Análisis de Far Cry Vengeance (Wii)

Far Cry fue uno de los juegos de acción en primera persona más sorprendentes de los últimos años, y Ubisoft, su editora, se aseguró de quedarse con la licencia del juego y expandirla, con entregas para consolas. Far Cry Instincts, aparecido para Xbox en septiembre de 2005, fue una buena adaptación del juego original, usando la ambientación pero introduciendo una nueva historia, aunque sacrificando características de la versión PC como el hecho de estar en un gran escenario, sin niveles, con gran libertad de movimiento.

La versión Xbox sacrificó esto pero resultó un gran juego de acción, que luego tuvo una secuela a medias, Far Cry Instincts Evolution, e incluso una conversión a Xbox 360 incluyendo estos dos juegos llamada Far Cry Instincts Predator. Con el lanzamiento de Wii, Ubisoft ha aprovechado para lanzar una nueva entrega de su saga, usando, naturalmente, las capacidades de detección de movimiento que tan apropiado hacen el género de la acción en primera persona para esta nueva consola de Nintendo.

Titulado Far Cry: Vengeance, el juego no es exactamente nuevo ni una adaptación exacta de los títulos de Xbox, sino un poco de todo. Incluye escenarios vistos antes, otros nuevos, un control con detección de movimiento y, por supuesto, los poderes animales que caracterizan las versiones para consola.

En Vengeance de nuevo controlamos a Jack Carver que, una vez superadas las aventuras del primer Far Cry Instincts, se ve envuelto en nuevos problemas junto a una compañera contrabandista, manteniendo las habilidades animales que lograr en el primer juego. La historia de este Vengeance no nos da demasiada información sobre Jack ni cómo consiguió sus poderes –tras ser inyectado por un científico en Far Cry Instincts-, pero sí de la serie de islas donde tiene lugar la acción, en medio de un conflicto entre el gobierno y los rebeldes.

Como es de esperar y ya comentábamos antes, el juego usa la detección de movimiento del mando de la consola Wii de Nintendo como es de esperar que lo adapte un juego de acción en primera persona. En vez de mover el punto de mira de nuestra arma con un stick analógico, lo haremos apuntando hacia la pantalla, haciendo blanco donde apuntemos con el punto de mira. Como han hecho otros juegos de acción en primera persona en la consola, como Call of Duty, con este sistema no solo apuntamos, sino que nos movemos, por lo que al apuntar hacia los lados nuestro personaje también girará, quedando reducida el área de "apuntado libre", por llamarla de algún modo, a un pequeño recuadro dentro de la pantalla. Para paliar esto, pulsando el botón A el personaje dejará de girar y podremos apuntar por toda la pantalla, algo especialmente útil en los tiroteos más frenéticos.

Aparte del apuntado (y el disparo con el botón B), el juego se controla como cabe esperar, quedando el movimiento asignado al stick analógico del nunchaku de la consola, y acciones como apuntar o lanzar granada a sus dos botones auxiliares. Para saltar también usaremos la detección de movimiento, moviendo el nunchaku hacia arriba, lo mismo que para hacer un ataque cuerpo a cuerpo, agitando el mando principal de la consola –el que usamos para apuntar. Otras acciones están asignadas a los botones del Wiimote, como la de agacharnos (abajo en la cruceta) o cambiar de armas, mientras que los botones 1 y 2 sirven para manejar los objetivos.

A la hora de convertir el juego original de Xbox a la consola Wii parece que el equipo de Ubisoft ha tenido que realizar ciertos sacrificios. Algunos de ellos son partes de los niveles, que se han substituido por otras, la mayoría de ellas situaciones donde tendremos que enfrentarnos a oleadas de enemigos que vienen hacia nuestra situación, y otra muy importante es la inteligencia artificial, uno de los puntos fuertes del juego original de Xbox, donde la infiltración en los campamentos o zonas enemigos cobraba un papel muy importante. En esta versión para Wii ocurre lo mismo, pero la I.A. de los enemigos es muy inferior, y en vez de estar coordinada, la mayoría de las veces cada enemigo actúa independientemente de los demás. A no ser que nos vean o nos oigan disparar muy cerca de ellos, muchas veces no se darán cuenta de que estamos ahí aunque otros enemigos cercanos nos estén disparando. Esto por una parte atenúa la dificultad y hace que controlar los disparos con el mando de Wii –más divertido pero, por ahora, también más difícil- no convierta la tarea en imposible, pero por la otra resulta algo decepcionante.

La otra de las características que actúan como diferenciadores de Far Cry con respecto al resto de juegos de acción en primera persona sigue presente: el uso de nuestros poderes ferales. Durante un tiempo limitado, nuestro personaje tendrá poderes especiales, como superfuerza, que nos conferirá saltos más altos pero, sobre todo, un brutal ataque cuerpo a cuerpo que hará que los enemigos, literalmente, salten por los aires. También nos permite oler a los enemigos y distinguirlos más fácilmente, y recuperar salud. Esto consume una energía que se repondrá cuanta más adrenalina generemos, matando enemigos con tiros en la cabeza o con ataques cuerpo a cuerpo normales.

Aparte de la infiltración, muy reducida, y los ataques ferales, en Far Cry Vengeance también tendremos partes en vehículo, como en el juego original, donde pilotaremos jeeps o motos acuáticas, pudiendo disparar al mismo tiempo mediante el ya conocido método de apuntar a la pantalla. Estas partes han sido adaptadas perdiendo gran parte del realismo de la física del juego original. En cuanto al arsenal, Carver puede usar una notable variedad de armas, divididas en tres tipos (solo podremos llevar una de cada tipo en cada momento), y usar granadas, cócteles molotov y, en todo momento, piedras para intentar despistar a los guardias.

El apartado gráfico de Far Cry Vengeance es bastante decepcionante, y nos dice hasta qué punto se ha podido quedar corta Nintendo a la hora de dotar a su nueva consola de una potencia gráfica a la altura de las circunstancias. Se trata de una conversión desde la consola Xbox en la que se sacrifica gran parte de la calidad gráfica del juego original, con unos modelados de personajes de mucha menor calidad, al igual que las texturas, muchas de ellas de baja resolución. El motor gráfico además se resiente bastante a la hora de moverlo todo, y son numerosas las ralentizaciones, con otros problemas como la generación brusca de objetos.

El sonido es sin lugar a dudas la mejor parte del juego. Far Cry está completamente traducido y doblado al castellano, con muy buenas actuaciones en esta última parte, y cuenta también con una notable banda sonora que ambienta muy bien la acción y con unos efectos de sonido muy competentes. No puede decirse lo mismo del modo multijugador, limitado únicamente a dos jugadores y al modo competitivo, lo que lo convierte en un añadido anecdótico.

En conclusión puede decirse que Far Cry Vengeance es un juego bastante decepcionante e irregular, aunque también entretenido. Por una parte, la conversión desde el original de Xbox pierde mucha calidad gráfica y buena parte de sus puntos fuertes jugables, pero por la otra cuenta con un buen sistema de control y se mantienen algunas de las características positivas del juego original, como el diseño de escenario y la ambientación. Hay juegos de acción en primera persona mejores para la consola Wii, como Red Steel, pero esperemos que la próxima entrega de Far Cry en la consola, si es que llega, no sea simplemente decente y pueda estar al nivel de lo que se espera de este nombre.