Análisis de 5 Arcade Gems WiiW (Wii)
Los juegos arcade han resurgido en los últimos años gracias, sobre todo, a la proliferación de los móviles como plataforma de juegos y, a partir de ahí, en las plataformas de distribución digital para consolas. De hecho, la combinación de estos elementos junto a plataformas de distribución digital para ordenador y las propuestas independientes han mantenido vivo todo este submundo de los videojuegos. Son propuestas mucho más reducidas en sus contenidos, pero con mayor foco de atención en la rejugabilidad, ya sea con coches, peleas, naves espaciales…
Por eso, cinco propuestas arcade recogidas en una única descarga en este 5 Arcade Gems es una buena noticia, aunque hay que ver cómo se resuelven los títulos contemplados, y ahí es donde empieza a perderse la emoción que este recopilatorio había suscitado.
Y es que no estamos ante juegos que sean muy arcade, precisamente, sino más bien ante cinco minijuegos como los que puede haber en cualquier juego "tipo party" del mercado. O ni eso, porque lo cierto es que en cualquiera de los representantes del género es fácil encontrar minijuegos más divertidos y bien planteados.
Por supuesto, esos títulos acumulan varias decenas (cuando no rozan el centenar) de minijuegos, y parten con mucha ventaja; también es cierto que buscando sólo realizar cinco propuestas, podrían haber hecho una selección mejor y conseguir un resultado final mucho más consistente.
La desarrolladora ya firmó Ninja Captains a finales de 2009, y aunque el juego tenía un buen toque de humor, el título realmente no aportó nada destacable a un mercado que, si bien no está saturado, va sobrado de mejores propuestas. 5 Arcade Gems mantiene el humor, el tono desenfadado, y eso es muy positivo, pero poco más puede darnos.
Además, lo curioso es que los cinco juegos recopilados ni siquiera son novedosos, pues con poca o ninguna variación se pueden encontrar en algunos de los juegos tipo party más populares del mercado, y normalmente mejor resueltos.
En líneas generales, hay unos problemas comunes en los cinco minijuegos: básicamente, el control es malo, no responde con la soltura necesaria, y la inteligencia artificial de los rivales y compañeros es nefasta. Todos los minijuegos son para cuatro jugadores, y todos están en pantalla todo el rato; si el jugador es humano, bien; en caso contrario, lo controla la máquina y apenas hace un trabajo digno. Otro punto nefasto es que hay tablas de puntuaciones (pero sólo locales) sin opción de poner el nombre, o unas siglas, o vincular un Mii… es un juego arcade, la gracia está en superar las puntuaciones, ¿por qué no se ha contemplado algo tan increíblemente básico como esto? Incluso la máquina puede entrar en la puntuación, lo que es una absurdez total.
El esquema de los personajes es sencillo: se diferencian por el color, que es lo más habitual y esperable, y lleva funcionando más que bien toda la vida. Los minijuegos combinan el control del nunchuk con el mando remoto, pero la detección de movimientos es torpe, imprecisa, y no convence lo más mínimo. Con todo el tiempo que lleva Wii en el mercado los programadores tendrían que haber dominado sobradamente la detección de movimientos, pero vemos que no es así, incluso en los usos más básicos.
Podemos jugar en una suerte de duelo medieval con mazas (Templar Bashing), llevar pizzas en la selva saltando obstáculos (Pizza Jungle Delivery), controlar un coche de control remoto (RC Buggy Madness), lanzar hachas (Lumberjack Trials) y disparar como locos por el espacio (Whirling Rangers). Lo curioso es que incluso en juegos que claramente no precisan el nunchuk tenemos que utilizarlo, cuando lo lógico hubiese sido buscar que el juego pudiese controlarse sólo con el mando remoto… y no cuesta mucho pensar en mejores alternativas de control, en todos los casos.
De todos ellos, el minijuego que puede ser más interesante es el de la nave espacial, en el que nos desplazamos por una suerte de tubo en el espacio exterior mientras disparamos. Es una propuesta poco original, y no muy bien ejecutada, pero sin embargo es lo mejor, con diferencia, del título. Hay fallos evidentes en el control, con baja precisión del mismo, y una dificultad mal planteada, con fallos que incluyen enemigos invisibles y demás joyas del trabajo mal hecho.
El lanzamiento de hachas hace uno uso absurdo del nunchuk, y aunque no le pidamos mucho realismo, el movimiendo de las hachas es un tanto extraño, con parábolas poco realistas que dificultan dar en la diana; el control de los coches de radiocontrol se hace en un espacio demasiado limitado, y no es una carrera, sino que se basa con recoger pilas y llevarlas a su montón. Al menos, es el único que se controla bien, pues prescinde de la detección de movimientos por completo. Correr por la selva se hace moviendo arriba y abajo el mando remoto y el nunchuk, y pulsando un botón para saltar o agacharse: es impreciso, y la perspectiva de juego no ayuda nada. Y la batalla medieval nos ofrece el más impreciso control por detección de movimientos: la maza funciona cuando quiere, o cuando puede, pero desde luego no cuando nosotros intentamos usarla.
5 Arcade Gems presenta, al menos, gráficos simpáticos, aunque hay muchas diferencias en el rendimiento visual de un minijuego a otro. Incluso cuando mejor luce (en el espacio), el trabajo artístico es regular, o el uso del color y otros elementos estéticos influyen en la jugabilidad, al igual que la perspectiva isométrica sólo sirve para complicar innecesariamente la carrera por la selva. La música, como los efectos de sonido, es anodina.
Conclusiones
Los cinco juegos recogidos en este recopilatorio no acaban de funcionar. Ninguno está definitivamente mal, pero tampoco están bien. Son sólo cinco, y sin embargo no han logrado que cuajen de ningún modo, cuando en juegos tipo party con decenas de propuestas sí se realiza un buen trabajo. Es más, puesto que no son originales, hay minijuegos similares en dichos juegos tipo party, por lo que no hay muchas razones para apostar por una propuesta como ésta, salvo la comodidad de descargarlo y tenerlo listo para jugar.