Análisis de Red Steel 2 (Wii)
Cuando salió el primer video que mostraba las capacidades del mando de Wii, muchos soñaron con los juegos que podrían usarlo. Algunos de los comentarios más escuchado eran acerca del potencial que este nuevo control tendría para los juegos de acción en primera persona o lo bien que estaría poder manejar el mando como si de una espada se tratase.
Al tiempo empezaron a aparecer los primeros juegos, entre los que destacó Red Steel que prometía lo que muchos habían soñado: un juego de acción en primera persona que combinaba armas de fuego con espadas. Lamentablemente y pese a las expectativas generadas, el juego quedó bastante por debajo de lo que se esperaba, teniendo graves problemas de control que mermaban su calidad global. Ahora, varios años después llega su secuela, ante la cual se ha creado bastante expectación y, porque no decirlo, algo de desconfianza debido al primer juego. Afortunadamente Ubisoft ha tomado buena nota de los errores de la primera entrega y ha creado un título mucho más redondo.
La historia del juego nos sitúa en un salvaje oeste con una fuerte influencia oriental, que hace que se mezclen las típicas casas de los pueblos del oeste que vemos en las películas con templos japoneses rodeados de cañas de bambú. Aunque a priori puede parecer una mezcla bastante extraña, lo cierto es que la combinación le queda muy bien y le da un toque bastante único. Respecto al argumento, es quizás el punto más flojo del juego, con una historia algo simple, que aunque resulta entretenida, no llega a enganchar del todo en ningún momento. El protagonista del juego, el ninja sin nombre, ha sido atrapado por los chacales y, tras estar a punto de morir, consigue escapar, perdiendo su katana en el proceso. En su búsqueda acude a ciudad Caldera, normalmente controlada por el clan kusagari, pero que ahora está desolada y dominada por los chacales, uno de los clanes rivales. Pronto el protagonista descubrirá que su clan ha sido masacrado y buscará su venganza mientras intenta recuperar su katana. Como veis, la historia no es nada del otro mundo y es más una excusa para el juego y aunque es cierto que el juego funciona bien sin una historia más elaborada, se echa de menos un poco más de trasfondo.
Siente la espada en tus manos
Hay muchas cosas nuevas en este Red Steel 2, cosas que han mejorado enormemente el resultado general. Lo primero es el uso obligatorio del MotionPlus, el dispositivo que mejora la precisión del mando de la consola. Gracias a él, nuestros movimientos son reflejados con gran fidelidad en la pantalla, ofreciendo una experiencia que no podemos encontrar en otros juegos. Había mucho temor ante como se controlaría el juego, pero hemos de tranquilizar a todo el mundo, ya que su manejo funciona a las mil maravillas. Las opciones por defecto ofrecen un control bastante bueno, pero si no es de nuestro gusto, hay un montón de parámetros que podemos ajustar para configurar su manejo a nuestro gusto.
Aparte de las típicas en este tipo de juegos como la sensibilidad del puntero o el tamaño de la zona en pantalla que hace que la cámara no gire, podremos ajustar la fuerza con la que tendremos que agitar el mando para hacer los golpes. Y es cada uno de los cortes que podremos hacer, horizontal y vertical, podrán ser normales o fuertes, debiendo hacer en el segundo caso el movimiento con mayor fuerza o recorrido. Por defecto, hay que hacer cierto esfuerzo para hacer estos movimientos, haciendo un recorrido relativamente largo para los golpes fuertes (aunque nada exagerado o molesto), pero podremos elegir si bajar la intensidad requerida o por el contrario, subirla aún más para sentirnos como si manejáramos una katana real. Aparte de estos dos cortes, podremos dar estocadas con nuestra espada, algo muy útil para descubrir huecos en la defensa de los rivales o para rematarlos.
Además de nuestra espada, tendremos a nuestra disposición armas de fuego que podremos usar en cualquier momento apuntando a la pantalla y pulsando B. Esto hace que, aunque el juego esté pensando sobre todo para usar la espada (es más efectiva y además, los enemigos tienden a esquivar nuestras balas), quien prefiera la contundencia de una buena escopeta, pueda usarla a placer. De cualquier modo, lo ideal es combinar ambas armas, lo que hace que nos encontremos con escenas realmente interesas, por ejemplo disparando a un enemigo antes de que nos vea, acercándonos corriendo para asestarle varios tajos y rematarle con un tiro. La forma de intercalar espada y pistola es muy ágil y funciona realmente bien. Otra cosa a tener en cuenta es que cuando la vida de nuestros enemigos baja de cierto punto, tendremos la opción de hacer un ataque mortal que acabe con su vida. Para ello, deberemos mover el mando como nos pide la pantalla, viendo como nuestro vaquero ninja acaba de forma espectacular con los enemigos.
Pero un maestro de la espada como nuestro protagonista no puede depender sólo de golpes normales, sino que a lo largo de la aventura irá aprendiendo nueva técnicas que le ayudarán a enfrentarse a los clanes rivales. Cada uno de estos ataques nos lo enseñará un maestro a través de un tutorial bastante claro. Aunque varios de estos ataques son bastante útiles, lo cierto es que es probable que usemos una pequeña parte de ellos una vez estemos en el fragor de la batalla.
También es cierto que esto será así sobre todo al principio del juego, ya que según avanzamos y nos encontramos con enemigos cada vez más duros (o si jugamos en el nivel de dificultad superior) si que tendremos que hacer uso de ellos a menudo para ganar un poco de ventaja. Respecto a la dificultad, el juego trae tres niveles, que cambian no sólo el daño que recibimos y producimos, sino también la agresividad de los enemigos. En general el juego comienza relativamente fácil (sobre todo en los dos primeros niveles), pero según van apareciendo nuevos tipos de enemigos, cada uno de ellos con sus propias técnicas, la cosa se va complicando con una curva de dificultad muy bien llevada. Hemos de decir que para tranquilidad de todos, incluso en el nivel de dificultad más bajo (en este caso cuando llevemos una parte del juego) no bastará con agitar el mando para acabar con nuestros enemigos (al menos no con la mayoría) por lo que deberemos buscar los huecos en la defensa de los enemigos.
Sigue el camino de tu maestro
Como no todo en la vida es combatir, el protagonista de Red Steel 2 podrá saltar y escalar para llegar a otras zonas del escenario. Estos movimientos serán contextuales y los elementos con los que podremos interactuar aparecerán iluminados para indicárnoslo. Muchos de estos caminos estarán más o menos apartados de la vista, guardando en su interior algún secreto. Y es aunque el juego no presenta unos escenarios demasiado abiertos, si ofrece un cierto componente de exploración que nos invitará a patearnos todo el escenario, ya sea para completar las misiones secundarias o simplemente para recaudar más dinero. Los escenarios del juego están divididos por zonas separadas entre si (de hecho, una vez salgamos de una, no podremos regresar) que representarán barrios o pueblos.
Dentro de cada una de estas zonas tendremos ciertas áreas, algunas de ellas separadas por puertas (para facilitar la carga de los escenarios) y se nos permitirá movernos libremente por ellas en función de las puertas que se vayan desbloqueando según cumplamos misiones. La exploración será importante para conseguir dinero, algo que lograremos completando misiones, encontrando armarios y cajas fuetes o, simplemente, destruyendo todo lo que tengamos a nuestro alrededor. Con este dinero podremos comprar nuevas armas, mejorar las que tenemos, adquirir y mejorar poderes kusaragi, ganar ventaja frente a los enemigos o mejorar tanto nuestra barra de vida como nuestra armadura.
Hemos mencionado las misiones, y es que el juego estará basado en ellas. Diseminadas por las distintas áreas, nos encontraremos con varias bases en las que podremos buscar nuevas misiones y mejorar ciertos aspectos del personaje, como su armadura, sus armas o sus habilidades. En estas bases, cada una regentada por un personaje de la historia, tendremos un tablón de anuncios (común a todas las bases de una misma zona) donde poco a poco se irán mostrando las misiones que tenemos disponibles. Tendremos misiones obligatorias (normalmente llegar a cierto punto o acabar con un enemigo concreto) y otras secundarias (más enfocadas a encontrar un número determinado de objetos o a acabar con patrullas de enemigos), desarrollándose la historia con los videos que nos mostrará el juego tras superar las misiones principales.
Algo que no nos ha terminado de gustar es que una vez salgamos de un juego, no podremos volver a ella (el juego nos lo advierte), algo que hace que si tenemos alguna misión a medias no podamos terminarla. La verdad es que nos hubiese gustado que el juego nos diese la oportunidad de volver atrás a zonas ya superadas. Otro problema que tiene el juego es que puede resultar algo repetitivo, ya que consiste en avanzar por el área en el que estemos hasta llegar a cierto punto, cumplir la misión y volver a una base para elegir una nueva, mientras que por el camino vamos siendo atacados por los otros clanes (tras cada enfrentamiento nuestra vida se recuperará, no habiendo objetos que cumplan esta función). Afortunadamente, tanto la variedad de las misiones (no excesiva pero si suficiente para no aburrir), como el componente de exploración y lo divertido que resultan las luchas debido al control, hacen que tampoco acabe cansando.
Gráficamente el juego luce francamente bien. Primero tenemos su peculiar estilo gráfico que lo hace destacar frente a otros juegos del género. Aparte del diseño de sus personajes, nos encontramos con unos escenarios que mezclan muy bien el oeste americano con lo japonés, creando escenas realmente curiosas de ver. Hablando de los escenarios, estos no son excesivamente grandes en su mayoría (aunque de vez en cuando nos encontramos con zonas más o menos amplias) pero si es cierto que casi ninguna da sensación de pasillo, presentándonos calles o habitaciones con bastante sentido. Entre las distintas áreas tendremos o bien carga dinámica o bien puertas que servirán para cargar. Cuando demos a abrir una de estas puertas, tardará unos segundos para hacerlo, durante los cuales veremos una animación de personaje (hay varias) que nos amenizará la espera. De cualquier modo estas cargas no serán muy pesadas (duran unos pocos segundos como máximo) y caminar entre zonas se hace sin problemas. La única pega que le vemos a los escenarios son ciertos problemas con las sombras, aunque es algo de lo que apenas nos daremos cuenta mientras jugamos, ya que no es demasiado exagerado.
Una estética incomparable
En cuanto a los personajes, nos encontramos con un muy buen diseño, tanto de los aliados como de los enemigos. De estos últimos hemos de comentar que hay bastante variedad, cada uno con las particularidades del clan al que pertenecen. Todos ellos cuentan con un modelo muy bueno y unas animaciones muy fluidas. La única pega es que en pantalla no aparecerán demasiados enemigos al mismo tiempo, como mucho cuatro o cinco, aunque nos enfrentemos a más (irán apareciendo según matemos los que vemos en pantalla). Hemos de destacar también los cuidados videos que nos mostrarán espectaculares escenas durante la historia y que cuentan con una gran calidad, tanto desde el punto de vista técnico como el artístico.
El apartado sonoro es también muy bueno. Por una parte tenemos unos efectos de sonido muy contundentes y cuidados, que nos ponen en situación en cada momento. En el apartado musical nos encontramos con unas melodías que le pegan estupendamente al juego, recreando la fusión entre lo japonés y el oeste que ofrece el juego y que encaja muy bien con cada momento visto en la pantalla. Mención especial merecen el doblaje del juego, que tiene un nivel estupendo. Es de agradecer el estupendo trabajo de Ubisoft en la localización del juego, ya que sin duda es algo que ayuda a meterse aún más en la acción.
Lo prometido es deuda
Tras una larga espera y muchas dudas, podemos decir que Red Steel 2 cumple lo que prometía. La inclusión del MotionPlus ha hecho que el control funcione a las mil maravillas, tanto en el uso de la pistola como el de la katana. Parte de la culpa de esto lo tienen las posibilidades de configuración que nos permitirán ajustar el juego como queramos (aunque el control por defecto no da problemas). Además, la estética del juego le queda estupendamente bien y le da un toque muy interesante al juego que durará durante toda la partida y que le hace destaca frente a otros títulos del género. Desde el punto de vista técnico hemos de decir que Ubisoft ha hecho un gran trabajo, con un juego muy cuidado y muy estable.
Es cierto que el juego no es perfecto y que se echa en falta una mayor libertad para poder recorrer todas las zonas y completar las misiones que tengamos pendientes, una mayor variedad en las misiones o la inclusión de algún modo más, ya sea online u offline que aumenten la duración del juego (que nos puede durar más de 8 en nivel normal horas sin completar todas las misiones), aunque lo cierto es que esta última petición se deben más a las ganas de seguir jugando que deja el juego al terminarse que a un defecto real del juego. Sin duda Red Steel 2 es un gran juego que ofrece lo que ningún otro del género (la combinación eficaz espada y pistola) y que, sin duda no defraudará a quienes lo prueben.