Análisis de Lara Croft and the Guardian of Light XBLA (Xbox 360)

Que el juego no lleve en su título el nombre que ha hecho famosa a la saga, Tomb Raider, de por sí es toda una declaración de intenciones por parte de sus creadores, y es que con este Lara Croft and the Guardian of Light se han querido desmarcar de la saga con una entrega atípica, que usa a la carismática protagonista y que coge algunos de sus elementos clásicos para conformar un juego totalmente distinto de las dinámicas jugables de un Tomb Raider. Square Enix ha escogido el formato descargable para este experimento del que han salido más que airosos y por el que muchos no apostaban demasiado, siendo el juego que cierra la campaña de Microsoft para Xbox Live Arcade titulada Summer of Arcade (en dura pugna con Limbo por ser el mejor de los cinco aparecidos) con una exclusividad temporal de unas semana para aparecer ya en el mes de septiembre para los sistemas de descarga PlayStation Network y Steam.

Crystal Dynamics resucitó una saga que se encontraba con muy mala salud tras un desafortunado debut en los 128 bits de Sony con Tomb Raider: El ángel de la oscuridad, un juego que no cumplió las expectativas y que puso la puntilla a sus creadores originales Core Design, que crearon una franquicia millonaria capaz de trascender el mundo de los videojuegos pero que entrega tras entrega se desinflaba en ventas, por lo que los dueños de la saga, Eidos, decidieron prescindir de sus servicios y entregar el devenir de la serie a una desarrolladora que insuflara aire fresco.

Lo cierto es que consiguieron su propósito y el primer Tomb Raider desarrollado por Crystal Dynamics, Tomb Raider: Legend, fue un éxito tanto de crítica como de público, al realizar un juego más accesible y espectacular apto para todos los públicos y alejado de la extrema dificultad de las anteriores entregas que fueron quedando relegadas a un público más minoritario.

Después llegaría ya en 2007 Tomb Raider: Anniversary, un buen remake de la primera parte y al año siguiente se lanzaría el hasta ahora último y único desarrollado por completo en la actual generación de consolas, Tomb Raider: Underworld, un buen juego aunque dejando cierta sensación de que podía haber dado más de sí, quizás víctima de tener ser terminado con prisas de cara a la campaña de navidad.

Tras todo esto el pasado año la japonesa Square Enix compraba Eidos, la propietaria de los derechos de la serie Tomb Raider, como parte de un movimiento para ampliar su cuota de mercado en los territorios occidentales, y no tardaba en anunciar grandes planes para la saga, que iba a continuarla con nuevas entregas que la volvieran a situar a la altura de lo que fue antaño. Cuando todo el mundo esperaba que se mostrara algo del nuevo Tomb Raider sorprendieron a todos con el anuncio de este juego, desmarcándose de la saga en apariencia y sirviendo de aperitivo para la nueva y esperada novena entrega de la que aún no se conocen detalles, y aunque lo mostrado en un principio no obtuvo una acogida muy entusiasta una vez con el juego a disposición de todos este ha resultado ser una grata sorpresa como veremos a continuación.

La historia del juego es bastante anecdótica y nada original, y es un mero pretexto para que tengamos que recorrer junglas y templos aztecas acompañados del Guardián de la luz que da nombre al juego. Lara en su búsqueda incesante de antiguos tesoros encuentra el Espejo de humo, un artefacto que alberga en su interior al guardián de la oscuridad Xólolt, derrotado en el pasado por Tótec el guardián de la luz con el que fue encerrado. Justo en el momento del hallazgo unos cazarrecompensas hacen acto de presencia liberando por accidente a ambos guardianes del espejo, por lo que nos veremos obligados con la ayuda de Tótec a dar caza a Xólolt y su ejército de demonios.

El juego se controla en tercera persona con una perspectiva isométrica estando la cámara bastante alejada, lo que facilita en todo momento la acción y sobre todo el modo cooperativo para dos jugadores. Con el stick izquierdo manejaremos a nuestro personaje, con el otro apuntaremos y con el gatillo derecho dispararemos el arma equipada, también pudiendo saltar, rodar, soltar bombas o usar nuestro gancho en el caso de Lara y el escudo en caso de Tótec, lo que nos permitirá acceder a determinados sitios aparentemente inaccesibles. El control es muy directo y rápidamente nos haremos con él, casi más propio de un arcade que de una aventura al uso, siendo bastante intuitivo y sin jugarnos malas pasadas, tanto en los momentos de acción, plataformas o resolución de puzles.

En el correcta mezcla de estos elementos radica su éxito, ya que los tres están igual de cuidados en cuanto a jugabilidad y muy bien dosificados por lo que en ningún momento caeremos en la monotonía por exceso de tiros, saltos o solventar acertijos, y las fases cuentan con un gran ritmo gracias también a no ser muy largas en extensión ni duración. Deberemos ir avanzando por los catorce niveles (que nos durarán unas seis horas en la primera partida) enfrentándonos a todo tipo de fauna y demonios, con grandes dosis de acción aunque sin abandonar los momentos puramente aventureros.

Podremos jugar tanto solos controlando a Lara como en cooperativo desde la misma consola donde un segundo jugador controlará al guerrero azteca Tótec, variando el desarrollo del juego sensiblemente para adaptarse a esta elección. Si jugamos solos al principio de la aventura Tótec nos entregará su lanza y se marchará, por lo que nos ayudaremos de ella para atacar y superar ciertas zonas, pero en cambio si jugamos en cooperativo ambos personajes deberán colaborar usando sus respectivas habilidades, en el caso de Lara con el gancho y en el del guerrero azteca además de con la lanza con un escudo que servirá tanto para defendernos como para acceder a ciertos lugares, que jugando solos también podremos alcanzar gracias a determinados elementos que nos ayudan en este propósito que solo aparecen en este modo, por lo que todo el contenido del juego es desbloqueable juguemos solos o acompañados.

Uno de los puntos más destacables del juego es el hecho de que sea un título con un gran modo cooperativo pero sin haber descuidado en nada el modo para un jugador, caso que sí ha sucedido con recientes lanzamientos en los que se ha intentado dar tanta importancia al cooperativo que la experiencia en solitario ha quedado un tanto descuidada y desequilibrada, por tanto este Lara Croft se disfruta igual juguemos solos o acompañados. El cooperativo online a fecha de hoy todavía no está operativo y está previsto que se ponga en funcionamiento en el mes de septiembre, con la llegada de las versiones del juego para PS3 y PC.

El equipamiento tiene una gran importancia, más que en cualquier otra entrega de la saga Tomb Raider, y son muy numerosas las armas que podemos conseguir, hasta 28, pudiendo llevar equipadas hasta cuatro a la vez. Contaremos con las pistolas de munición infinita que han acompañado a Lara en todas sus entregas y además un gran repertorio que va desde escopetas, Magnums, rifles de asaltos, lanzallamas, Uzis hasta lanzagranadas, todas estas con munición limitada marcada por una barra azul que se sitúa debajo de la verde que mide nuestra vitalidad. También es muy importante la bomba que podemos usar sin límite, sirve tanto para atacar como para la resolución de algunos puzles, aunque tendremos que esperar unos segundos una vez explotada para volver a poder usarla.

Junto a las armas están los artefactos y las reliquias, ambos tendremos que ir consiguiéndolos según avancemos, estando algunos ocultos en unos templos cuya resolución es opcional y otros obteniéndolos al superar determinados retos de nivel. Los artefactos afectan a los atributos del personaje mejorando por ejemplo la defensa o el poder ofensivo, pudiendo equiparse hasta dos, y las reliquias (que tan solo podremos llevar una equipada) nos proporcionan poderes especiales como más velocidad, regeneración de salud, de munición, disparos a ráfagas o explosiones más potentes de nuestras bombas, solo manifestándose sus efectos en caso de que una tercera barra situada debajo de la de vitalidad y munición esté llena.

Lo que otorga al juego un plus de adicción y duración a su ya de por sí entretenido desarrollo son los retos de nivel. En cada fase contamos con un número determinado de estos y son muy variados: conseguir cierta cantidad de puntos, acabar antes de un tiempo determinado el nivel, superar cierta sección de plataformas sin caerse, recoger las diez calaveras rojas de cada fase, destruir una serie de elementos, etcétera. Al conseguir superar algunos de ellos se nos otorgarán como premio armas, reliquias, artefactos o aumentos de vida y munición. En la primera partida será imposible conseguirlos todos por lo que el juego invita a volver a superar varias veces sus niveles, lo que junto a sus tres niveles de dificultad y la posibilidad de jugarlo acompañados hacen de este un título muy rejugable.

Resulta chocante como un acercamiento al personaje de Lara Croft tan distinto en jugabilidad a los juegos de la serie Tomb Raider se siente en espíritu tan parecido a una entrega cualquiera de la serie, siendo muy culpable de ello la genial ambientación del título, tanto por su música como por sus entornos. Es como un Tomb Raider condensando, sin un momento de respiro y con algo de más acción, pero con sus saltos, rompecabezas y momentos de exploración, la perfecta transformación de una saga con unas bases muy asentadas en un arcade como no recordamos otra igual, con todos sus elementos en la justa medida formando un gran y divertido trabajo.

El apartado técnico acompaña de manera excelente a todo el buen trabajo hecho con la jugabilidad, y usando el mismo motor gráfico de la anterior entrega hace un uso muy distinto de él culpa de la perspectiva, lo que provoca que todo luzca de otra manera. Escenarios muy detallados y bien diseñados, que pese a desarrollarse durante toda la aventura en el mismo entorno no llegan a caer en la monotonía, con unos enemigos suficientemente variados para que no nos aburramos rápidamente de ellos, con incluso algunos llamativos jefes de final de nivel. El motor se muestra robusto en todo momento pese a tener que mover en ocasiones gran cantidad de enemigos e incluso luce algunos efectos gráficos bastante logrados como la iluminación.

Quizás se eche en falta en ocasiones alguna variación más del zoom de la cámara que le daría más dinamismo visual, pero todo el trabajo respecto a ella se ha hecho de manera muy funcional y en ese punto la verdad es que no se le puede poner ninguna pega: acompaña a la acción de manera perfecta. Solo alguien a quién no le acabe de entusiasmar esta perspectiva tan retro puede criticar este apartado, pero antes debería probarlo y no dejarse llevar por lo prejuicios, ya que la cámara le va como anillo al dedo al juego. En el único momento que abandonaremos esta vista aérea es en las escenas de vídeo que narran la escueta historia, que también nos es narrada con unas bonitas ilustraciones.

El juego cuenta con voces en castellano, que aunque sean pocas se agradecen ya que muchos juegos del Bazar no acostumbran a incluirlas, y si en algo debemos destacar del apartado sonoro es en la música, excelente, como suele ocurrir en casi todos los Tomb Raider aunque en el caso que nos ocupa más omnipresente que nunca, acompañando siempre adecuadamente tanto en los momentos de acción como de exploración, un gran trabajo que sabrán apreciar los amantes de la música en los videojuegos.

Aunque pueda parecer que hayamos pecado de entusiastas nos cuesta encontrar errores al juego, ya que ofrece todo lo que se puede esperar de una aventura de corte arcade, un juego casi único en cualquier plataforma de juegos descargables. Acción, plataformas y exploración con un ritmo frenético, un gran cooperativo con suficientes alicientes para ser jugado varias veces, que cumple en todos y cada uno de sus apartados, tanto técnicos como jugables.

Un camino a seguir el que Square Enix ha trazado con este spin off del que deberían tomar nota otras grandes, que nos recuerda y mucho a lo que hizo el año pasado Epic Games con el genial Shadow Complex, demostrando que los juegos originales en estas plataformas de descarga no son solo propiedad de estudios independientes, y que entre juegos de grandes presupuestos pueden dejar caer producciones más modestas por estos lugares, que en el caso de este Lara Croft and the Guardian of Light incluso consigue sacar los colores en calidad/precio al último Tomb Raider aparecido.