajes y enemigos es fantástico, con una variedad de texturas y una buena animación en general, aunque algunas contadas parecen un tanto ortopédicas. El juego suele moverse con fluidez, aunque ocurren algunas contadas ralentizaciones (especialmente en el modo cooperativo), y los escenarios son grandes, realmente grandes, y con numerosos elementos destruibles sujetos a una física muy realista. Las texturas de los escenarios son sin embargo un poco repetitivas, lo cual es extraño. En los primeros niveles de la Tierra luchamos en una ciudad que no sale de una gama de colores, grisáceo, amarillento... dando un toque bastante soso a los escenarios de combate.
Por otra parte, no hay que dejar de alabar el modelado de los vehículos, su física y, sobre todo, los daños en tiempo real que van recibiendo. Aunque en su rendimiento no se deja notar, los vehículos irán destrozándose poco a poco y perdiendo piezas, lo cual le da un toque de realismo (al menos gráfico) a la acción. Quizás el único punto donde el apartado gráfico no llegue a sobresaliente es en las caras de los humanos en las secuencias cinemáticas, generadas por el propio motor del juego. La animación facial es tremendamente simple, como de hace cinco años, y palidece ante la de juegos como Half-Life 2 o mismamente Fable.
Toda cuestión sobre el sonido de Halo 2 se ha reducido en las últimas semanas al doblaje. Desde que se filtró un vídeo de la versión final del juego, donde se desvelaba que el doblaje no sería en castellano, sino en español de México, ha sido mucha la controversia y numerosísimas las quejas de los usuarios de Xbox, que esperaban poder disfrutar del Jefe Maestro como están acostumbrados a escuchar a sus héroes. Porque ese es básicamente el problema, y es que el usuario español está acostumbrado a un doblaje en castellano neutro en todos sus productos audiovisuales, aunque algunos de nuestros lectores (y redactores) disfrutaron en su tierna infancia de series como Transformers dobladas en español de América.
Dejando a un lado los absurdos prejuicios que pueda haber sobre el español del otro lado del charco (pues las lenguas son de donde se hablan, no de donde nacen), la única pega achacable al hecho de que hayan decidido doblarlo en un español diferente al de la Península, es que la falta de costumbre hace que suene muy raro a los oídos. No hay en el mundo hispano una "unión audiovisual" como ocurre en el mundo anglosajón, donde los ingleses y los australianos (por poner los dos ejemplos de mayor envergadura) ven las películas americanas sin doblar a sus respectivos acentos; están acostumbrados, y además las diferencias (por una cuestión de la edad del Imperio Inglés y la del Español) son mayores en el caso de nuestra lengua. Aún así, la medida tampoco sería justamente criticable (pues el doblaje lo han hecho de cara a un lanzamiento global, no solo en España sino también en Hispanoamérica) si no fuese por dos razones: que en el anuncio de televisión del juego el Jefe Maestro hable como si fuese de Valladolid, lo cual es un engaño al usuario, y que el doblaje en español de México, no por el acento o el léxico sino según los estándares de la actuación, es francamente malo.
Aparte de que la actuación es mala, la pronunciación de las palabras inglesas es en inglés, dando un toque spanglish bastante desconcertante. Como decíamos antes, el usuario español está acostumbrado a que las palabras inglesas se "medio pronuncien", pero siempre con la fonética española. Acostumbrados a oír janter o marine, suena un poco raro escuchar "hantah" o "merin" (no vamos a poner símbolos fonéticos) en inglés de Miami introducidos en una frase en español. De todas formas, sería tan hipócrita decir que el acento, el léxico y la pronunciación echan a perder toda la parte del doblaje como lo sería decir que no se nota en absoluto; y a fin de cuentas no influye en la jugabilidad, que es el punto fuerte de Halo 2. El sonido FX es muy variad y contundente, con efectos muy buenos para las armas de fuego humanas y muy imaginativos en el caso de los Covenant, mientras que la música sigue la épica de las películas militares y realmente tiene algunos momentos memorables.
No podríamos terminar este análisis sin alabar el fantástico control de Halo 2; uno de los puntos fuertes de su precuela ha sido mejorado todavía más en esta edición. Los shooters en primera persona en consola siempre han contado con el uso de dos stick en vez de ratón y teclado como principal escollo, y son pocos los juegos de este tipo que no se ven perjudicados por ello. Halo 2 es uno de esos elegidos.
El equipo de Bungie ha incluido una especie de auto apuntado, no un auto apuntado exactamente sino que el punto de mira tenga una tendencia a quedarse pegado al enemigo al que estamos disparando, haciendo mucho más fácil el movimiento (muy necesario) sin perder el enfoque en el enemigo. Por otra parte, lo único criticable quizás sea que para agacharnos tenemos que mantener presionado el "clic" del stick analógico izquierdo, y eso puede resultar molesto o complicado para algunos (según la mano que tengan).
En conclusión, estamos ante el mejor juego de Xbox del año 2004. Xbox ha tenido grandes títulos en los últimos meses, con joyas como Fable o Riddick por mencionar algunos, pero Halo 2 es simplemente el juego que los usuarios de Xbox deben comprar este año y de hecho también es el que quieren comprar. Como en todos los juegos con gran expectación, Halo 2 quizás decepcione a algunos por la no inclusión de un modo campaña, y especialmente en nuestro país por el escabroso tema del doblaje. Sin embargo, el "núcleo", es decir, el combate, es excepcional; es diversión pura. El modo historia es corto, sí, pero toda persona con Xbox Live estará horas y horas en la red machacando y siendo machacado por todo tipo de anónimos esparcidos por el planeta, en los diferentes y variados modos de juego y en los imaginativos mapas que ha creado Bungie. Una compra obligada.