Análisis de Spectrobes: Orígenes (Wii)
Tras dos aventuras en Nintendo DS, una nueva incursión de los malvados Krawl amenaza con adueñarse de una galaxia desconocida, pero en esta ocasión contarán con toda la potencia que les ofrece la consola de sobremesa de Nintendo. ¿Serás capaz de detenerlos?
La serie Spectrobes, que vio la luz en NintendoDS fue aclamada por prensa especializada y por jugadores de todo el mundo como un rival digno a los todopoderosos pokémon de Nintendo. De hecho, el planteamiento es bastante similar dado que el juego está basado en criaturas que hay que descubrir, cuidar y que utilizaremos para luchar y avanzar en la aventura.
Por tanto, desde que se anunció una secuela para Wii, fueron surgiendo muchas especulaciones y dudas sobre su desarrollo, control y jugabilidad, máximo teniendo en cuenta el paralelismo existente con el juego de Gamefreak al resultar que los Pokémon existentes en la sobremesa de Nintendo no fueron el juego que muchos esperaban. Sin embargo, a medida que se iban descubriendo nuevas imágenes y vídeos, no cabía la menor duda de que el género escogido era el de un juego rol y que prometía grandes dosis de espectacularidad gráfica y entretenimiento.
Los Krawl amenazan la galaxia.
Spectrobes: Orígenes nos pone en la piel de Rallen y Jeena, dos personajes de tinte adolescente y cierto tufillo romántico que han sido enviados a los límites de su sistema solar para investigar sobre ciertas anomalías gravitatorias un tanto sospechosas. Una vez en el lugar, una poderosa fuerza los envía a una galaxia totalmente desconocida, donde no tardarán en averiguar que los Krawl tienen en jaque a toda la población nativa de ese sistema solar. Lo cierto es que la historia no es nada original en su planteamiento, pero está narrada con voces en castellano y utilizando el motor del juego en todas las animaciones, proporcionando unos minutos de visionado muy agradables. Además, estos pequeños cortos se sucederán a lo largo de la aventura de una forma más o menos constante, sin llegar a ser cansinos o aburridos, y que están perfectamente embebidos con los momentos en los que el jugador debe tomar las riendas de la situación, de tal manera que, lejos de cortar el desarrollo, aumenta las dosis de diversión y acción.
El primer contacto Krawl tendrá lugar en el planeta de Wyterra, en el que nuestros personajes descubrirán horrorizados que no tienen con qué enfrentarse a los enemigos, lo cual dará pie a las primeras relaciones con los habitantes de ese planeta y al susodicho tutorial, con entrenamiento previo incluido. Tras las pertinentes presentaciones y charlas, pronto tendremos la posibilidad de manejar a una especie de animales que serán imprescindibles para acabar con éxito la aventura: los Spectrobes. Se trata de criaturas enemigos naturales de los Krawl y que tienen tres niveles de evolución. En el nivel más básico se nos presenta a una especie de cría que podremos utilizar para desenterrar objetos del suelo mediante un movimiento del mando.
A medida que vamos recorriendo cualquiera de los enormes entornos tridimensionales, veremos que en el suelo aparece una especie de diminutas columnas de humo que son señales de que allí se esconde algo, que puede ser desde algún objeto para nuestro inventario como un enemigo al acecho. A medida que vamos desenterrando más y más cosas, nuestro spectrobe irá ganando en experiencia hasta acumular la suficiente para evolucionar. Las dos siguientes evoluciones se utilizan exclusivamente para luchar, y tan pronto como un enemigo aparece en pantalla, automáticamente tendremos el primer Spectrobe de nuestro equipo de seis a nuestro lado para hacer frente a lo que sea.
El sistema de lucha se asemeja bastante a lo visto en la serie Kingdom Heats. Desde una perspectiva en tercera persona manejaremos a nuestro personaje (Rallen o Jeena), que utilizará alguno de los seis tipos de armas disponibles para luchar contra los enemigos a golpe de botón A. Sin embargo, también contamos con los servicios del Spectrobe, que atacará o bien selectivamente o bien a cualquiera del grupo contrincante según queramos. La manera de darle órdenes es bien simple, agitando el mando de arriba a abajo, aparecerá como una centella dando cuenta del enemigo, se encuentre donde se encuentre, y agitando el mando hacia los lados regresará a nuestro lado instantáneamente. Este sistema de control parece sencillo, pero lo cierto es que resulta un tanto caótico debido a la posibilidad de manejar a dos personajes que pueden dar cuenta de los enemigos.
Por lo tanto, uno se sorprenderá demasiadas veces utilizando para la lucha sólo al personaje humano, y dejando a la bestia como un simple punto de apoyo, por lo menos durante una buena parte del principio de la aventura, y ello a pesar de que existen combos interesantes que causan bastante daño al enemigo. Además, la cámara que nos muestra la acción no se mueve de tal forma que facilite una visión global del campo de batalla, sino que hay que corregirla constantemente primero para tener una visión correcta del enemigo que queremos atacar y segundo para tener una referencia del terreno por el que nos movemos, ya que más de una vez nos veremos atascados o bien porque hemos tropezado contra un muro porque nos hemos arrimado demasiado al límite del decorado, o bien por la existencia de un tronco o roca que nos impide caminar hacia donde queremos porque simplemente no la vemos.
Spectrobes te elijo a ti.
Otro punto a tener en cuenta en el desarrollo de la lucha es la existencia de naturalezas en nuestros animales. Así por ejemplo, la utilización de un spectrobe de tipo agua será más eficaz contra un krawl de tipo fuego. El círculo de naturalezas que se anulan unas a otras es más bien escaso, unas cinco, pero aportan algo de profundidad al juego y son más que suficientes para que el jugador tenga la necesidad de elegir a uno u otro Spectrobe del equipo, que deberá ser lo más equilibrado posible, según el enemigo al que se enfrente, y también se podrán utilizar para acceder a determinadas áreas y abrir mapeado.
Estas naturalezas se repartirán entre las 30 especies diferentes de spectrobes disponibles, que, recordemos, habrá que elevar su nivel de experiencia hasta alcanzar su tercera evolución, momento en el que dispondremos de su máximo potencial. Sin embargo, conseguir el 100% de criaturas para nuestro uso y disfrute a cuenta de recurrir a la evolución de todas y cada una de ellas puede resultar bastante tedioso, así que se ha diseñado una especie de incubadora donde se podrán subir experiencia gracias a los objetos que vayamos descubriendo en nuestras andanzas, sin tener que recurrir a luchar una y otra y otra vez para subir niveles. También se han añadido la posibilidad de realizar un ataque especial que podremos realizar cuando se cumplan ciertas condiciones durante la batalla, añadiendo un punto más de variedad y estrategia disponible.
En la aventura existe un minijuego al que tendremos que recurrir bastante pero que sin duda es entretenido y que proporciona a la aventura un toque de frescura. Cuando utilizamos una cría de Spectrobes para desenterrar objetos, eventualmente aparecerá un cubo de roca que encierra en su interior un fósil de Spectrobe. Ese bloque de piedra podremos llevarlo al laboratorio donde dispondremos de las herramientas necesarias para revivir al bicho. Así, un escáner nos indicará cómo y de qué manera está el fósil para luego, con la ayuda de bombas, láseres, martillos y taladros, según necesidades y precisiones requeridas de nuestra habilidad, podamos retirar toda esa pétrea costra que lo rodea. El minijuego recuerda bastante a las operaciones que se realizan en el conocido juego de Trauma Center, o también puede recordar a una versión 3D de Galspanic, salvando las distancias, obviamente.
Al final, según el tiempo que hayamos necesitado para limpiar el fósil, y el daño que le hayamos infringido al golpearlo o cortarlo por algún descuido, nuestro fósil de Spectrobe recién descubierto recibirá una puntuación que decidirá el nivel de experiencia con el que empezará. Finalmente, podremos revivirlo con un minijuego musical bastante simple en el que habrá que combinar diferentes tonos moviendo el mando y el nunchaku, según una serie de notas que aparecerán en pantalla.
Un elemento llamativo es la posibilidad de jugar dos personas, de tal forma que se reparten la acción en una especie de modo cooperativo; mientras uno se encarga de dirigir las acciones del personaje, el otro toma el control del Spectrobe durante las peleas y durante la búsqueda de tesoros. La idea suena genial, pero en este modo nos encontramos con la imposibilidad de enviar y recuperar los animales en pleno combate, lo cual, a pesar de dar más libertad al segundo jugador sobre sus decisiones, impide que se preste ayuda inmediata al primero. Sin duda es un detalle que los programadores deberían pulir en posibles futuras entregas, porque es agradable y divertido compartir con un amigo la acción de los combates. En cuanto al apartado técnico del juego, hay que decir que es notable. Los gráficos muestran unos mundos en tres dimensiones bastante grandes, detallados, pulidos y coloridos, con unas animaciones en todos los personajes bastante decentes y unos juegos de luces potables, que sólamente se ven empobrecidos por una mala programación de la cámara que sigue la acción, imposibilitada además de la posibilidad de ver arriba o abajo cuando la ponemos en primera persona. Las melodías adoptadas encajan perfectamente y lejos de hacerse aburridas, alegran nuestras visitas por ciudades y praderas, tornándose a un modo "rock" cuando empieza la batalla.
Conclusiones
Spectrobes: Orígenes es una versión perfectamente adaptada a sobremesa de lo visto en Nintendo DS, haciendo un buen provecho del hardware de Wii, con una historia perfectamente integrada en el desarrollo de la aventura ayudada además de una localización al castellano inmejorable. Quizás los únicos puntos negativos lo ponen un argumento demasiado recurrido junto con un desarrollo que, aunque al principio tiene buen ritmo, va perdiendo con el paso de las horas de juego, y los personajes, que a más de uno se le pueden antojar demasiado infantiles, pero el que sepa disfrutar de un juego sin atender a incomprensibles perjuicios de edad y tenga la habilidad suficiente para compensar una cámara demasiado rígida que no tiene la misma agilidad que los combates, encontrará un Action RPG notable y que sin duda merece la pena disfrutar gracias a su contenido variado, diferentes mundos que explorar y combates y minijuegos entretenidos, que ponen la guinda a este título del que esperamos consiga el éxito que se merece.