Análisis de Evolve (Xbox One, PC, PS4)
Si la pasada generación fue la del asentamiento del juego online, ésta parece ser la de innovar en el multijugador. Como muchos recordaréis, Nintendo ya anunció eso de juego asimétrico en Wii U, y vimos incluso unos pequeño atisbo de lo que este concepto puede llegar a dar de sí en Nintendo Land con minijuegos como el de Super Mario o Luigi’s Mansion. Ahora, es Turtle Rock, los creadores de Left 4 Dead, quien nos ofrece su propuesta de multijugador asimétrico, prácticamente, si lo pensamos fríamente, es como fusionar y evolucionar los dos mencionados minijuegos y llevarlos al juego a través de internet.
Hablamos, como no podría ser de otra manera, de Evolve, un juego de acción en el que en lugar de enfrentarnos en igualdad de condiciones, lo hacemos en dos frentes muy diferentes: como cazadores o como monstruo. Esto cambia las reglas de la jugabilidad por completo, e introduciendo mecánicas de la que podrían salir dos juegos diferentes perfectamente, y haciéndolo de una manera muy acertada y accesible, con profundidad y solidez.
Feliz cacería
Evolve es un juego de acción cooperativa en primera persona, o de acción en solitario en tercera persona, en función de su jugamos como cazadores o monstruo, respectivamente.
Como los primeros, la idea es colaborar para conseguir reducir y finalmente aniquilar a un monstruo notablemente más fuerte que nosotros; como el segundo, tendremos que conseguir evolucionar alimentándonos de la fauna local para acabar con los cazadores. Esto, claro está, de manera muy básica, ya que hay diferentes modos de juego que comentaremos más adelante.
Desde un primer momento tenemos que señalar que es un título que puede jugarse en solitario, pero que la auténtica gracia es hacerlo con amigos. Durante el periodo de análisis hemos tenido momentos con los servidores activos y otros con los servidores inactivos, y la verdad es que a la hora de jugar offline se nos apetecía más hacerlo con el monstruo, ya que la gracia de los cazadores es hablar con tus compañeros, organizar estrategias y, aunque la inteligencia artificial es muy capaz, obviamente no es lo mismo.
Jugando como cazadores
Como los dos aspectos de la jugabilidad están tan diferenciados, nos parece correcto afrontarlos por separado. Por una parte tenemos a los mencionados cazadores, que lo convierten en un juego de acción en primera persona. Están divididos en cuatro clases: Asalto, Trampero, Médico y Apoyo, y cada uno tiene tres personajes diferentes (con dos de ellos a desbloquear), cada uno con sus particularidades que nos ofrecen subestilos de juego. Sus roles están muy bien definidos –de hecho, tiene que haber uno de cada uno en la batalla–, y si colaboramos entre nosotros somos prácticamente imbatibles.
Capturar al monstruo no será tarea sencilla, y tendremos que estar muy pendientes del entorno para conseguir ubicarlo. Ya sea un árbol caído o cadáveres de enemigos nos servirán para saber qué ha pasado por ahí, si bien tendremos señales más claras, como pisadas en el suelo o, si alerta a un grupo de pájaros, un indicador en pantalla nos señalará dónde se ha producido el altercado. El componente de fortuna es muy importante, ya que hay veces que de pura casualidad lo encontramos muy rápido, y así evitamos tener que luchar contra una forma evolucionada y más fuerte de éste.
Una vez que lo hemos encontrado, más nos vale no dejarlo escapar. El primer movimiento es lanzar una cúpula que lo atrapa, y una vez ahí, lanzar toda nuestra artillería. Es el momento de mayor tensión del juego, tanto para el monstruo como para nosotros, y probablemente el más divertido. Difícilmente podremos acabar con él en un sólo encuentro, pero si conseguimos que no se escape en los segundos que pasan desde que se desactiva la cúpula hasta que la podemos volver a activar, tendremos muchas posibilidades de que, esta vez, acabemos con él o lo dejemos muy, muy malherido.
Turtle Rock ha conseguido hacer que todas las clases sean importantes, y que el jugador que vaya de Asalto sea poco útil si no tiene a un Médico que le ayude a sobrevivir a los impactos de monstruo, y prácticamente todo lo que hagamos es inútil si el Trampero no consigue frenar al enemigo. A pesar de lo que pueda parecer, a nosotros nos ha parecido muy divertido jugar con cada clase, si bien es cierto que, obviamente, algunas se adaptan mejor a nuestro estilo. Con un grupo de amigos y un rol bien definido, seremos casi imbatibles.
Jugando como el monstruo
Al encarnar a cualquiera de los monstruos, la jugabilidad es totalmente diferente. Pasamos a una perspectiva en tercera persona, en la que además de la acción se introduce un componente de sigilo. La idea es movernos rápidamente, a la vez que intentamos ser lo más discretos que un monstruo gigante puede ser, mientras nos comemos a todos los animales posibles. Con un botón podemos entrar en el modo sigilo, el cual nos permite no alertar a los pájaros, así como realizar ataques sorpresas sobre nuestra próxima comida.
Con el monstruo tendremos que dosificar también nuestras cuatro habilidades, ya que conseguimos tres puntos por nivel de evolución, y cada habilidad requiere un punto para activarse y puede mejorarse hasta dos más. Podemos comenzar la batalla asignando los tres puntos a una habilidad o repartiéndolos como queramos, y al evolucionar (algo que podemos hacer dos veces, hasta el nivel tres) seguir aumentando las estadísticas. Esto hace también que cada jugador pueda adaptarse a sus gustos con el monstruo y probar diferentes estrategias.
Hay tres tipos de monstruo: Goliat, que apuesta por la fuerza y el combate cercano, el Kraken, que es más ágil y centrado en el combate a distancia, y el Espectro, que como su propio nombre indica, es casi como un fantasma que puede engañar a los cazadores. Una vez más, la jugabilidad con cada uno está tremendamente bien diferenciados, y si conseguimos aprender a maximizar sus habilidades, seremos una verdadera amenaza al llegar al nivel tres. Eso sí, habrá que saber también moverse por el escenario, y acabar primero con los miembros claves de los cazadores para tener más posibilidades.
Los contenidos
A modo de resumen, Evolve tiene doce personajes divididos en cuatro clases, tres monstruos, y doce mapas normales y cuatro de defensa, así como cuatro modos de juego principales. El primer cazador de cada clase, el primer monstruo, los dieciséis mapas y los cinco modos de juego están disponibles desde el primer momento, pero si queremos desbloquear el resto de cazadores y monstruos tendremos que invertir una notable cantidad de horas, ya que progresamos de manera bastante pausada, y hasta que no hemos "dominado" a un personaje no podemos desbloquear al siguiente.
Esto es un arma de doble filo, ya que puede hacer que muchos se aburran de no poder cambiar, sobre todo en el caso de monstruo (con los cazadores, al menos, puedes cambiar de clase), pero también nos anima a conocer cada personaje y a familiarizarnos bien con la experiencia. A pesar de estar divididos en categorías, tener doce cazadores nos parece correcto; tener tres monstruos, por su parte, nos parece muy poco, y sobre todo a largo plazo. Es cierto que para disfrutar al máximo de estos tres monstruos tenemos que echarle muchas horas a Evolve, pero creemos que alargar artificialmente la duración no suple a largo plazo la escasez de monstruos, y ya no sólo para el que juega como éste, sino para el que intenta cazarlo.
Los doce mapas (junto a los cuatro de defensa), la verdad, nos podrían haber dejado un mejor sabor de boca. Es innegable que están bien diseñados, con cosas a favor y en contra para cada monstruo, con pasillos, con diferentes alturas... pero a la hora de la verdad nos han parecido demasiado parecidos entre sí, sobre todo estéticamente. Después de jugar en los dieciséis escenarios, quizás recuerdes cuatro o cinco diferentes, y aunque como conjunto sí que tienen personalidad, apenas tienen señas de identidad individualmente. Con las partidas nos vamos ya quedando con cada mapa, pero creemos que Turtle Rock podría haber hecho más por potenciar las diferencias entre mapas.
Los modos de juego son los siguientes: Caza, el modo básico, en el que los cazadores tienen que luchar por destruir al monstruo y éste por evolucionar al nivel 3 y destruir el relé de energía; Defensa, en el que el monstruo tiene que destruir la fuente de energía de la nave y los cazadores defenderla; Nido, en el que el monstruo debe proteger una serie de huevos (que puede incubar para generar otro monstruo a costa de perderlo) y los cazadores rescatarlo; y Rescate, en el que los cazadores han de revivir y evacuar a cinco supervivientes y el monstruo matar a la misma cifra.
Todos los modos funcionan muy bien, y aquellos con desafíos concretos sobre el mapa ayudan a evitar largas persecuciones, ya que fuerzan a que ambas partes se den cita en unos puntos determinados. Si decidimos personalizar la partida, podremos elegir el mapa y el modo, así como modificadores, los cuales nos dan control sobre el clima, así como diferentes ventajas para el monstruo o los cazadores, que van desde apoyo, más comida, teletransporte o incluso ataques aéreos. Como siempre, más modos no estarían de más, pero sí que es cierto que están todos muy bien pensados, y con las mencionadas modificaciones pueden dar mucho de sí.
Por último, comentar que tiene un modo llamado Evacuación, el cual es una especie de microcampaña en la que tenemos que recorrer todos los modos de manera consecutiva, todo ello aderezado con una pequeña historia, y factores que modifican la siguiente partida en función de quién gane. Este modo es ideal para familiarizarnos con el juego, ya que además va equilibrando automáticamente cada partida, y nos permite aprender de manera más tranquila que si saltamos directamente al online.
Aspectos audiovisuales
Todas las imágenes que veis en este análisis han sido capturadas por nosotros de la versión de PC, por lo que lo que veis es totalmente representativo del juego final. Evolve se ve muy bien, gracias en gran parte a la iluminación, que hace un gran trabajo dotando de profundidad a los escenarios y de volumen a los personajes. Además, las batallas son un auténtico espectáculo visual en multitud de ocasiones, y especialmente al batallar contra el Espectro, que pone en pantalla una gran cantidad de efectos de luz y partículas.
Las texturas están a un gran nivel, y apenas los sprites del follaje se quedan algo atrás. Es un gustazo ver lo bien que lucen los monstruos –que son los que vemos con mayor regularidad en tercera persona–, definidos, y si algún tipo de efecto, como la lluvia, entra en juego, se producen algunas estampas muy a destacar. Los requisitos recomendados de la versión de ordenadores no son demasiado altos si estáis ya preparados para los juegos actuales, pero incluso en "Alto" con algunos aspectos en "Medio", se ve bastante bien y nuevageneracionesco.
El equipo artístico de Turtle Rock ha creado un mundo muy interesante y creíble, que da la sensación de algo extraterrestre donde la mano de hombre es notable. Artísticamente algunos niveles están bastante más inspirados que otros, pero todos comparten homogeneidad que le da coherencia al universo. Los personajes se debaten entre lo estereotípico y lo original, pero los tres monstruos tienen un diseño soberbio, con evoluciones muy conseguidas y animaciones a la altura. Incluso las criaturas salvajes de los planetas son creíbles en los mismos aspectos, todas con sus rasgos, ataques, comportamientos...
En un segundo plano se queda el sonido, a pesar de que está muy trabajado. Tanto los monstruos protagonistas como las criaturas que habitan los escenarios tienen sus gritos propios, y los cazadores no dejan de hablar en perfecto castellano –con voces profesionales fáciles de reconocer–, comentando la acción siempre que no juguemos online. Todo ello, además, envuelto en buenos efectos de sonido.
Turtle Rock evoluciona
Evolve es divertido desde el primer momento, de eso no hay duda. Jugar con tu equipo es una gran experiencia, y si el monstruo también es un amigo, todavía más. Con cada partida descubrimos algo nuevo, ya sea el comportamiento de uno de los animales salvajes –que también atacan a los cazadores–, que esa flor es una trampa letal, o que este arma tiene un uso que no conocíamos. Y cuando crees que ya lo sabes todo, desbloqueas una mejora nuevas o un nuevo personaje.
La parte negativa serían unos contenidos algo justos, un sistema de progresión bastante exigente y lento para el jugador que sencillamente no puede dedicarle demasiadas horas y escenarios demasiado parecidos entre sí, lo que puede hacer que se aburra antes de descubrir todo lo que Evolve guarda. En cualquier caso, Turtle Rock ha ofrecido fases de pruebas beta, por lo que si os interesaba, seguramente ya habéis podido probarlo y, junto nuestro análisis, decidir si es el juego que buscáis. A nosotros nos parece un título que, con amigos, sirve para ofrecer una experiencia multijugador muy bien planteada y equilibrada, fresca y sólida, accesible y profunda, y que sólo nos deja dudas por ver cómo aguanta a medio-largo plazo.