Análisis de The Darkness II (Xbox 360, PC, PS3)

Puede que The Darkness os suene por la serie de cómics creada por Marc Silvestri y producida por Top Cow Productions en 1996, o bien por el juego de 2007 creado por los suecos Starbreeze Studios y publicado por 2K Games. En cualquier caso, conozcáis o no los cómics o el anterior juego, esto no os impedirá disfrutar de The Darkness II, una intensa aventura de acción en primera persona que apuesta decididamente por la experiencia para un jugador sin ofrecer multijugador competitivo, aunque sí un curioso modo cooperativo hasta para cuatro jugadores.

Aunque continúa relativamente la historia ocurrida en el anterior juego, cuando comenzamos a jugar un vídeo "Anteriormente en The Darkness" –bastante acertado, usando viñetas de los cómics- nos cuenta lo que tenemos que saber para no perdernos en la historia. Básicamente es que Jackie Estacado, un miembro de la mafia italiana en Nueva York fue "bendecido" con un increíble poder hereditario llamado La oscuridad, encarnado en la forma de dos serpientes asesinas capaces de destrozar cualquier enemigo y con una ilimitada sed de sangre, que poco a poco consumen a su portador poniendo en peligro su integridad mental.

En el primer juego, el hecho más relevante de la historia, aunque sabemos que es un enorme destripe pero no podemos evitarlo ya que es parte fundamental de la secuela, es el asesinato Jenny, la novia de toda la vida de Jackie.

Han pasado un par de años desde aquello, y Jackie ha conseguido retener todo este tiempo dentro de sí a La oscuridad, sin hacer uso de ella. Vive atormentado por el asesinato de su novia, del que se siente culpable, viéndola en unas extrañas visiones fantasmales que le impiden superar su muerte. En el arranque de la historia en un restaurante italiano, una organización desconocida irrumpe con una fiereza inusitada, masacrando a todos los presentes y dejando a nuestro protagonista muy malherido. Ante la vida y la muerte, Jackie no tiene más remedio que volver a invocar a La oscuridad –con capacidad para regenerar cualquier tipo de herida, por terribles que estas sean-. Aquí arranca la aventura, en un argumento que nos narra con mucho detalle la atormentada existencia de Jackie Estacado y sus fantasmales visiones de Jenny, que puede que escondan algo más, y su lucha por defenderse de La hermandad, una legendaria organización secreta que quiere arrebatarle La oscuridad cueste lo que cueste, lo que podría traer unas terribles consecuencias para toda la humanidad.

El desarrollo es el de un juego de acción en primera persona muy lineal, sin momentos de exploración ni otra cosa que no sea disparar frenéticamente y acabar con los enemigos de la manera más creativa y sangrienta posible. El elemento diferenciador respecto a otros shooter son las serpientes de La oscuridad, dos brazos que nos permiten golpear, agarrar, lanzar y ejecutar a los enemigos, mientras nos comemos sus corazones para obtener esencia oscura. Pese a tratarse de una secuela, poco tiene que ver con el primer juego. Cambio de desarrolladora –ahora se ocupan los canadienses Digital Extremes-, de estilo gráfico, apostando ahora por una especie de cel shading muy resultón que le da un aspecto tipo cómic genial, una violencia brutal y descontrolada, la eliminación de cualquier momento de exploración, siendo ahora más lineal e intenso, y además de protagonista y universo, poco tiene que ver con el título de 2007.

Las dos serpientes junto a la posibilidad de equipar un arma en cada mano y usarlas de manera independiente, hacen que la jugabilidad sea bastante flexible y nos permiten ser muy creativos a la hora de acabar con las interminables hordas de enemigos. Podemos dispararles con cualquier de las numerosas armas de fuego, golpearles y cortarles con una de las serpientes, amputando alguno de sus miembros, cogerles y lanzarles por el aire estampándolos contra una pared, arrancar un parquímetro y lanzarlo a un enemigo creando un pincho moruno, coger prestada la puerta de un coche y usarla a modo de escudo o bien lanzarla y partir a alguien por la mitad o arrancarle la cabeza, y un larguísimo etcétera, nos podríamos tirar unos cuantos párrafos ya que las posibilidades son muy numerosas. Cuanto más creativa y original sea la muerte, más puntos de esencia nos otorgarán, que se pueden usar para adquirir talentos de los cuatro árboles de habilidades.

En una serie de portales bastante numerosos que encontramos por los escenarios, podemos gastar los puntos para hacernos con una serie de ventajas y poderes, llamados talentos, algunos muy necesarios. Uno de los árboles está relacionado con las armas de fuego, aumentando la capacidad de munición, velocidad de recarga, hasta llegar a tener balas explosivas. Otro es el de las ejecuciones, una acción que realizamos cuando cogemos a los enemigos y que podemos ir consiguiendo que nos aporten distintos beneficios después de realizarlas, como salud, munición o que se genere un escudo de oscuridad. Un árbol tiene habilidades varias, como que al lanzar un enemigo este quede unos segundos suspendido en el aire y podamos machacarle, que comer corazones nos proporcione más salud, o que cualquier objeto cogido se vuelva explosivo al lanzarlo. Y por último el árbol con las "magias" o habilidades especiales, como enjambre –una nube de insectos que aturde a los enemigos durante unos segundos-, canalización –potenciar el poder destructivo de las armas-, y hasta una habilidad para ver a los enemigos a través de las paredes.

El control es bastante bueno, y pese a la gran cantidad de acciones combinadas que podemos realizar le iremos pillando el truco y nos veremos al poco tiempo en mitad de las escenas de acción realizando todo tipo de tropelías. Con cada uno de los gatillos usamos un arma, y si solo llevamos equipada una con el izquierdo hacemos zoom. Con los botones superiores manejamos a las serpientes, con RB/R1 usamos la derecha, que es la que golpea y corta, acompañando la pulsación del botón de una dirección del stick, pudiendo realizar tajos horizontales, verticales o en diagonal. Con LB/L1 usamos la serpiente que agarra, con múltiples usos, como coger objetos y arrojarlos, desde cubos de basura, barras de hierro, ventiladores o tapas de alcantarilla, arrancar puertas para seguir avanzando, o lo que da más juego, coger a los enemigos y hacer lo que queramos con ellos. Ya sea lanzarlos por el aire, o lo más importante, ejecutarles.

Mediante la serpiente izquierda, agarramos a los enemigos –cuando podemos, a veces hay que debilitarlos- y les ejecutamos, las acciones más espectaculares, gore y salvajes de todo el juego, y cuando veamos algunas de ellas por primera vez nos quedaremos con la boca abierta. Como hemos comentado antes, podemos ir desbloqueando nuevas ejecuciones en el árbol de habilidades, y además de ser estéticamente distintas, nos otorgan diferentes beneficios, como salud o munición, por lo que iremos usándolas no tanto por la muerte que nos apetece ver, sino más bien por la ventaja que nos va a reportar. Cortarles la cabeza, partirles por la mitad, introducir una de las serpientes por la boca, atravesarles por el pecho a lo Alien, hasta arrancarles la columna vertebral por donde la espalda pierde su nombre… Son tan bestias que cuesta cansarse de verlas, aunque hay que admitir que a veces frenan un poco el ritmo de juego, al ser animaciones de dos o tres segundos que en mitad de un tiroteo, y repetidas varias veces, estropean un poco ese frenetismo de la acción.

Otro elemento muy importante en la jugabilidad es la luz, que tenemos que evitar a toda costa cuando vamos con La oscuridad "desplegada". Bajo la luz, las serpientes quedan inutilizadas, no podemos atacar con ellas y la salud no se regenera, además de cegarnos y ver la pantalla blanquecina. Tenemos que disparar a las farolas, a los faros de los coches, fluorescentes y bombillas en los interiores, y poco a poco la cosa se va complicando, con luces "blindadas" que nos obligan a buscar el generador que las alimenta y destruirlo. Los enemigos también saben de nuestra gran debilidad, y según avanzamos en la aventura van usando la luz para atacarnos, mediantes enormes focos o incluso granadas cegadoras.

Durante una gran parte del juego nos acompaña el Darkling, un pequeño demonio con muy mala uva que pone un toque de humor que se agradece, y al que llegamos a coger cariño, pese a lo bruto y maleducado que es. A veces se engancha a los enemigos y se lía a cabezazos, orina sobre sus cadáveres, se tira ventosidades, y va soltando todo tipo de comentarios jocosos. Una especie de mini hooligan inglés con una piel de gato en la cabeza, que incluso podemos coger y lanzar a los enemigos. Hay un par de momentos en los que nos meteremos en su piel, siendo como fases de sigilo en las que tenemos que evitar y ejecutar por la espalda a los rivales. No aporta realmente gran cosa a la jugabilidad, excepto estos puntuales momentos en el que lo controlamos, pero se agradece su compañía y consigue sacarte alguna sonrisa.

Entre fases, solemos volver a la mansión de Jackie, explorándola y hablando con nuestros compañeros mafiosos. Hay un par de minijuegos, unas cuantas conversaciones y alguna curiosidad, pero poco más que hacer. Basta dirigirnos al ascensor y comenzar la nueva misión, siendo unos momentos sin peso en la jugabilidad pero sí importantes a la hora de construir el personaje, conocer su entorno y sus motivaciones, aunque comprendemos que alguien pueda pensar que frenan el ritmo, que fuera del hogar de Jackie es frenético. Las fases de acción como hemos dicho son lineales y poco más hay que hacer que avanzar y acabar con todo lo que se nos pone por delante, pecando un poco en la repetición de los enemigos, poco variados. Hay jefes finales, un elemento que se agradece y que aporta algo de variedad, pero sus mecánicas pecan de sencillas, casi de juego de la era de los 16 bits, y no tiene mucho misterio acabar con ellos, cuando podrían haber sido más elaborados, mezclando factores como el uso de las serpientes, agarrar objetos, la luz, etcétera. No se han comido mucha la cabeza con ellos la verdad, y podían haber sido un buen punto a favor, quedando en algo anecdótico.

La campaña principal se puede terminar en unas seis o siete horas, estando en la media del género, aunque al apostar por la experiencia para un jugador y no contar con un multijugador competitivo, comprendemos que muchos jugadores puedan pensar que la duración es algo escasa. Como siempre, recomendamos comenzar en difícil, ya que en normal es un paseo. Nos ha parecido la duración adecuada para la historia que cuenta, ya que quizás si lo hubieran alargado más de la cuenta, perdería intensidad e incluso podía haber caído en la monotonía o resultar repetitivo, algo que con esta duración llegar a rozar por momentos, pero que consigue evitar. Termina dejando un buen sabor de boca, con un gran final -que a algunos seguro no gustará…-, cerrando una historia muy sencilla y poco sorprendente, con unos villanos nada desarrollados, estando todo el interés en el bonito vínculo de Jackie con su novia fallecida Jenny.

Una vez completada la historia, se desbloquea el modo nueva partida+, que permite jugar cualquier capítulo conservando todo lo desbloqueado, y que nos permite hacernos con las reliquias que nos hayamos dejado pendientes –el único coleccionable del juego-, habiendo un total de 29, y no siendo muy difíciles de encontrar. Después tenemos el modo Vendetta, un cooperativo hasta para cuatro jugadores, que también se puede jugar solo. Aquí no manejamos a Jackie, sino que se presentan cuatro nuevos personajes. Inugami, una japonés con una katana, Shoshanna, una agente del Mossad que usa el brazo de la noche, una escopeta mágica que permite potenciar sus disparos, JP Dumond, un médico de Nueva Orleans que usa el vudú con su Bastón de medianoche, y por último Jimmy Wilson, un escocés bastante borracho que usa un Hacha oscura. Este modo es paralelo a la historia y tiene la gracia que al no contar estos personajes con las serpientes de La oscuridad, la jugabilidad cambia bastante, siendo un shooter más clásico. Reciclando muchos escenarios del modo principal, tenemos que limpiar amplias zonas de numerosos enemigos, y con unos amigos tiene su gracia, siendo bastante aburrido jugando solos.

El cómic cobra vida en tu pantalla

Técnicamente poco podemos reprochar al juego, es algo subjetivo que te guste o no su estilo gráfico, tipo dibujo animado o cómic, pero es innegable que está bien realizado y se ha hecho con mimo. Con alguno de sus mayores méritos en los juegos de luces y sombras, en bellos escenarios bañados por la luz de la luna, en la violencia gráfica, y que pese a ser un juego que gira entorno a la oscuridad, por momentos hace un gran uso del color, con una acertada dirección artística. Robusto en su tasa de imágenes por segundo pese a las grandes concentraciones de enemigos, quizás lo menos destacado son las animaciones –excepto las de las ejecuciones-, y las expresiones faciales, bastante pobres.

El apartado sonoro tiene un gran nivel, con melodías misteriosas y oscuras muy acertadas aunque no memorables, y con la inclusión de algunos temas musicales licenciados, bastante famosos, que se acoplan perfectamente a las escenas donde aparecen. Este apartado lo redondea un buen doblaje al castellano, que con acierto 2K -ya le pegamos un tirón de orejas en su día por no ofrecerlo en Duke Nukem Forever-, nos permite seleccionar las voces en inglés, sobresalientes, con Mike Patton el cantante del grupo Faith No More doblando a La oscuridad.

Déjate arrastrar por La oscuridad

The Darkness II es buen un título de acción, muy divertido, intenso, que nos cuenta una sencilla pero interesante historia, y que llega con un apartado gráfico inusual dentro del género y muy atractivo, con una violencia disparatada y exagerada habitual en los cómics pero no tanto en el mundo del videojuego. A una campaña que se disfruta en todo momento de poco más de seis horas, se le suma un curioso multijugador cooperativo que alargará la vida del título, aunque no consigue evitar la sensación de que va un tanto escaso de contenidos.

Con una elaborada jugabilidad que nos permite acabar con los enemigos de muchas maneras distintas, invitando al jugador a la creatividad asesina, quizás se echa en falta algo más de originalidad o arrojo, ya que puestas las cartas sobre la mesa apenas sorprende, acariciando la monotonía en algún momento, en un género muy trillado y pese a contar con sus propias bazas diferenciadoras. No sabemos cómo, pero da la sensación de que podía haber llegado un poco más alto, ya que todo lo que hace, lo hace bastante bien. En cualquier caso un amante de la acción en primera persona lo disfrutará muchísimo, y su propuesta merece ser probada. Un gran título para ir calentando el gatillo en este prometedor 2012.