Análisis de Monkey Island Special Edition Collection (Xbox 360, PS3, PC)

El gran acierto de estas reediciones, además de estar basados en unos excelentes juegos, es el respeto por los originales. Gráficos nuevos y en alta definición, una banda sonora regrabada, pero también la posibilidad de en cualquier momento y con solo pulsar un botón, por ver el juego en su forma original, algo que encantó a los más nostálgicos, y a todo el que sea un poco curioso. También incluyeron un sistema de pistas para el que lo necesitara, que teniendo en cuenta la baja dificultad de los juegos actuales, no eran aventuras nada fáciles. En The Secret of Monkey Island: Special Edition el control se adaptó a los nuevos tiempos, sustituyendo la interfaz visual del SCUMM con los distintos verbos –abrir, cerrar, coger, mirar, usar, dar, etcétera-, por un sistema que dejaba la pantalla limpia, con el inventario también escondido, aunque manteniendo en todo caso la misma jugabilidad.
Como pasa con todas las aventuras gráficas en consola, no es fácil adaptarlas a un mando, y este primer Monkey Island, a diferencia de la versión de PC, es un pelín engorroso en su manejo con el pad. Teniendo un botón para desplegar los verbos, otro para el inventario, y con cualquier de los dos sticks movemos el cursor. En cambio en Monkey Island 2: LeChuck's Revenge Special Edition el control es mucho mejor, y se adaptó de manera bastante inteligente a consolas. Con el stick izquierdo movemos el personaje, con el derecho el cursor, y pulsando en los distintos puntos de interacción del escenario, desplegamos un menú con las acciones que podemos realizar, siendo muy cómodo.
No solo esto es mejor en esta edición, también los gráficos, y el diseño artístico en general, son superiores en la reedición de Monkey Island 2 que en la del primero. Además incluye un extra irresistible, que es en algunos momentos poder activar comentarios de audio de Ron Gilbert, Tim Schafer y Dave Grossman, que nos cuentan ciertas curiosidades, siempre en un tono humorístico, sobre el desarrollo del juego original, y algunos apuntes sobre esta revisión.
Al igual que en su lanzamiento en plataformas descargables, ambos llegan con subtítulos en castellano y unas excelentes voces en inglés, con el genial Dominic Armato doblando a Guybrush Threepwood como ya es costumbre desde que nuestro carismático pirata tiene voz. Solo hay una pega, y que no sea ha solucionado aquí, y es que cuando pasamos a la versión original, a la antigua, el juego se muestra con textos en inglés, algo de lo que nos avisan antes de empezar a jugar. Un detalle que no nos parece un gran inconveniente, ya que cuando pasamos a este modo lo hacemos habitualmente para contemplar los antiguos gráficos, más que para jugar en él.

Por 25 euros en sus versiones de Xbox 360 y PlayStation 3, y 15 euros en su versión para PC -un precio irresistible-, podéis haceros en formato físico con dos de las mejores aventuras gráficas de todos los tiempos, y dos ejemplos perfectos de cómo hacer una reedición o remake de un clásico, manteniendo el original y a la vez ofreciendo una versión actualizada hecha con mucho gusto y respeto. Es cierto que los extras no son deslumbrantes, y que si ya se tienen en edición digital, es difícil justificar la adquisición de la versión física, pero poder tener estas dos joyas en una única caja en la estantería, a unos mitómanos como nosotros, nos parece muy difícil resistirse.

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